El Gobierno cubano desplegó en La Habana un operativo de recogida de vagabundos en las noches de los días 8 y 9 de diciembre, en vísperas del Día Internacional de los Derechos Humanos, informaron testigos.
Con ayuda de policías que emplearon perros entrenados, funcionarios sacaron de las calles a personas presuntamente desamparadas y sin amparo filial, que deambulan por el centro comercial La Sortija y otras áreas de interés económico de la capital.
"Todo eso es para dar imagen, una farsa. El Gobierno solo presta atención a los desamparados ante la visita de alguna personalidad extranjera o en fechas señaladas, como el Día de los Derechos Humanos", declaró Modesto Hernández, activista de la sociedad civil.
Los vagabundos, que el Gobierno y sus medios de prensa califican con el eufemismo de "deambulantes", suelen ser personas sin vivienda y empleo. Muchas veces no tienen familia, sufren problemas como alcoholismo o enfermedades mentales. Su presencia en las calles de la Isla ha aumentado desde la crisis de los 90.
Los días 8 y 9 de diciembre fueron trasladalos en ómnibus de "Servicios Complementarios" hacia los llamados "centros de clasificación".
"¿Cómo no se ocupan de los desamparados durante todo el año con mayor frecuencia? Esto evidencia que la política no está enfocada en resolver sus problemas, sino solamente en tratarlos cuando al Gobierno le conviene dar una buena imagen. Luego vuelven a las calles", criticó José Ignacio Martínez, periodista independiente.
Muchos de los mendigos cubanos son ancianos y personas con discapacidad sin amparo filial.
En Cuba existen varios centros de clasificación de vagabundos, con capacidad para recibir a unas 200 personas cada uno, aunque una fuente de estos centros, que no quiso ser identificada, denunció hacinamiento y malos tratos.
wao