Dos zonas de Varadero, el principal balneario turístico de Cuba, serán objeto de trabajos de restauración este año para contrarrestar el impacto de la erosión asociada a los efectos del cambio climático, aprovechando la pausa impuesta a los visitantes por la pandemia del Covid-19, reportó la agencia EFE.
El proyecto se enfocará principalmente en dos zonas de playa del balneario más famoso de la Isla, seleccionado el pasado febrero entre los 25 mejores del mundo por la web de viajes y turismo TripAdvisor, informaron este martes medios estatales.
La reducción de los índices de erosión que cada año provocan pérdidas de arena, así como un mejor equilibrio en los perfiles de las dunas y menos especies invasoras, son beneficios que traerá la restauración aplicada en Varadero, explicó Katia González, directora del Centro de Servicios Ambientales de Matanzas.
Además, González dijo que se hará un estudio de la calidad del agua en la Península de Hicacos, donde está ubicada la mejor zona de los 22 kilómetros de playas de Varadero, y se revisarán diversos parámetros en su costa norte para determinar su estado antes y después del vertido de arena, previsto para el segundo semestre del año.
De acuerdo con datos de los institutos cubanos de Oceanología de la Academia de Ciencias y de Hidrología, los procesos de desgaste y acumulación de la arena de la playa de Varadero son cíclicos y las construcciones cercanas a la costa, y el allanamiento de la duna de arena producen trastornos en el proceso de recuperación de la playa.
Especialistas de la empresa Inversiones Gamma S.A, citados por la Agencia Cubana de Noticias, refirieron que entre abril y junio del año pasado se realizaron vertidos de arena en zonas de Varadero, como la caleta de Plaza América, y se demolieron estructuras de hormigón que limitaban el funcionamiento natural de la playa.
Varadero —situado a 140 kilómetros al este de La Habana— cuenta con 21.950 habitaciones hoteleras distribuidas en 52 instalaciones y desde 2008 recibe cada año más de un millón de visitantes extranjeros, según datos del Ministerio de Turismo (MINTUR).
El acceso a ese destino turístico permanece restringido a los visitantes como parte del plan de enfrentamiento al Covid-19 en Matanzas, debido a la tercera ola de la enfermedad en los últimos meses.
Sobre la rehabilitación de otras playas en 2021, las autoridades cubanas se refirieron a las de Cayo Paredón Grande, al norte de la provincia central Ciego de Ávila —donde se volcarán alrededor de 400.000 metros cúbicos de arena— y similares proyectos en Ancón, de Sancti Spíritus, en El Salado, de Artemisa, y Cayo Largo, un islote ubicado al sur de Matanzas.
De las 505 playas existentes en Cuba alrededor del 86% presentan evidencias de procesos erosivos, que se manifiestan con el afloramiento de rocas en la zona donde rompen las olas, en la afectación a la vegetación costera y a instalaciones construidas muy cerca de la línea de costa, entre otras.
La recuperación de las playas en Cuba se contempla en un plan estatal denominado "Tarea Vida" para el enfrentamiento al cambio climático que se asocia al fenómeno de la erosión, también relacionado con la elevación del nivel del mar, la frecuencia e intensidad de las tormentas severas y el déficit de los aportes naturales de arena.