El Gobierno cubano dijo que ha desarrollado un ventilador pulmonar en menos de un año del que ha entregado unas pocas decenas al sistema de salud en la Isla, pretende entregar otro centenar hacia agosto y busca además colocarlo en el mercado internacional.
Mitchell Valdés Sosa, director general del Centro de Neurociencias (CNEURO), dijo en la Mesa Redonda del jueves que el diseño de estos dispositivos durante la pandemia fue posible debido a una ya consolidada industria nacional de producción de equipos médicos, el ingenio de jóvenes y un movimiento mundial de cooperación.
Dijo que CNEURO trabajó en tres proyectos. El primero fue el Pcuvente (ventilador invasivo), autorizado hasta ahora para recuperación postoperatoria.
"Es un equipo que se desarrolló en menos de un año y cooperaron muchísimas instituciones, incluidos el Centro de Investigación y Producción Grito de Baire, de la Unión de Industrias Militares, y la Sociedad Cubana de Bioingeniería", señaló Valdés Sosa.
Según el funcionario, "se han entregado hasta la fecha 91 ventiladores, de ellos se han instalado unos 40 en diez hospitales de La Habana".
"Durante este mes de marzo se están entregando otros 25, y entre abril y agosto están previstos 134 más. Hay, además, posibilidades de exportación", añadió.
El proyecto para producir 250 ventiladores Pcuvente, que el Gobierno prometió completar en octubre pasado, ha estado financiado por la Unión Europea con participación de la ONG Movimiento Popular por la Paz, el Desarme y la Libertad.
"Está aprobado para uso no directamente en Covid-19, que es la recuperación anestésica. ¿Qué importancia tiene? Que en la medida en que podamos liberar ventiladores de más alta gama para ser empleados en las unidades de terapia intensiva, el país gana. Esta es la primera aplicación del Pcuvente. En estos momentos, se hacen las pruebas para la segunda indicación, que son las unidades de terapia de emergencia, un segundo nicho en el que, si colocamos este equipo, liberamos equipos que pueden ser usados en pacientes más críticos", dijo.
En cuanto a la colaboración internacional, se refirió al diseño inicial del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). "Lo que hicimos fue tomar esos diseños, puestos en código abierto, y nuestros ingenieros los adaptaron", afirmó.
En estos momentos transcurren las pruebas de uso para ampliar la autorización de uso a las unidades de cuidados intensivos. En ejecución está un ensayo con una muestra mínima de 35 pacientes en los hospitales Miguel Enríquez, Militar Carlos J. Finlay, Calixto García y Enrique Cabrera, dijo el director general del Centro de Neurociencias.
El Pcuvente está complementando con otro respirador, el Ventipap (ventilador de presión positiva continua en la vía aérea, no invasivo).
"En este caso, no hay que intubar al paciente, se coloca la máscara o un casco y se da una presión positiva continua y ayuda al paciente a respirar. El CIM ha hecho la parte mecánica y CNEURO ha trabajado en los sensores de oxígeno y electrónica. Es para pacientes menos graves", dijo.
"Se están fabricando 250 unidades. Hemos recibido financiamiento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Unión Europea. También este proyecto se benefició de la colaboración internacional, el University College de Londres puso su información en código abierto en internet, contactamos e iniciamos un intercambio con los creadores, adaptándolo a las condiciones y necesidades nuestras", afirmó.
Según el científico, además de estos tres proyectos de ventiladores pulmonares se está desarrollando un tomógrafo de impedancia eléctrica torácico, Vigilvent se denomina, que evitará el traslado del paciente grave para evaluar el estado de funcionamiento pulmonar.
"Es un elemento diagnóstico que se incorpora. Estamos trabajando a marcha forzada para empezar a hacer el registro en el curso de este año y que en ese periodo estén producidas varias unidades. Actualmente, el equipo está en ensayo en humanos", dijo.
El director general de CNEURO dijo que "estos elementos van a tener un valor post-Covid-19, pues son parte de una estrategia del MINSAP para perfeccionar y ampliar todos los servicios de terapia intensiva del país".
En julio del año pasado el propio Valdés Sosa dijo que los 250 respiradores invasivos, al igual que los 250 no invasivos estarían listos en octubre de 2020, pero las fechas de entrega se han alargado.
A principios de abril de 2020 La Habana acusó a la empresa IMT Medical y Acutronic de dejar de venderle respiradores artificiales debido al embargo.
Las autoridades de la Isla no aclararon entonces de cuántos de esos aparatos, necesarios para salvar la vida de casos graves de Covid-19, disponía el sistema de salud cubano. Siguen sin ofrecer esos datos, a pesar de que las cifras de pacientes con coronavirus atendidos en las terapias intensivas de los hospitales del país han ido en aumento en los últimos meses.