El Ministerio del Interior (MININT) cubano reveló la malversación de alimentos en Villa Perlazúcar, el primer centro de aislamiento para sospechosos de contagio con Covid-19 en Cienfuegos.
Tras una inspección, las autoridades descubrieron que dos directivos y trabajadores del lugar, perteneciente a la Empresa Provincial de Gastronomía, Alojamiento y Recreación, habían provocado una afectación económica —que no se considera definitiva— de al menos 45.910 pesos.
"Se constataron faltantes de productos como salchicha y pollo, así como violaciones administrativas relacionadas con la contabilidad y documentación establecida", explicaron el teniente coronel Alexander Ibías Agrafojo y el primer teniente Ramón Medina Águila, en declaraciones al diario oficial 5 de Septiembre.
Según el reporte, desde que la villa inició sus servicios como centro de aislamiento el 11 de marzo pasado, hasta el día 30 de ese propio mes, allí se procesaron y consumieron 4.271 kilogramos de pollo, para un total de 4.647 raciones de muslo con contramuslo, una cantidad excesiva si se tiene en cuenta que el promedio de pacientes y trabajadores de la salud por día en el lugar no llegó a 125.
Además, los menús incluyeron otras ofertas como plato fuerte, y la documentación revisada mostró que en varios ocasiones se declaró una cantidad de comensales muy por encima de los que realmente tuvo el centro.
El mayor Ángel Lorenzo García Mateu, que conduce la investigación, dijo que la pantrista que llevaba el alimento a los enfermos declaró que nunca repartió las postas enteras, como establecían los documentos de salida del almacén, sino porcionadas en muslos o contramuslos.
Gracias a ese robo sistemático, los investigadores precisaron que el 29 de marzo el director de la villa envió siete cajas de pollo hacia Cumanayagua, para entregarlas a amistades suyas.
También este hizo "acciones contables fraudulentas de mutuo acuerdo con el administrador y el almacenero del restaurante Escambray, de aquel territorio" para "acreditar una supuesta transferencia de la mercancía y su venta a través de la parrillada de dicho establecimiento", precisó la nota.
La inspección detectó además el faltante de 13 cajas de helado y de carne de cerdo. García Mateu aseguró que después que el Consejo de Defensa Provincial designó una cifra de cárnicos a un precio de 2,37750 el kilogramo, en Villa Perlazúcar el expediente de este pollo se hizo junto con otro, cuyo costo es de 18,60 el kilogramo, lo que elevó el precio del producto facturado a Salud Pública y dejó una cantidad de dinero que fue sustraído.
Desde que se desató la pandemia del Covid-19, han abundado en redes sociales las denuncias por las condiciones de albergue, higiene y alimentación de miles de personas confinadas en centros improvisados para el aislamiento de los casos sospechosos de contagio.
No obstante, tanto el Gobierno como la prensa oficial hacen énfasis en el combate sistemático a los acaparadores y vendedores de productos en el mercado negro, a quienes culpan del desabastecimiento que sufren los cubanos.
Con respecto a Perlazúcar, el MININT levantó una denuncia por el delito de malversación, si bien las investigaciones continúan abiertas.