Vicente Vérez Bencomo, director general del Instituto Finlay de Vacunas, afirmó que en Cuba se desarrollan dos versiones de la vacuna Soberana con el propósito de "diversificar las alternativas en pos de vencer el reto de que induzcan la respuesta inmune que hace falta", pero para ello "hay que esperar al desarrollo de las pruebas de inmunidad actuales".
El científico ofreció detalles sobre los candidatos vacunales desarrollados por la institución que dirige en la emisión del viernes de la Mesa Redonda.
Ambas vacunas utilizan el mismo antígeno, que se fabrica en el Centro de Inmunología Celular, pero "hay que esperar al final de la segunda dosis para saber si la respuesta inmune es adecuada" porque "con la primera dosis no se conseguía una suficiente respuesta inmune", explicó Vérez Bencomo.
"La seguridad de esta vacuna es muy alta. No hay ningún efecto adverso importante con las cantidades administradas a más de cien personas", agregó el científico, que señaló que actualmente están probando cinco fórmulas de Soberana 01 durante para saber cuál es la mejor para pasar a una fase 2.
Soberana 02, en cambio, utiliza la tecnología de vacunas conjugadas, también con antígeno producido en el Instituto de Inmunología Molecular. "Estas generan una potente respuesta y memoria inmune en quienes las reciben", afirmó.
Los científicos generaron dos fórmulas de esta vacuna, que fueron más complejas de desarrollar que Soberana 01, obteniendo una segunda versión que "induce una respuesta inmune muy potente desde la primera semana de la primera dosis", explicó Vérez Bencomo.
Los especialistas esperan poder iniciar el ensayo de fase 2 con alrededor de 100 personas más que en la fase 1, y gracias a ello "se pudieran acortar los ciclos de toma de decisiones" debido a la respuesta inmune rápida que genera, señaló el directivo.
Actualmente piensan en desplegar una fase 3 con alrededor de 150.000 personas, que harían con un placebo del medicamento, "fenómeno que es complejo desde el punto de vista ético", explicó.
Por el momento se producen en la institución 1.000 dosis por lote, a razón de dos lotes semanales, pero en enero podrían producir 150.000 dosis, y hacia el primer semestre de 2021 producirían 450.000 dosis por lote, que serviría para producir alrededor de un millón de dosis.
El ciclo productivo de la vacuna es corto, señaló Vérez Bencomo, aunque no especificó su duración. "El primer semestre del año que viene una parte importante de la población cubana estará vacunada", agregó.
Eulogio Pimentel Vázquez, director del Instituto de Ingeniería Genética y Biotecnología señaló que Abdala y Mambisa son otros dos candidatos vacunales, el primero vía nasal, el segundo intramuscular, que desarrolla el Centro, completando los cuatro candidatos que Cuba espera tener en ensayo al terminar 2020.
Por su parte, Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, dijo no tener dudas de que Cuba tendrá más de una vacuna propia, y afirmó que están en condiciones de producir en breve tiempo vacunas suficientes para inmunizar a toda la población y suministrar a "países amigos".
La soberana es mas Rusa que cubana.