Back to top
Política

¿No les interesa la política? Mujeres y participación en Cuba

¿Por qué las mujeres cubanas prefieren no involucrarse en política? Una periodista, una abogada y una activista responden a DIARIO DE CUBA.

Miami
Mujer en La Habana.
Mujer en La Habana. Comité Ciudadanos por la Integración Racial

Un reciente sondeo de la encuestadora independiente CubaData arrojó que las cubanas tienen un "alto interés" por la política, pero no quieren involucrarse en ella. Según la encuesta, solo una de cada diez manifiesta "una intención permanente por participar".

La contradicción aflora enseguida: ¿Cómo es posible que las mujeres no "quieran" participar en política y Cuba sea el segundo país del mundo con más parlamentarias?

"No es un problema de interés en la política. Es un tema de participación", dice a DIARIO DE CUBA Marta María Ramírez, periodista y activista feminista residente en La Habana.

"En Cuba la participación ha sido anulada. El momento en que se constituye, la Asamblea Nacional del Poder Popular parece horizontal, pareciera de verdad de base, de raíz. Pero en la práctica no es eso. Ahí se anulan todas las ganas de participar".

El Parlamento cubano se compone de 605 diputados, de los cuales más de la mitad, el 53%, son mujeres. Sin embargo, los miembros del Parlamento son propuestos por las comisiones de candidaturas, integradas por miembros de las llamadas "organizaciones políticas y de masas", que controla el Gobierno.

"La participación política no tiene que ver con la elección de mujeres en el Parlamento", matiza la abogada Laritza Diversent, directora del independiente Centro de Información Legal Cubalex.

"El proceso de elección de los diputados no garantiza la participación política del resto de la población. El hecho de que existan mujeres en el Parlamento tampoco significa que esas mujeres hayan sido 'electas' para representar a una mayoría de su género", considera Diversent.

En Cuba, el Partido Comunista preside las comisiones de candidaturas. La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) ―la única organización de mujeres permitida por el Gobierno― tiene facultad para proponer candidatas a diputadas a la Asamblea Nacional. Sin embargo, la FMC ha sido criticada por defender la agenda política del régimen, en lugar de impulsar demandas feministas.

La "desactivación" de la Asociación de Mujeres Comunicadoras Magín, en 1996, sobresale como un ejemplo de la desmovilización de las mujeres cubanas por parte del régimen. Fue el Comité Central del PCC quien ordenó la desintegración de ese grupo de comunicadoras, escritoras, cineastas y científicas feministas, preocupadas por la divulgación de estereotipos machistas en los medios de comunicación.

Dos décadas después, las iniciativas independientes de participación política o social siguen siendo frustradas por el régimen. En los últimos meses, periodistas de medios independientes y activistas feministas han visto recrudecerse el acoso, las amenazas y las detenciones arbitrarias contra ellas.

De 2016 a 2018, en la Isla "las mujeres sufrieron mayores niveles de represión que los hombres. A pesar de que la cantidad de mujeres activistas es menor, [ellas] sufren mayor cantidad de actos de hostigamiento", señala el informe Graves violaciones de derechos humanos en Cuba, publicado por Cubalex en 2019.

En los últimos tiempos han sido bastante frecuentes las denuncias de mujeres que participan en política desde la sociedad civil "legal" o "alegal", recuerda Marta María Ramírez. "Han recibido 'conteos de protección', amenazas hacia ellas o sus familias. En el rol tradicional de cuidadoras y de responsables máximas de la familia, participar en la política sería de las últimas opciones".

Aimara Peña es una activista opositora que reside en Sancti Spíritus. En 2017, intentó ser candidata independiente de su circunscripción a las elecciones de delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular.

Las mujeres que participan en política desde el Gobierno "son seleccionadas y no representan ningún principio propio, ni ninguna idea", considera. "Lo que hacen es replicar el discurso machista del régimen y ocupar espacios que han sido designados y no ganados democráticamente por méritos, competencia, ideas, luchas".

"Nosotras seguimos buscando espacio dentro del sistema cubano, aunque sepamos que es un sistema donde no tenemos lugar".

De hecho, "ninguna mujer que no esté 'comprometida' con el sistema ―y esto se aplica al resto de los ciudadanos― tiene la oportunidad de postularse o hacer carrera como candidata a los órganos del Poder Popular", dice Laritza Diversent.

En definitiva, añade la abogada, las mujeres cubanas no pueden estar interesadas en la participación política porque la falta de mecanismos para esos fines genera desinterés. "Ni ahora ni 50 años atrás había mecanismos de participación política en la Isla".

Más información

3 comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.
Profile picture for user Pamela Landy

Así mismo es. Y la que por propia iniciativa se atreva solo a mencionar algún proyecto que colisione con lo que exige la catequesis del régimen, es borrada y aplastada por completo. El caso de la doctora Hilda Molina es un buen ejemplo.

Nunca he pensado que esto de la representación por grupos tenga mucho que ver con la democracia o el bienestar de un país. Poco importa si usted es mujer u hombre, de extracción obrera-campesina, profesional o empresario, blanco, negro o mulato. Lo que importa es que clase de persona es usted y cual es su programa político. Sobre todo la Honestidad y Eficiencia de su gestión en ese campo.

Profile picture for user Ana J. Faya

Pienso que no es un problema o asunto de las mujeres, sino de la población en general. Como dice Laritza Diversent refiriéndose a la AN, "el proceso de elección de los diputados no garantiza la participación política del resto de la población." Y lo mismo para cualquier otra institución o esfera de la sociedad.