Dos personas fallecieron en La Habana el jueves luego de que se produjera un incendio en un taller de reparaciones de motos eléctricas ubicado en la calle San José, entre Oquendo y Soledad, en Centro Habana.
La presidenta del Consejo Popular de Cayo Hueso, Mercedes Frontela, informó que las víctimas son dos personas, madre e hijo, de 81 y 60 años respectivamente, aunque no reveló su identidad, indico el reporte del periódico oficial Tribuna de La Habana.
La funcionaria aseguró que el siniestro fue provocado por la explosión de la batería de una moto que estaba recibiendo carga dentro del local después de las 10:00PM.
Contradictoriamente, Frontela agregó que las personas quedaron atrapadas en el lugar después que un ventilador sufriera un desperfecto eléctrico que prendió sustancias combustibles.
Asimismo, el reporte del periódico aseguró que la Polícia se encuentra en el lugar esclareciendo las causas del lamentable suceso.
Imágenes de las llamas provocadas por el incendio fueron compartidas en el muro de Facebook de Yojan Cruz.
Unas 186 motos eléctricas se han incendiado en domicilios en Cuba durante lo que va de 2020, dejando un saldo de 11 personas lesionadas y una fallecida, informó en octubre el Noticiero televisivo cubano.
Los incendios "se originan principalmente por violar la protección del BMS, que es el dispositivo que monitoriza el sistema de trabajo de las baterías", explicó el capitán Jercy González Longo, especialista del Departamento Nacional de Extinción.
"Muchas de las baterías que se están importando ofrecen datos falsos, pues en su caja, documentos e incluso en el sello dice que son baterías de 72 volts por 35 amperes, cuando en realidad son de 72 volts por 20 amperes, y adaptamos un cargador o continuamos usando el que tenía la moto originalmente", agregó.
Entre las medidas recomendadas por los especialistas para evitar los incendios se encuentra el empleo de cargadores originales del mismo modelo de moto que se está usando, evitar cargar la moto en un lugar donde la temperatura exceda los 60 grados y alejar todo tipo de combustibles o productos inflamables del vehículo.
El mayor Leonel Estévez Marrero, especialista del Departamento de Prevención del Cuerpo de Bomberos, señaló, además, que después de usarse la moto se debe dejar reposar unos minutos hasta que vuelva a la temperatura ambiente y solo entonces comenzar la carga, porque han ocurrido casos en los que sus dueños las ponen a cargar calientes y esto genera la explosión de la batería.
Según una nota del Cuerpo de Bomberos de Cuba en agosto, solo en el primer trimestre del año ocurrieron 1,5 incendios diarios y 43,8 mensuales como promedio.
La Habana acumula el 47,2 % del total de incendios en motos eléctricas, seguida por Artemisa (10,2%); Matanzas, con 9,5%; y Villa Clara (7,6%).
El 3 de septiembre pasado siete familias perdieron sus viviendas en La Habana luego de que un incendio provocado por la combustión de una de estas motos consumiera sus casas.
La popularidad de este tipo de vehículos en la Isla se debe a la posibilidad de importación por parte de ciudadanos cubanos, lo que, a diferencia de los automóviles, los coloca a precios más accesibles, aunque igualmente elevados. Además, el Gobierno cubano también las comercializa en tiendas en Moneda Libremente Convertible.
Tras la suspensión de la transportación pública por el Covid-19 y ante la escasa e inestable oferta de combustible, los medios alternativos adquirieron mayor protagonismo en Cuba, sobre todo las motos eléctricas, o motorinas, usadas sobre todo para la creciente actividad de reparto a domicilio.
Lamentable