Detesto a Abel Prieto como persona, desde que éramos estudiantes. No, por suerte, condiscípulos. Pero si polemizara con él sobre la libertad de expresión en Cuba, me limitaría a datos sobre censuras a libros, revistas, textos escolares, programas radiales y televisivos, concursos y premios literarios, bibliotecas… Argumentaría, compararía.
Ni la censura resistiría un análisis objetivo, ni me ensuciaría con derivaciones a la vida del hoy director de la Casa de las Américas. Son ellos, los aferrados a un sistema que ha arruinado material y espiritualmente al país, los que reciclan sus mítines de repudio en eventos internacionales y sitios electrónicos.
Me gustaría que los eruditos en nuestra cultura —acepto con reticencia que remito a la producida por nacidos en Cuba—, me ayudaran a hallar ejemplos de polémicas entre intelectuales cubanos —entre políticos sé que es casi imposible— donde haya predominado la "voluptuosidad del debate", el placer no solo de acercarse a los hechos sino de disfrutar el diálogo crítico, el intercambio inteligente de puntos de vista sin buscar "verdades", sin las pugnas por "ganar" y los achaques de "aplastar" al adversario… Porque no se toma al otro solo como antagonista o contendiente sino como alguien que también debe disfrutar el canje de ideas, libre de los ordinarios bostezos que causa la unanimidad.
La utopía —o cercana ilusión exegética— parece encontrar las hojas casi en blanco. Manuel Moreno Fraginals citaba con alegría una argumentada polémica entre el demócratacristiano Gastón Baquero y el marxista Juan Marinello, donde predominó el respeto al otro, la argumentación libre de ataques personales. Allí estaba el secreto del éxito, aunque se sabe que acatar la regla de ceñirse al tema no sea más determinante que la urbanidad, la educación —no escolaridad— de los polemistas.
Moreno constataba, en La Habana de los años 70 del pasado siglo, algo peor: la desaparición en los medios de las polémicas, incluyendo en revistas especializadas, donde se suponía que la censura fuera menos absolutista. Fenómeno que influye de manera determinante en su exilio. Fenómeno represivo que dentro del caldero castro-comunista —documentado por organismos internacionales— llega hasta hoy.
En este 2020 donde las incertidumbres del Covid-19 unen muertes, crisis familiares, hecatombes que llegan hasta la claustrofobia y derrumbes de hábitos cotidianos —por supuesto que sobre rajaduras económicas—, ocurrirán elecciones presidenciales, el próximo martes 3 de noviembre, aquí en EEUU. La polarización competitiva a veces ha caído —como he sostenido en Facebook y Twitter— en las denigraciones del contrario. Se le viene dando algún relieve a datos de la vida personal, a intimidades y calumnias, por encima de los rigurosos proyectos de gobierno que necesita el país.
Una infidelidad matrimonial a veces recibe más espacio mediático que la discusión sobre el calentamiento global... Comida chatarra para consumo de correveidiles, lo cierto es que produce un daño colateral muy repelente, devalúa al emisor.
La gradual evaporación de la voluptuosidad del debate, causada por la contienda presidencial, se ha extendido a un segmento del exilio cubano. No solo ofreciendo una visión caricaturesca —enfatizo sobre las haraganerías y vilezas de observar los fenómenos en blanco y negro—, sino derivando las discusiones al insulto. Tales caricaturas comienzan por negar el derecho a residir allá, en Mantilla o en Centro Habana, en Holguín o en Pinar del Río. Como si esa decisión —tal derecho—invalidara, hipotecara la polémica.
Es como si se imitara lo que hace el Departamento de Orientación Revolucionaria (DOR) del Partido Comunista; como si hubiera que pagar con la misma moneda, a costa de convertirse en un fascista. Casi lo mismo pero de este lado; aunque sea —por supuesto— con ausencia de peligros, de ir preso o convertir al polemista en una no persona, como hace la Seguridad del Estado.
Sorprende que personas inteligentes resbalen por una suerte de fanatismo y abandonen sus principios democráticos, caigan en insultos personales, descalifiquen al que no piensa igual. Y lo peor: no deseen argumentar, discutir civilizadamente. Si eso es lo que quieren para la nueva Cuba, arreglados pudiéramos estar.
La voluptuosidad del debate es un deber placentero cuando se mantiene limpia de groserías. Los exiliados cubanos no necesitamos del insulto para demostrar que encarnamos, junto a la abrumadora mayoría del insilio, la esperanza de la nación.
