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VIVIENDA

'No salgo de aquí a menos que venga Miguel Díaz-Canel'

Una veintena de madres cubanas con sus hijos ocupan un local estatal en La Habana para exigir una vivienda.

La Habana
Yahaira Diéguez Naranjo en el hospital.
Yahaira Diéguez Naranjo en el hospital. ddc

Una veintena de mujeres sin techo en La Habana, entre ellas tres embarazadas, más 25 niños, decidieron ocupar un local abandonado, perteneciente a una antigua fábrica, en Luyanó, La Habana, donde pretenden plantarse hasta que el Gobierno les dé una solución de vivienda, informó la revista independiente ADN Cuba.

Entre estas personas se encuentra María de las Mercedes Naranjo Carnesoltas, madre de dos menores de edad, quien llevaba más de dos años a la espera de la vivienda prometida por el Gobierno municipal de Diez de Octubre por el caso de su hija, Yahaira Diéguez Naranjo, diagnosticada con neuropatía sensitiva autonómica hereditaria tipo IV, un caso del que ha hecho seguimiento DIARIO DE CUBA.

El pasado 3 de octubre, Naranjo Carnesoltas decidió instalarse en el espacio, ubicado en la calle Enna entre Manuel Pruna y Rosa Enríquez, en Luyanó, de donde no saldrá "a menos que venga Miguel Díaz-Canel" porque dice estar "cansada de las mentiras y las promesas".

"Mi casa está a punto de derrumbarse, ya mi hija tiene cinco años y en cualquier momento se me muere porque no tiene la calidad de vida que recomiendan sus médicos porque su enfermedad es incurable", declaró la mujer al medio.

El pasado 29 de abril Yahaira fue ingresada por un cuadro de osteomielitis que le afectó otro dedo del pie derecho, y como resultado hubo que recurrir a la amputación.

Entre las recomendaciones para extender la esperanza de vida de la niña, el equipo médico incluyó una habitación con aire acondicionado permanente para disminuir los cuadros febriles y el cuidado de la higiene para evitar las complicaciones por infecciones.

Un resumen de historia clínica, emitido el 17 de septiembre de 2015 y al cual DIARIO DE CUBA tuvo acceso, detallaba que entre las afectaciones patológicas que la neuropatía sensitiva autonómica hereditaria tipo IV provoca en Yahaira, se encontraba el síndrome febril intermitente, la anemia ferropénica, la inmunodeficiencia combinada severa, la epilepsia asintomática, y el retraso en el desarrollo psicomotor y del lenguaje.

A inicios de enero de 2017 las autoridades del Gobierno de Diez de Octubre, de conjunto con funcionarios de Vivienda, Salud Pública y Seguridad Social, prometieron a María de las Mercedes Naranjo ocuparse de su caso, con la asignación, en primera instancia, de un aire acondicionado y un refrigerador.

ADN recordó que un informe emitido por el policlínico Raúl Gómez García reconoció que las condiciones de la vivienda donde reside— Tamarindo número 35, entre calzada de Diez de Octubre y Rabí—  no eran apropiadas y que sus familiares tenían "una precaria situación económica y social".

El 31 de julio de ese mismo año, en la dirección de Seguridad Social le notificaron que se le había aprobado la asignación de una vivienda. Sin embargo, también le explicaron que quien otorgaba las casas era Vivienda en coordinación con Planificación Física y el Gobierno.

"Aún estoy esperando, y durante todo este tiempo han sido evasivas y mentiras", lamentó María de las Mercedes.

Embarazadas y niños en condiciones infrahumanas

Según ADN Cuba, otro grupo de unas 20 mujeres, que también decidieron ocupar el local de la antigua fábrica junto a unos 25 menores de edad, llevan más de dos años "peloteadas por las autoridades de Vivienda".

Dos de estas madres desesperadas accedieron a relatar sus situaciones.

"Hace cinco años me presenté en Vivienda porque vivo en una casa de madera que se está cayendo y solo he recibido peloteo, chantaje y propuestas de sobornos", contó Juana Mercedes Martínez Gutiérrez, madre de un menor de edad diagnosticado con retraso mental moderado.

"Hasta me han dicho que con 500 CUC te damos una propiedad a nombre de quien tú quieras en una semana… ¿de dónde voy a sacar ese dinero si tengo que vivir de alquiler en alquiler? Según la trabajadora social yo tengo hecho un expediente, pero resulta que no aparece", contó Martínez Gutiérrez.

Yaquelín Téllez Hernández vivía en condiciones infrahumanas junto a su hija y dos nietos en su residencia de origen. "Nosotras estamos aquí todas por casos graves de viviendas, pues los gobiernos municipales [Diez de Octubre y Cerro] no nos dan una respuesta a nuestros problemas", comentó.

"Por eso decidimos, por nuestros medios propios, ocupar este local. Sabemos que es ilegal, pero lo único que exigimos es que resuelvan nuestra situación, y eso solo lo lograremos haciendo presión", añadió la mujer, y comentó que en la Constitución cubana "no existe el desalojo", en respuesta a las amenazas que han recibido por autoridades y funcionarios.

Las únicas autoridades que se han presentado han sido una funcionaria de la dirección municipal de Albergues, y el antiguo director de la fábrica. Este último les advirtió de que serían desalojadas "a las buenas o a las malas".

De acuerdo con ADN Cuba, el local se encuentra sitiado las 24 horas por agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), que impiden que otros se solidaricen con ellas y les hagan llegar alimentos y agua, a pesar de que más de 20 menores de edad permanecen allí.

Vecinos y familiares burlan el cerco para abastecer a las casi 50 personas que se encuentran ocupando la antigua fábrica, sin energía eléctrica y sin agua corriente. Las mujeres no permiten el acceso a personas que no sean familiares, pues temen un desalojo violento en horas de la madrugada, como ha ocurrido en casos similares.

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1 comentario

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Terrible y muy doloroso. Ha costado mucho pero el mito de la "revolución de los humildes y para los humildes" se está deshaciendo aunque lento amparado en la escasa difusión de estas dramáticas situaciones que tienen escasa difusión para crear solidaridad y conciencia todo muy bien diseñado por la dictadura por eso el pueblo sabe poco de estas Sras madres de familia en condiciones casi de mendicidad y de las mansiones de los familiares amigos y amantes de los miembros de la nomenklatura, en la casona de Raulito conocido como "el cangrejo " seguro regalo de su abuelo Raúl Castro una increíble propiedad en zona exclusiva de La Habana.
La revolución castrista el mayor latrocinio cometido al pueblo de Cuba por el cártel mafioso instalado poder hace 60 años