El Gobierno de Brasil hizo público un decreto por el que autorizó a más de 350 médicos cubanos residentes en ese país a volver a ejercer, como parte del programa Más Médicos para Brasil que creara la Administración de Jair Bolsonaro.
Los profesionales trabajarán en 24 municipios de 24 estados del gigante suramericano, entre ellos Alagoas, Amazonas, Bahía, Ceará, Espírito Santo, Goiás, Maranhão, Minas Gerais, Mato Grosso do Sul, Mato Grosso, Pará, Paraíba, Pernambuco, Piauí, Paraná, Rio de Janeiro, Rio Grande do Norte, Rondônia, Roraima, Rio Grande do Sul, Santa Catarina, Sergipe, Sao Paulo y Tocantins, informó la oficial Agencia Brasil.
El programa Más Médicos para Brasil busca fortalecer el servicio de atención básica en el país, uno de los más afectados por la pandemia de Covid-19 en el mundo.
La decisión se hizo oficial a través de la Ordenanza No. 71 del 10 de diciembre de 2020, promulgada por el secretario de Atención Primaria de Salud, que incluye el nombre de cada uno de los elegidos y su número de registro.
Los profesionales cubanos fueron readmitidos "con base en los respectivos procesos administrativos" derivados del cuarto llamado a cubrir plazas que el Gobierno lanzó el pasado de 26 de marzo. La decisión entra en vigor a partir de su publicación, efectiva ya en el Boletín Oficial de la Unión en Brasil.
El nuevo grupo se suma al que se reincorporó al trabajo en mayo de 2020, cuando el Ministerio de Salud de Brasil informó que 157 médicos cubanos se incorporarían al enfrentamiento del Covid-19 desde la primera línea de atención, para lo que los profesionales fueron debidamente autorizados.
Alrededor de 1.800 médicos cubanos prefirieron permanecer en Brasil cuando en noviembre de 2018 La Habana ordenó el regreso de los 8.332 profesionales que atendían municipios aislados brasileños en el marco de un acuerdo de la era de Dilma Rousseff.
Los médicos que permanecieron en Brasil no pudieron ejercer en el país debido a que sus títulos no eran reconocidos, razón por la que muchos tuvieron que dedicarse a otros oficios para sobrevivir o incluso emigrar.
El Gobierno de Cuba puso fin al programa luego de que el entonces presidente electo, Jair Bolsonaro, afirmara que los médicos cubanos eran sometidos a un régimen análogo a la esclavitud, entre otras cuestiones.
El mandatario brasileño criticó las condiciones en las que los médicos cubanos se encontraban trabajando en su país y exigió a la dictadura castrista, con la promesa de mantener al personal, que los profesionales de la Isla recibieran íntegramente su salario, pudieran viajar a Brasil en compañía de su familia, y se sometieran a una prueba de reválida de sus títulos.
El régimen cubano firmó el acuerdo que dio lugar al programa de salud Más Médicos con el anterior Gobierno de Dilma Rousseff, con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como intermediaria. Esa organización está siendo sometida a una auditoría por su participación en el trato.
Brasil pagaba a La Habana 3.000 dólares mensuales por cada médico en la "misión internacionalista", mientras las autoridades de la Isla pagaban alrededor del 25% de esa suma (unos 750 dólares) a los profesionales. El resto, salvo un 5% que iba a manos de la OPS, terminaba en las arcas del régimen cubano.
