Mientras los habitantes de la provincia de Santiago de Cuba se enfrentan a las epidemias de Covid-19 y dengue, sus autoridades violaron los protocolos sanitarios y congregaron a miles de niños en el cementerio de Santa Ifigenia para rendirle homenaje a Fidel Castro.
Esta decisión es otra muestra de la falta de coherencia que compromete la lucha contra la pandemia de coronavirus.
DIARIO DE CUBA constató que alumnos de todas las escuelas primarias y secundarias básicas del Distrito José Martí, Agüero, Marimón, San Pedrito, Yarayó y el Nuevo Vista Alegre fueron llevados hasta la necrópolis santiaguera sin el consentimiento de sus padres.
Beatriz Zulueta se bajó del transporte obrero en que viajaba e inquirió a una profesora "por no informarle de la actividad, violar el distanciamiento físico y permitir la aglomeración de los niños", en momentos en que existen 1.070 personas bajo vigilancia o ingresadas por coronavirus, y medio centenar de manzanas en cuarentena.
Horas más tarde, en la escalinata de la Universidad de La Habana, Miguel Díaz-Canel —acompañado de los líderes de las organizaciones políticas y de masas de la Isla— secundaba el disparate con su presencia en la velada masiva y violaba las disposiciones sanitarias impuestas por su propio Gobierno.
Los estudiantes santiagueros pasaron en masa frente a la piedra donde supuestamente están las cenizas de Castro, llena de flores este 25 de noviembre, cuarto aniversario de su muerte.
"Cuando mi papá escuche la noticia y vea las imágenes va a montar en cólera. Querían acusarlo por ir a ver a su hermano que llegó de Estados Unidos. Allí solo estaba la familia; aquí parecemos un enjambre y nadie dice nada", dijo un estudiante de secundaria.
La piedra y los sepulcros que guardan los restos de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales, trasladados años atrás por el régimen a las cercanías de la tumba del dictador, fueron sometidos a una repación que incluyó la limpieza de los mármoles y el abrillantado del acero, entre otros trabajos, pese a la grave crisis que vive el país y sin que se divulgara el costo.
Bajo estricto secreto, se acometió el mantenimiento de la línea frontal del llamado "museo a cielo abierto", devenido lugar turístico al cual el Gobierno lleva a delegaciones internacionales, y hace ir a trabajadores y estudiantes.
En la víspera del cuarto aniversario de la muerte de Castro, se reanudaron las visitas a su sepultura, incluidos dos ómnibus repletos de vacacionistas.
Como si no bastara la situación propicia para los contagios creada este miércoles, las autoridades de Santiago de Cuba mantienen la idea de reeditar, el 4 de diciembre próximo, la peregrinación que acompañó las cenizas de Fidel Castro hasta su sitio definitivo.