Aunque ocho de cada diez mujeres cubanas dicen tener un "alto interés" por la política, solo una de cada diez manifiesta "una intención permanente por participar". Esta contradicción es uno de los resultados del sondeo diseñado y aplicado en la Isla por la encuestadora independiente CubaData, presentado hoy.
Para concebir la encuesta "nos preguntamos si la violencia política y las normas tradicionales de género tienen un papel significativo en la intención de las mujeres cubanas de participar en política", explica el profesor Arístides A. Vara-Horna, de la Universidad de San Martín de Porres (Lima, Perú), autor del informe Participación política de las mujeres en Cuba: Normas de género, representación y violencia política en el imaginario social de las mujeres de 18 a 65 años (2019).
"En un país que pregona igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y con alta representación de las mujeres en la política, es de esperar altos porcentajes de intención de participación política de las mujeres". Sin embargo, "vimos que cuatro de cada diez mujeres sienten que participar en política es implicarse en violencia", señala Vara-Horna. Este es "un grupo hasta ahora invisibilizado por las encuestas tradicionales y cuya presencia contradice el imaginario hegemónico".
"En escenarios donde la mujer ve más violencia contra las mujeres en política, donde percibe menos igualdad de oportunidades de participación y se siente menos representada, tendrá menor intención de participar en política", advierte el experto en el informe.
Cuba es el segundo país con la mayor cantidad de mujeres en la Asamblea Nacional del Poder Popular (53,2%). Pero el verdadero papel de las mujeres en la toma de decisiones políticas ha sido puesto en duda por numerosas voces críticas dentro y fuera de la Isla.
"Aunque parece que en Cuba esta meta [de la inclusión de las mujeres en la vida política] está lograda con la mitad del Parlamento ocupada por mujeres, lo cierto es que ―tal como ocurre en otros países dictatoriales― es muy cuestionable el cómo se logra esta participación y el poder real que puedan ejercer", especifica el informe elaborado por Vara-Horna.
La Asamblea Nacional misma es cuestionada con frecuencia por su manera de votar, la mayoría de las veces por unanimidad, a favor de las propuestas del régimen, y por la forma en que son elegidos sus diputados, en un proceso tutelado y presionado por el Partido Comunista y la Seguridad del Estado.
Por otra parte, si bien la Asamblea Nacional del Poder Popular muestra paridad en cuanto al género de sus miembros, en las instancias superiores de poder ocurre algo diferente. El actual Buró Político del Partido Comunista de Cuba, por ejemplo, solo incorporó a cuatro mujeres de un total de 17 representantes. En la etapa anterior solo había una.
"A diferencia de lo que afirma el Gobierno, la igualdad de género está muy lejos de ser una realidad. La cultura patriarcal se mantiene preponderante; pues aún se espera que las mujeres se hagan cargo de las obligaciones domésticas y de cuidado, incluso si tienen un trabajo de tiempo completo", indica el informe elaborado a partir de la encuesta de CubaData.
Cuatro de cada diez mujeres creen que la participación política trae un alto coste de género, pues aún creen que "la mujer no debe descuidar sus responsabilidades domésticas por dedicarse a la política".
De la violencia política a los estereotipos de género
"La mayoría de las cubanas no creen que el sexismo exista porque crecieron oyendo que fue erradicado por la revolución", asegura el informe.
En el extremo de la negación de la violencia machista en Cuba, Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) e hija del exgobernante Raúl Castro Ruz, declaró en 2015 al diario Tiempo Argentino que en la Isla no ocurrían femicidios. "Porque Cuba no es un país violento, y eso sí es un efecto de la revolución", añadió.
En Cuba existe "una fuerte y sistemática propaganda social y control de medios e información que distorsiona significativamente las percepciones sobre la realidad" y que afecta, también, el reconocimiento de la violencia de género, explica Vara-Horna en el informe.
De hecho, en la Encuesta Nacional sobre Igualdad de Género, publicada en 2016, solo el 10,5% de mujeres reconoce la violencia machista como un problema central, aun cuando el mismo sondeo registra que cuatro de cada diez mujeres ha sido agredida alguna vez por sus parejas.
"Aún hay altos niveles de acoso sexual callejero, y ante los casos de violencia doméstica, la Policía no sabe cómo intervenir. Esto es así porque en Cuba no existe una ley especial de violencia de género, lo que hace muy difícil promover la prevención, reconocer la violencia, registrarla o atenderla", señala el informe sobre la encuesta.
El sondeo de CubaData es una de las primeras investigaciones que utiliza medios móviles para describir los imaginarios sociales de las mujeres en Cuba.
"Lo que se buscaba con este sondeo era evaluar las percepciones y los imaginarios sobre la participación política de las mujeres en un contexto bastante autoritario como el de Cuba", dijo a DIARIO DE CUBA el profesor Arístides A. Vara-Horna.
Entre el 28 de abril y el 12 de mayo de 2019, CubaData encuestó a 1.222 mujeres de entre 18 y 65 años, de todas las regiones de Cuba, a través de aplicaciones para teléfonos móviles y mensajes de texto.
Las cubanas lo que tienen es un ALTO INTERÉS EN LARGARSE.
Con el mayor respeto por este señor peruano, me parece que el diseño de un formulario como ese solamente arroja datos creíbles si la encuesta se aplica en una democracia participativa. Es infantil preguntarle a una cubana residente en la isla si le interesa participar en política; allí las masas no hacen política, sólo acatan. Las mujeres y los hombres que son miembros de la nomenclatura política, el establishment, no lo son por haber tenido el deseo y el interés por la política, sino precisamente por lo contrario, o sea, no tener opinión es el requisito indispensable para ser incluido en los lugares donde ya las decisiones están tomadas y solamente falta ir a levantar la mano en las mascaradas montadas por el que manda.
la mujer cubana es especial, inteligente, muy practica, se anda sin rodeos, por no hablar ya de que tienen los pantalones mucho mejor puesto que nosotros. bienvenidas en politica y en cuanto deseen