Tras abandonar Honduras y como sugerían los modelos, la depresión tropical Eta se moverá este viernes por el noroeste del mar Caribe, donde pudiera encontrar condiciones favorables para su reorganización y convertirse otra vez en una tormenta tropical.
La doctora Miriam Teresita Llanes, jefa del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, precisó que si bien todavía hay incertidumbre en cuanto a la futura trayectoria y evolución, la perspectiva inmediata muestra que este organismo ciclónico mantendrá un rumbo próximo al nordeste en las próximas 24 a 36 horas, para acercarse gradualmente a las costas del litoral sur de la región occidental o central de Cuba, a partir de este sábado, publicó el diario oficial Granma.
Pronósticos de EEUU indican que alcanzará la categoría de tormenta tropical antes de acercarse a las Islas Caimán el sábado y cruzar Cuba el domingo. De allí podría llegar a Florida o cuando menos acercarse lo suficiente para generar lluvias intensas.
"Lo que sea que salga (de Centroamérica) va a permanecer un rato" afectando la región, dijo Phil Klotzbach, investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado, de acuerdo con un reporte de la agencia AP.
"Lo que queda del meteoro aún gira, lo cual hace difícil que desaparezca, y eso debería ayudarle a recuperar fuerza", dijo por su parte Jim Kossin, climatólogo y científico de huracanes en la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
Una vez que se fortalezca de nuevo y se dirija hacia Cuba, podría deambular en el área un rato.
"Los vientos no van a ser el problema, sino las lluvias ", advirtió Klotzbach.
"Eta se tornará tan grande, con tanta agua (…) que no tiene que tocar tierra en el sur de Florida, ya de por sí muy húmedo por la lluvia, para provocar un caos", agregó.
Muertes y severos daños en Centroamérica
Eta dejó al menos 11 muertos antes de salir de Honduras rumbo al Mar Caribe, confirmaron las autoridades de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO).
Según la oficial Prensa Latina, las zonas norte, centro y caribeña del país se llevaron la peor parte del impacto de las fuertes lluvias que azotaron ininterrumpidamente la nación desde inicios de la semana y causaron numerosas inundaciones.
La COPECO reportó unas 360.000 personas afectadas, además de otras 2.770 evacuadas y 3.530 ubicadas en albergues.
De igual forma, hasta la tarde de este jueves se registraban más de 450 viviendas con daños, 51 pasos de carreteras destruidos, nueve puentes colapsados, 41 pueblos incomunicados y 15 quebradas desbordadas.
En Guatemala el presidente Alejandro Giammattei confirmó el fallecimiento de 50 personas. El mandatario viajó al departamento de Izabal, uno de los afectados por las inundaciones.
En declaraciones desde allí, Giammattei aseguró que se coordinará un puente aéreo con el apoyo de la iniciativa privada para tratar de llevar asistencia y víveres, así como evacuar a las personas en riesgo.
La situación es complicada por la crecida de los ríos, que impide llegar a socorrer a la población en algunos lugares y citó una finca donde hay 1.500 personas en espera de ayuda, pero solo se puede entrar por vía aérea.