Las "personas inteligentes" en Cuba son una minoría. El resto es el producto de una mezcla de lo peor de una cultura pervertida por una situación política que desde hace 60 años ha empeorado lo que respecta a la urbanidad y los buenos modales. Empezando con el gansterismo de la república postcolonial y terminando con el alienado Comandante en Jefe que vociferaba e insultaba al imperialismo y a todo lo que se le ponía por delante como única retórica posible, en esa isla no hay otra manera de comunicarse
En Cuba nunca ha habido una cultura política de entendimientos y concensos como existen en otros países con tradiciones democráticas; es lo que hay y habrá, es lo que somos.
Trelles____ Ya se lo advertí, no siga con lo del „forro nacional“ que los cuidadores le van a quitar el wifi.
“Arte soy entre las artes y en los montes monte soy.” J.M.
Cibrclaria que insulte, que venga disfrazada de cordero para colar sus mentiras o que quiera hacerse la graciosa con ironías y sarcasmo, aquí coge “palo.” Se acabó la consideración.
Bienvenido ahora a Prats Sariol politologo. Llego el otro dia del Vedado a Jayalia y ya va dando lecciones. Lo que faltaba: que pase el proximo.
Lo único que me queda claro al leer este "profundo y progresista" texto es que Prats Sariol "detesta a Abel Prieto como persona".
Me gustó este artículo de Prats. En síntesis es un llamado al debate sin ofensas al otro, tan necesario en medio de una campaña presidencial que chorrea todo lo que no debiera ser. Good!
Un dato: El Ingenio, obra cumbre de Moreno Fraginals, fue censurado en la bibliografía que los estudiantes de Historia de la UH debían consultar. Sergio Aguirre --el hermano de Mirta, mujer que parece acaparó todas las neuronas, y vilezas también, de los tres hermanos-- ni siquiera debatió alguna vez con Moreno, se fue por la vía más corta y ejecutó de ordeno y mando desde su pedacito de poder en la Escuela de Historia. Era un pobre espécimen de los "peseperos".
De vuelta a la campaña: Aparte de los potenciales errores o malos hábitos de los cubanos que cruzaron el charco, hay que reconocer que cada uno de estos dos contrincantes en EEUU presenta un escenario que difícilmente incita al debate serio, y por razones muy diferentes. Solo por eso me alegra no vivir allí.
Qué voluptuosa chusmería y guapería la de esos machos de patio de colegio castrista. Abel Prieto y el eterno aspirante Fernando Rojas, dos polemistas de calibre, te citan a las cuatro y media en el patio de Villa Marista.
El pobre Prats Sariol no tiene ni idea de cómo han sido los debates en el exilio desde el rifirrafe entre Patria (batistianos) y Avance Criollo (fidelistas arrepentidos). Los cubanos exiliados e insiliados pueden dar lecciones a los candidatos presidenciales de cómo ofender y, sobre todo, de cómo debatir cuestiones irrelevantes y meter mentiras a troche y moche. Sacar por lo pelos ejemplos de decencia en la república poscolonial no puede tapar los despelotes que incluyeron no sólo verbo, sino peleas a bastonazos, tiros y demás especies de la cubanía voluptuosa, La contienda presidencial ni pinta ni da color a esta última. Es simplemente la versión yuma de la indecencia, que para los cubanos viene de la Cámara de Representantes en la manigua.
La cago cuando contrapuso facismo con comunismo; los dos vienen de la izquierda , son socialista , los dos abogan por el sometimiento del individuo al estado , los dos subordinan la economia al poder politico, los dos sistemas ponen tantas restricciones que se ven obligados a eliminar las libertades individuales ; el facismo no tiene nada que ver con los que quieren libremercado, libertad economica y todas las otras libertades. Cuando alguien contrapone a la extrema izquierda o comunismo el facismo como extrema derecha , solo esta repitiendo un "error" intencional que trata de asociar el conservadurismo a el facismo, lo cual denota falta de profundidad conceptual e historica
Exactamente, estos intelectuales se van con la de trapo. Parece que los intelectuales de ahora toman sus criterios de los medios de difusión ideologizados y polarizados. Estos son los intelectuales milenials
Asi es ; son buenos en marketing , en como venderte una idea ; pero venden sofismas.
// El debate, ni como contienda, ni como interacción voluptuosa //
Si no como examen desde dos visiones de un problema, situación o proyecto.
Es lo que necesitamos, en todas partes, en muchísimas situaciones.
¡Es más que posible, fácil! Lo facilita, propicia, promueve y obliga EL MEDIO USADO PARA LA DISCUSIÓN, DIÁLOGO O DEBATE.
Ver mi comentario sobre "Gran Foro Nacional Cubano" en https://diariodecuba.com/cu… Muy desafortunadamente GFNC no existe funcionando todavía, está en desarrollo, pero se ven claros LOS GRANDES PROVECHOS DE TENER UN GRAN FORO NACIONAL.