Una veintena de mujeres sin techo con niños, que ocupó un local abandonado de una antigua fábrica, en Luyanó, La Habana, abandonaron el inmueble tras la promesa de las autoridades de dar solución a sus problemas de vivienda.
"Ablandarnos para que saliéramos, que sí, que nos iban a resolver, pero eso yo lo vengo oyendo hace cinco años y nunca nos resuelven", dijo a Radio Televisión Martí, Mercedes Naranjo, una de las ocupantes.
Naranjo es madre de una niña diagnosticada con neuropatía sensitiva autónoma hereditaria tipo IV, único caso en la Isla del que ha hecho seguimiento DIARIO DE CUBA. Naranjo reside con su hija en la casa de su madre, María Elena Carnesoltas, en Luyanó.
"La delegada de la asamblea popular habló conmigo en la reunión y me dijo que le habían informado que le iban a dar un apartamento nuevo de dos cuartos a mi hija en la calle Porvenir, y estoy esperando a ver si es verdad", declaró Carnesoltas al medio miamense.
La mujer explicó que el techo de su vivienda, donde ahora residen sus nietos, se filtra, y podría colapsar.
Otra ocupante de la fábrica, Juana Martínez, tiene un niño con discapacidad. Martínez dijo que Bárbara Boss, presidenta del Gobierno de 10 de Octubre, y otros dirigentes locales, fueron hasta el local tras conocer los hechos.
Martínez dijo que las autoridades les llenaron un expediente con detalles de sus casos. En su opinión, las naves de la fábrica abandonada hace alrededor de tres años podrían habilitarse para resolver el problema de muchas familias sin vivienda o que residen en casas en condiciones deplorables. Pero las autoridades "dijeron que no, que teníamos que irnos de ahí".
Ante la promesa del Gobierno local de resolver la situación de las familias que buscaron refugio en la fábrica, Martínez señaló: "Vamos a ver si es verdad. Vamos a creer en ellos una vez más. En caso de que no sea así, ya nosotros veremos qué hacemos".
El pasado 3 de octubre, Naranjo Carnesoltas decidió instalarse en el espacio ubicado en la calle Enna entre Manuel Pruna y Rosa Enríquez, en Luyanó, de donde dijo que no saldría "a menos que venga Miguel Díaz-Canel". La mujer dijo estar "cansada de las mentiras y las promesas".
El pasado 29 de abril Yahaira fue ingresada por un cuadro de osteomielitis que le afectó otro dedo del pie derecho, y como resultado hubo que recurrir a la amputación.
Entre las recomendaciones para extender la esperanza de vida de la niña, el equipo médico incluyó una habitación con aire acondicionado permanente para disminuir los cuadros febriles y el cuidado de la higiene para evitar las complicaciones por infecciones.
Un resumen de historia clínica, emitido el 17 de septiembre de 2015 y al cual DIARIO DE CUBA tuvo acceso, detallaba que entre las afectaciones patológicas que la neuropatía sensitiva autonómica hereditaria tipo IV provoca en Yahaira, se encontraba el síndrome febril intermitente, la anemia ferropénica, la inmunodeficiencia combinada severa, la epilepsia asintomática, y el retraso en el desarrollo psicomotor y del lenguaje.
A inicios de enero de 2017 las autoridades del Gobierno de Diez de Octubre, de conjunto con funcionarios de Vivienda, Salud Pública y Seguridad Social, prometieron a María de las Mercedes Naranjo ocuparse de su caso, con la asignación, en primera instancia, de un aire acondicionado y un refrigerador.
El 31 de julio de ese mismo año, en la dirección de Seguridad Social le notificaron que se le había aprobado la asignación de una vivienda. Sin embargo, también le explicaron que quien otorgaba las casas era Vivienda en coordinación con Planificación Física y el Gobierno.
"Aún estoy esperando, y durante todo este tiempo han sido evasivas y mentiras", lamentó María de las Mercedes en recientes declaraciones a ADN Cuba.