Cuba: miedo al coronavirus vs. miedo al desabastecimiento

Mientras la cifra de contagiados con el nuevo coronavirus sube en el país, y en Holguín hay decenas de sospechosos internados bajo estudio, los habitantes de la provincia no pueden evitar acudir temerariamente y a toda carrera a las tiendas de productos industriales donde han surtido pasta dental y jabón, o a comprar papas, un alimento poco frecuente en el oriente de la Isla.

El miedo al contagio pasa a un segundo plano.

Este jueves las colas fueron largas y hubo un amplio despliegue policial en los dos puntos de venta de Mayarí en los que surtieron jabón y pasta de dientes.

Lisandra, una joven empleada del área de contabilidad en una empresa del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), se escurrió entre la compacta masa humana que bloquea la entrada de la tienda y logró llegar a la calle, donde la cola ocupaba una senda completa.

"Salí molida, pero logré comprar los dos tubos de pasta dental", dijo acomodándose el cabello.

"Ayer compré en la calle un potecito de pasta infantil en 30 pesos, de esos que vendían a diez pesos en las tiendas y estaban mosqueados. Parece que los traen de otras provincias. En la shopping tampoco hay de ningún tipo y hace rato esta pasta Perla de ocho pesos estaba perdida. Apenas supe que estaban sacando, corrí para acá".

"Si aquí por casualidad hay algún contagiado de coronavirus, pronto estaremos todos enfermos, porque esto es uno arriba del otro para poder comprar. Si la Policía no estuviera aquí, la matazón fuera más grande todavía", opinó.

"Yo escuché por Radio Mayarí que estaban sacando pasta dental y corrí para el pueblo", relató Ismael, un campesino de los alrededores de la ciudad, decepcionado por no alcanzar el producto pese al esfuerzo.

"Ni me acordé del coronavirus ese, ahora es que vengo a reparar en eso. Fíjate que no cogí el tapaboca que me hizo mi hija. Me tope esta multitud inmensa y marqué, pero no alcancé. Se acabó ahora mismo, antes de la 1:00pm. Esto es como echar un puñado de maíz en un gallinero", añadió.

Al surtido de jabón y pasta dental siguió el de papas este viernes; una novedad, ya que el Gobierno no distribuye este alimento en las provincias donde no se cosecha.

"Desde hace días están repartiendo por la libreta (de racionamiento) a tres libras por persona", comentó Gregorio, un consumidor de la tienda la Guerrillera, mientras hacía la ya inmensa cola en la placita de El Cocal, barrio del límite urbano de Mayarí.

"No sé cómo lo hacen. Apenas ha llegado el camión y, aun sin que terminen de descargar los sacos de papas, ya las personas se han enterado y la cola es inmensa", se quejó.

Al parecer la excesiva muestra de confianza del Gobierno cubano en su sistema de salud, amplificada por los medios oficiales y temeraria si se analiza la situación mundial, ha calado en la gente, que no tiene otro remedio que meterse en colas con excesivo contacto físico para comprar alimentos o productos de aseo.