"Hace tres días los estábamos cogiendo (comprando) a 1.08 CUC y los vendíamos a 1.13, si eran mucha cantidad, o a 1.15 CUC si eran menos de 100. Pero ya hoy los dólares están a 1.20, sea la cantidad que sea, y mañana la cosa puede cambiar seguramente para arriba, porque están perdidos", comentó a DIARIO DE CUBA Yadiel, un cambista "por la izquierda" que merodea habitualmente por los alrededores de la Casa de Cambio (CADECA) estatal de Mayarí, Holguín.
"Yo llevo varios años en esto, pero con este lío de las nuevas tiendas en divisa el negocio ha cambiado. Hay más demanda y eso parece bueno, pero como hay menos dólares, al final ganamos prácticamente lo mismo y se pasa más trabajo. También hay que 'torear' a la gente que tiene cara de querer vender y se forma mucha competencia entre nosotros, los revendedores. Me gustaba más como estaba antes, más tranquilo y estable", concluyó.
En el momento de ser entrevistado, Yadiel no tenía dólares para vender y estaba a la espera de que llegara algún "punto" para comprarle. Alrededor de cinco cambistas más trabajan por los alrededores del parque aledaño a la CADECA, siempre vigilantes por si aparece un potencial vendedor al que llegar primero que el de al lado.
"La fuente principal de dólares son los cubanos residentes en Estados Unidos, que vienen muy a menudo a visitar la familia y a pasarla bien con lo que ganan allá. Son los dueños de Mayarí”, dijo Chicho, un exmaestro que ahora trabaja como cambista.
"Son los que más consumen y, como son de aquí, se saben 'la mecánica' de este país y no cambian en la CADECA porque ahí les descuentan el 10% más otro 3% de comisión. Con nosotros salen mejor siempre. Antes solo perdían un 5% y ahora salen mejor porque, lejos de perder, ganan un 8%", explicó.
Las nuevas tiendas abiertas recientemente por el Gobierno, y que fueron anunciadas pomposamente en Mesa Redonda desde el Palacio de la Revolución por el vicepresidente cubano Salvador Mesa acompañado de cinco ministros, han alterado inevitablemente el mercado interno del dólar, ya que solo operan con divisas libremente convertibles y la moneda norteamericana es la que más entra al país. Pero por su utilización en algunos rubros de la economía informal, el desequilibrio en las tasas de cambio crea desbalances y pone en tensión la economía real y a la población.
Elena, una jubilada mayaricera que por primera vez viajó al exterior esta semana para visitar a su hijo en Brasil, tuvo que abordar su vuelo sin poder comprar al menos algunos dólares para merendar o tomar agua en el aeropuerto de Tocumen, durante su escala de cinco horas en Panamá.
"Fue imposible para nosotros comprar dólares", contó su hijo José. "Antes de ir para la Habana, buscamos aquí en Mayarí y no hallamos, a pesar de que vimos a todos los revendedores. Ninguno tenía en ese momento. Fuimos a la CADECA, y tampoco".
"Pensamos que en La Habana mi madre, ayudada por mi tía que vive allá, encontraría. Pero fueron a varias CADECA y tampoco resolvieron. Coincidieron con la apertura de estas tiendas. Imagino que por miedo no preguntó a los revendedores de la capital que tal vez sí podrían tener. Pero es de entender que son personas mayores que temen ser estafadas con billetes falsos, como le ha pasado a tanta gente. La cosa es que mi madre se fue sin dólares para su viaje".
"Lo peor es que en el aeropuerto hubo problemas con la puerta de embarque y, al perder el vuelo de conexión, tuvo que permanecer allí casi 30 horas sin un dólar para comer, solo con CUC y pesos cubanos que no son cambiables fuera. Sobrevivió con una botellita de agua y un paquetico de galleticas dulces que llevó en el bolso de mano. Aquí estuvimos superpreocupados por su presión arterial y por que el hambre, junto al estrés de haber perdido el avión, le fueran a afectar".
Las Casas de Cambio de divisas (CADECA) ofrecen, supuestamente, el servicio de compra y venta de varias monedas extranjeras, entre ellas el dólar. Pero, aunque el servicio de compra siempre está habilitado, no sucede igual con la venta, pues no cuentan con una oferta estable y dependen, al parecer, de las compras que hayan realizado previamente. Como la mayoría de los interesados expenden sus dólares en el mercado negro en busca de un mejor precio, en Mayarí rara vez es posible comprarlos en el lugar establecido oficialmente para estos fines.
"Ahora trabaja como cambista". No sé cómo interpretar la frase, se dedica a ganar dinero al garrote, sin legalidad jurídica para el desempeño de esta actividad, actividad que por cierto es ilegal en cualquier sociedad y resulta que es un noble trabajador. Nada más cercano a la hipocresía.
Prestar (que no ganar) dinero "al garrote" es prestar dinero con un interés demasiado alto. Generalmente se considera así a partir de un 30%. Nada que ver con los cambios de moneda que dicho sea de paso es una profesión tan honesta como cualquier otra y legal en todo el mundo.
en Revolico esta a 1.30
// ¡La gente tratando de recuperar *parte* de los dólares que perdieron al coger chavitos! //