Desde que se iniciara la pandemia en marzo del pasado año y hasta este viernes solo en Sancti Spíritus se han contagiado con el Covid-19 más de una decena de lactantes. Los rangos de edades de estos menores de un año oscilan entre los dos meses, los cuatro, los cinco, los nueve y los diez meses de vida, según los datos del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en la provincia, publicó el periódico oficial Escambray.
Estos niños pequeños positivos al coronavirus residen, en lo fundamental, en los municipios cabecera, Trinidad, Taguasco y Jatibonico.
El medio local responsabilizó a los padres y otros adultos por "cargarlos sin lavar las manos; besarlos, aunque esté proscrito; sacarse el nasobuco apenas se traspasa la puerta de la casa y abrazarlos sin recato".
También culpó a "aquellos tutores que, a sabiendas de los riesgos, andan con su hijo en un camión de un municipio a otro de la provincia o los que, pese al control estatal establecido al respecto, todavía los llevan a una cola para que el bebé sea la garantía de un 'plan jaba'".
Según datos oficiales citados por el medio, luego del 8 de septiembre, cuando se inició el rebrote de Covid-19 en la provincia, se han diagnosticado con la enfermedad 219 pacientes en edad pediátrica, 77 de ellos en los últimos 15 días. Entre los cinco y los 18 años de edad se encuentran las mayores cifras de contagios.
No obstante, expertos del PAMI en el territorio dijeron que, por lo general, los niños espirituanos han padecido la enfermedad de forma asintomática y que hasta hoy ninguno de los pacientes ha presentado complicaciones.
Según el periódico, de los casos que hoy se encuentran activos preocupa todo: desde las edades hasta los modos de contagios. 20 pacientes en edad pediátrica están actualmente ingresados a causa del Covid-19, de ellos 18 son contactos de casos confirmados y en dos no se ha precisado aún la fuente de infección.
Hasta el viernes estaban ingresados tres menores de un año; uno entre uno y cuatro años; dos de cinco a nueve años; cuatro entre los diez y los 14 años, y diez entre 15 y 18 años.
Para el medio, "de poco vale tener las escuelas cerradas si aún hay niños que juegan sin nasobuco en la calle, si todavía hay adolescentes que se aglomeran en torno a una mesa de dominó y si los más creciditos hasta arman un viaje y se van a disfrutar —y a contagiarse, a lo mejor— a la playa".
Dijo que tales conductas siguen sucediendo a pesar de que se han denunciado y analizado en no pocas sesiones del Consejo de Defensa Provincial.
El doctor Manuel Rivero Abella, director provincial de Salud, advirtió que una de las características de este rebrote es el contagio en las edades extremas de la vida: los niños y los adultos mayores. Resulta que la enfermedad de los primeros viene a ser la causa del padecimiento de los últimos, dijo.
