Back to top
Bitácora de cuarentena

Esto también debería llamarse libertad

La autora escribe en La Habana una bitácora en tiempos de pandemia para su hija de 18 meses.

La Habana
Mónica Baró, periodista independiente.
Mónica Baró, periodista independiente. Fundación Gabo

Hija, mi amora, ha sido un día difícil. Y empiezo pidiéndote o pidiéndome disculpas por no haber estado más centrada en tu juego, en acompañarte con tus dibujos animados, en tu baño. Pero pelear la libertad es algo que te debo, Nina. Pelear la libertad de expresión es un deber ciudadano y mamá es una ciudadana. Aun cuando el sustantivo suene a mala palabra aquí y ahora.

He pasado medio día buscando cómo proveernos y de qué. Es la primera vez que mando a comprar más de 4 productos iguales. Es la primera vez que tengo dos botellas de aceite, cuatro bolsas de papel sanitario... Es, en definitiva, la primera vez que el refrigerador de mamá luce lleno, incluso cuando he tenido más dinero.

Recuerdo que, hace décadas, cuando guardaba solo unas botellas de agua hervida que parecían flotar en aquella inmensidad soviética, Jorge y yo nos enfrascamos en llenar pozuelos y fabricar figuras de papel maché que simularan comidas ricas, apetitosas. Entonces, comer no era tan importante para alimentar aquel amor. Para alimentar mi amor por ti, sí lo es. Es más. Es una responsabilidad que comamos, lavemos, nos cepillemos los dientes, nos bañemos...

A tener cosas suelen llamarle libertad. Y ya lo creo que se es libre si se tiene lo básico, si la supervivencia está cubierta, sobre todo si se ha trabajado bien (Dicen que se es más libre mientras más se tiene. No me creas. Eso es lo que dicen. Yo nunca he sido rica.)

Yo peleé esa libertad nuestra que debía estar garantizada sin colas, sin tanta carencia, sin tanta brecha que parece abismo insalvable, sin tanto desorden de las autoridades (el nuestro, el del pueblo, es una consecuencia de la mala planificación estatal. No al revés, hija). Yo pensé en las madres como yo, en los hijos como tú que tienen que dar la batalla en la calle, solas, sin políticas que las amparen, a merced de CoVid-19 y otros males. Nosotras tenemos una tropa que pelea nuestra libertad, Nina. Hoy llegaron Leydis, Mario y Marcella que comparten con nosotras lo que tienen.

A las 2:00 PM ni un minuto más ni uno menos, como indicaba el mensaje de Cuber, hice nuestro próximo pedido. Las cosas han cambiado de la primera vez a esta segunda: Ahora hay dos ofertas que incluyen frutas, vegetales y viandas, alguna sazón: la A (240 CUP) y la B (288 CUP). La entrega a domicilio, que priorizó a Plaza de la Revolución, también subió, de dos a cinco CUC.

Yo me sentí trabajadora de la Bolsa justo el minuto antes de que abran esos mercados. (Tengo un amigo que trabajó por años en la Bolsa de Nueva York y alguna que otra película he visto). Y lo logré, mientras tú hacías una siesta. Con la misma ansiedad que los corredores de bolsa, esperé el acuse de recibo: “Confirmado”, leí en el chat. Me fui a abrazarte hasta que despertaras. Ya no te quedaba mucho en cama. Y me gusta cómo me miras cuando abres los ojitos y descubres que ahí estoy. Esto también debería llamarse libertad.

Mientras fungía como tu exoesqueleto divertido, me advierten que Mónica Baró ya ha salido de su “entrevista” con la Seguridad del Estado. Mónica, a la que conociste con apenas 2 meses, cuando se dejaba el pellejo ayudando a las víctimas del tornado. El pellejo y la salud mental, que nadie imagina su daño en una profesión como esta, también en la alegalidad. La que emociona a mamá con los resultados de sus investigaciones periodísticas, con su Premio Gabo (que con ella parece querer recobrar su prestigio).

A Mónica le imponen una multa, avalada por el Decreto 370. Un primer intento de mordaza para ella. No la firma. Habrá de pagarla, si no estará varada en Cuba un tiempo. Nada es eterno. No está sola. Ya no estamos tan solos. Maykel Osorbo lo sabe. Lo castigaron por el Decreto 349 y ahora le aplican el 370, no sin antes fracturarle un brazo, según me cuentan.

Todo eso me dicen justo antes de que inicie la transmisión en vivo en la Fanpage de INSTAR con Iris Ruiz y Amaury Omnipoeta. Entonces, oí juntas las palabras libertad y expresión, y me parecieron las más urgentes.

Me solidarizo con Mónica. Le pido perdón por heredarle tanta mierda. Tuiteo el tuitazo para la excarcelación del rapero Osorbo. Al artista Luis Manuel Otero Alcántara le informan que se paraliza el proceso penal por daños a la propiedad, pero lo juzgarán por “ultraje a los símbolos patrios” (Código Penal y Decreto 349) y “Desacato agravado”. Quiñones sigue preso. Desde que estás en mi panza, a veces, siento miedo.

En Cuba, nuestra isla, han criminalizado a la ciudadanía, hija. La llaman mercenaria, ilegal... Quién será el o la próxima. Por qué. No lo sé. El 370 se me antoja ahora mismo racista, clasista y misógino, después de espurio.

Sueña en libertad, Nina. Mamá vela por eso.

PD: Cayeron unas goticas de lluvia. No queda ni rastro en el pavimento. El cielo permanece de un gris oscuro feo. Está más fresco. Quizá por eso no me hayas pedido varias teticas hasta ahora.

Más información

1 comentario

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.
Profile picture for user Juan Q.K.

Se siguen sumando cubanos al despertar. Somos más, no hay duda. Hay que seguir. Lo de las "figuras de papel maché que simularan comidas ricas" dentro del refrigerador en 'periodo especial' no lo había escuchado antes, y mira que viví cosas, y mira que he escuchado historias..!!! / JuanQuinKing