La crisis del Covid-19 en la Isla ha obligado a reorientar las ayudas que desde 2017 miles de cubanos dispersos por el mundo entregan desde Ranchueleros Unidos a los más necesitados de ese pueblo villaclareño. Lo que hace tres años surgió en Ecuador como un grupo en Facebook para unir a todos los nacidos en Ranchuelo, se convirtió en pocos meses en un proyecto humanitario que funciona hasta hoy de manera autónoma.
Más de 7.000 miembros de esta iniciativa de la sociedad civil independiente alimentan a personas vulnerables en ese municipio de Villa Clara, los proveen de medicamentos y algún otro recurso puntual, aunque en los últimos meses la pandemia ha transformado la labor.
"En estos momentos, debido a la situación actual, las ayudas se están entregando solamente en efectivo", declara a DIARIO DE CUBA Lázaro Batule, fundador del grupo.
Al menos una veintena de sobres con dinero en los últimos meses —para Eusebia y Visto, Amado y Zenaida, Mazorra o Moyita, por citar solo algunos ejemplos— han sido entregados en manos de quienes más lo necesitan. Las cantidades —más de 500 pesos en algunos— varían en función de la situación personal.
"No podemos realizar los almuerzos porque los paladares particulares están cerrados. La situación de emergencia del Covid-19, más los problemas de desabastecimiento en las tiendas, han complicado bastante nuestra labor", lamenta Batule.
"No es la manera que más nos gusta de entregar apoyos, pero no tenemos otra opción teniendo en cuenta la realidad que existe en Cuba", sostiene.
Residente desde hace cinco años en Ecuador, Lázaro Batule conversa con DDC sobre una iniciativa que se centra en las personas de la tercera edad, o con alguna discapacidad.
Señor Batule, ¿cómo surge la idea?
Desde que llegué a Ecuador, en 2015, estuve buscando una manera de unir a todos los ranchueleros. Entonces, en abril de 2017, creamos Ranchueleros Unidos, con el objetivo de crear un puente de comunicación entre los de dentro y los de fuera del país. Luego, a los pocos meses, comenzamos a desarrollar una labor humanitaria que se convirtió en un nuevo objetivo: apoyar a las personas más necesitadas de Ranchuelo.
¿De dónde obtienen los recursos para asistir a los necesitados?
En un principio, el dinero que se necesitaba para pagar los almuerzos de las personas de la tercera edad o con alguna discapacidad, lo ponía yo de mi presupuesto personal, pues no teníamos donativos. Poco a poco, los miembros del grupo comenzaron a sentirse identificados con la labor que realizábamos y empezaron a brindar sus aportes. El grupo funciona con donativos de sus miembros. En estos momentos tenemos 7.000 miembros distribuidos en más de 70 países.
¿Cómo se organizan para hacer llegar los recursos? ¿Quién hace las entregas?
Mi familia me ha brindado un apoyo incondicional; en especial mi hermano Juan José y mi tío Juanito se han encargado de entregar los almuerzos. Esos almuerzos se preparan en una paladar particular del pueblo y se renta un coche de caballos para entregar en los domicilios de las personas de la tercera edad o con discapacidad. Un asistente de labor social que tenemos contratado se encarga de entregar las ayudas individuales para las personas con problemas más graves, a las que ayudamos todos los meses.
¿Tienen apoyo en Ranchuelo?
En un principio solo se recibían donativos de los ranchueleros que vivían en el exterior, pero cada vez son más los ranchueleros de la Isla que brindan su granito de arena para continuar la labor humanitaria que desarrollamos. Inclusive, hay personas dentro de Cuba que aportan de manera sistemática 100, 50 o 20 pesos, en dependencia de las posibilidades económicas de cada cual.
¿Cómo identifican a los necesitados?
En un principio mi tío Juanito fue muy importante en este aspecto, pues trabajó muchos años en Cáritas, de la Iglesia Católica, y conocía todos los casos de ancianos y personas con discapacidad que vivían solas y estaban atravesando una situación difícil. También la comunidad ha jugado un papel importante en ayudarnos a identificar a las personas más necesitadas. Es importante destacar que el asistente de labor social se encarga de verificar los distintos casos, visitarles en sus casas, hablarles del apoyo que deseamos brindarles y recopilar toda la información posible sobre esas personas.
Más donativos, más beneficiarios
El proyecto humanitario de Batule tiene una página web desde la que pretenden organizarse mejor para llegar a más personas. A través de ella, y mediante paypal, se pueden realizar donativos. Dentro de la Isla, en el mismo pueblo de Ranchuelo, Pacha o Joaquín se encargan de recibir donativos en la Calle José Martí número 10, entre José Maceo y Antonio Núñez.
Durante 2019 lograron incrementar la frecuencia de los almuerzos gracias a una mayor disponibilidad de presupuesto. En la actualidad ofrecen un almuerzo mensual y las intenciones son las de aumentar las comidas; también las de entregar otros recursos materiales.
Hermosa labor humanitaria. Ronchas le debe sacar a la Mandancia.
Los cambios de sistemas políticos en dictaduras de izquierda a una democracia participativa; históricamente, suelen venir de los cambios de generacional de la cúpula dirigente que es capaz de ver las nefastas medidas impositivas y la falta de libertad. Pero en Cuba; iniciativas como estas, si estuviera implantada en los 168 municipios, mas de uno de los cargos gobernantes se atrevería a dar el paso.
!!!!Y recordar sin la sociedad civil no san nada en cualquier sistema¡¡¡¡
eso va a durar lo q demore el DSE en enterarse.
Las autoridades comunistas, y en particular la seguridad del estado, frustran muchas de estas iniciativas, justamente para que no les quiten protagonismo. Esperemos este no sea el caso.
Esta iniciativa es buena y ayuda a quitarle el protagonismo al estado castrista incapaz de alimentar y sostener a sus propios ciudadanos. Bravo!!