Cierre parcial de La Habana desde el viernes: el Gobierno trata de controlar la pandemia 'sin ser drástico'

El Gobierno de La Habana decidió aplicar a partir del viernes 11 de junio medidas sanitarias más duras para tratar de controlar la dispersión del Covid-19, pero sin imponer una nueva cuarentena.

De acuerdo con el primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba en la capital, Luis Antonio Torres Iríbar, "no es posible suspender drásticamente la producción de bienes y servicios en la ciudad porque eso causaría daños considerables a la economía del país, de la capital y de las familias".

"Sabemos que una parte de la población está reclamando hace un tiempo que 'cerremos' La Habana, pero tenemos que pensar como país, y si paralizamos la vida económica estaremos afectando al resto de las provincias, que están muy encadenadas con nosotros", afirmó, de acuerdo con el reporte del periódico oficial Tribuna de La Habana.

Torres Iríbar llamó a "tener en cuenta la difícil situación económica por la que atraviesa Cuba, agravada por la epidemia y por el bloqueo estadounidense".

Asimismo, explicó que otra razón para mantener activa la economía es la continuidad del Ordenamiento Monetario sin el cual no sería posible la transformación el sector empresarial y el saneamiento del sector financiero, entre otras prioridades.

De ahí que las autoridades decidieran "reforzar el enfrentamiento a la Covid-19, pero sin dejar de producir, sin dejar de comercializar bienes y servicios", indicó el funcionario.

Las medidas implican la restricción total de movilidad para los confinados y la prohibición de acceso para el público externo a las zonas donde haya casos positivos. En las zonas con mayor presencia de casos, las autoridades de Salud duplicarán las pesquisas diarias, que implicarán a toda la población vulnerable, incluso en  comunidades con una situación epidemiológica favorable.

En hospitales y policlínicos, los protocolos de bioseguridad para evitar el contagio del personal de la Salud serán más estrictos, anunciaron las autoridades, reconociendo implícitamente que en los centros asistenciales no han existido las condiciones de protección necesarias.

En el plano laboral, el Gobierno llamó a intensificar el trabajo a distancia donde quiera que sea posible; y exigió que los directores de empresas y entidades presupuestadas se responsabilicen con que solo laboren de manera presencial los empleados imprescindibles.

También se ordenó reducir significativamente los autorizos a los vehículos estatales para transitar después de las 9:00PM, hora en que inicia el toque de queda en la ciudad, mientras que no se permitirá la entrada ni salida de La Habana por cuestiones de trabajo, salvo en casos excepcionales autorizados por el primer nivel de dirección del país, o por el Gobernador de La Habana, en caso de que sea una entidad provincial.

Igualmente el Gobierno habanero valora aplicar más adelante esta restricción para el sector estatal también en el horario diurno, al considerar que menos trabajadores saldrán de sus viviendas para trabajar.

Las personas que necesiten viajar a otras provincias por una enfermedad, una pérdida familiar u otro motivo muy sensible, requerirán también de un permiso especial. En todos los municipios habrá mayor cantidad de dispositivos de control e inspección durante la noche para detectar posibles infractores de las restricciones de movilidad.

El Gobierno acordó también reforzar la organización del acceso a las tiendas para reducir las colas, propósito que desde 2020 no ha conseguido, pese a las duras multas que impone la Policía. En esos sitios, adonde acuden en masa las personas para tratar de conseguir los escasos suministros a la venta, es donde mayor cantidad de contagios ocurren.

Las medidas incluyen acelerar el comercio electrónico, que hasta la fecha no ha conseguido responder a la demanda de los consumidores; incrementar los puntos de venta en los territorios con menor presencia de tiendas; y potenciar la venta de comida a domicilio.

El Gobierno celebró que en los últimos días se ha reducido la cifra de confirmados en La Habana en más de 300 casos diarios como promedio, y a menos de 2.000 los activos ingresados. Pese a ello, la capital sigue siendo el epicentro de la pandemia en Cuba, con 428 casos positivos este jueves, según datos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).