Vivir en alquiler en Cuba: ilegal, sin garantías y con muchos obstáculos

Dianelis y Laura son dos jóvenes estudiantes en busca de un alquiler de largo plazo que se ajuste a la mesada que sus respectivas familias les pueden enviar cada mes. Oriundas de Cienfuegos, cursan una licenciatura en la Universidad de La Habana.

"Vivir alquilado es una carrera con obstáculos para los cubanos. Cada día los alquileres con condiciones decentes están más escasos y caros. La opción que queda es perder privacidad y compartir la renta con amistades de confianza para minimizar los gastos", comentó Laura, quien en el tiempo libre que le dejan los estudios trabaja como manicure.

"No creo que estén caros los alquileres, sino que la vida en el país se encareció de pronto y todos estamos en el mismo circulo vicioso: los que alquilan y los alquilados, la realidad es igual para todos", opinó por su parte Dianelis.

Ambas están en el tercer año de sus carreras. Pagan 100 dólares por un apartamento de dos habitaciones en Nuevo Vedado. El precio era de 120 dólares, pero fueron recomendadas por unas amistades de su familia, y la casera accedió a pactar 20 dólares menos.

Para el escritor habanero Jorge Enrique la suerte ha estado, en alguna medida, de su lado. Desde hace casi dos años alquila en la barriada Los Sitios, pero el precio que paga es elevado: 100 dólares mensuales.

"El espacio es bastante reducido, solo para una persona, pero es independiente y por tiempo indefinido, que son siempre las condiciones de alquiler más difíciles de encontrar. Anteriormente estuve rentado en otros tres lugares, por la mitad de este precio, pero en convivencia con los dueños y solo por cuatro meses", relató Jorge Enrique, quien tiene que "hacer malabares" para pagar la renta puntualmente cada mes.

A pesar de la relación de confianza, casi familiar, que tiene con su casera, Jorge Enrique anda en busca de un alquiler "más amplio" para establecerse con su pareja y su hijo.

"Pero encontrar un alquiler de dos habitaciones, independiente, por tiempo indefinido, con mínimas condiciones y que la renta no sobrepase los cien dólares, es realmente difícil por no decir imposible actualmente", señaló.

Las condiciones mínimas para un alquiler requieren un refrigerador. No todos los alquileres garantizan este "detalle", que suele ser el más importante, coincidieron todos los entrevistados.

"Sin refrigerador tus gastos se duplican al no poder almacenar alimentos, casi no puedes planificar tu economía doméstica", consideró Javier Castellanos, quien alquila junto a su novia un apartamento de un cuarto en una barriada de El Cerro.

"Pagamos de renta 80 dólares mensuales, pero sin refrigerador. Lo único bueno es que estamos alquilados por tiempo indefinido. Llevábamos dos años dando tumbos en alquileres pactados a lo sumo para tres meses. Ahora podemos comprar nuestros electrométricos, comprarnos nuestras cosas para formar una familia".

Quienes tienen que alquilar temporalmente están limitados para adquirir bienes materiales. Una mudanza puede costar entre 30 y 40 dólares el camión y entre diez y 15 dólares la mano de obra.

"Si cada tres o seis meses tienes que pagar ese dinero, más la incomodidad que resulta cada mudanza, prefieres no tener nada propio y buscar alquileres que tengan las comodidades mínimas, lo cual es prácticamente imposible de encontrar en menos de 100 dólares", comentó Katiuska Llerena, una joven enfermera que perdió su cuarto en Centro Habana hace cinco años como consecuencia de un derrumbe.

A criterio de Katiuska, encontrar un alquiler por tiempo indefinido tampoco es garantía de seguridad. Al no ser un negocio legal (el alquiler para cubanos), los clientes están indefensos e imposibilitados de reclamar "ni siquiera el robo de tus pertenencias".

"La situación de la vivienda empeora y no son pocos los que prefieren pasar hambre y pagar un alquiler antes que irse a un albergue. Entonces, los precios se disparan, y si mañana aparece alguien más asfixiado, capaz de pagar 30 dólares más, pues la casera te echa", añadió Katiuska, quien en dos ocasiones ha vivido esa experiencia.

Por su actual alquiler, en la barriada de Santo Suárez, paga 75 dólares mensuales. Es un apartamento de un cuarto, sin refrigerador, pero por tiempo indefinido.

Alquileres baratos de entre 30 y 40 dólares, con seguridad y condiciones, apenas existen. Por lo general, están en barriadas muy distantes y no ofrecen garantías ante robos "en caso de barrios complicados" y por "las condiciones mismas del inmueble", afirmó Gloria Valdés, quien se presenta como una de las personas que más contactan los cubanos que buscan alquileres de cualquier categoría.  

"Son casi siempre en solares, donde la privacidad es muy baja, y los cogen personas que están muy desesperadas o que llegan desde las provincias a La Habana por diversos motivos".

Preguntada respecto a las licencias para rentar a cubanos por largos plazos, o por tiempo indefinido, Gloria aseguró, coincidiendo con todos los consultados, no conocer a una sola persona con permiso para ejercer ese negocio.

"El Gobierno sabe que debe hacer la vista gorda con este negocio no legal. La situación de la vivienda es muy dura para andar vigilando quién alquila a quién. El riesgo por alquilar a cubanos es una multa de 1.500 pesos, pero es muy raro que suceda. Es un negocio que no hace daño a nadie", concluyó Gloria.