Los familiares del médico cubano Juan Manuel Obana Borges, fallecido el pasado 11 de septiembre en extrañas circunstancias en un baño del aeropuerto Charles de Gaulle, de París, mientras era devuelto a Cuba luego de serle suspendida su "misión médica" en Mauritania, denunciaron haber recibido presiones de las autoridades tras hacerse público el caso.
El miércoles se celebró el sepelio del galeno en Baracoa, donde una larga columna de personas acompañó su féretro hasta el cementerio local. El cuerpo fue velado además en la sede de la Logia Masónica de ese poblado, de la que era miembro Obana Borges, relataron varios testigos.
La familia, que prefirió no hacer declaraciones y mantener en privado su dolor, manifestó a varios allegados con los que DIARIO DE CUBA consiguió hablar, y cuya identidad prefirieron mantener en el anonimato, que han recibido presiones de las autoridades.
Los autoridades de Salud Pública, además, no cubrieron el féretro de Obana Borges con la bandera cubana durante el sepelio, como suele hacerse en casos en que un galeno en "misión internacionalista" fallece y se le considera cumplida su "misión", indicaron varios testigos.
Esto, según fuentes cercanas al fallecido y sus allegados, hizo evidente que el galeno, enviado por el Gobierno cubano como parte de un contingente de trabajadores de la Salud a Mauritania, murió cuando era conducido de vuelta a Cuba con su "misión" revocada, y presuntamente custodiado por la Seguridad del Estado.
La expulsión de Obana Borges fue decidida por Bárbara Yaquelín Daudinot Gómez, jefa de la misión cubana en Mauritania, apuntaron varias fuentes consultadas por DIARIO DE CUBA.
El doctor era el único médico intensivista localizado en el hospital de Nuakchot, capital de Mauritania, hasta que tras su expulsión quedó truncada su vida. Varias fuentes indicaron que en ese sitio Obana Borges estaba obligado a hacer guardias todos los días.
DIARIO DE CUBA conversó con un familiar del doctor, quien dijo que días antes de la expulsión este le contó desavenencias con el director del hospital por el tratamiento a una embarazada con un tromboembolismo pulmonar.
Según el familiar, Obana Borges "ingresó a la mujer en terapia intensiva con respiración mecánica".
"El director del hospital le exigió que le diera el alta a la paciente, algo a lo que Juan Manuel se negó. Al día siguiente, le exigió que la trasladara a un hospital a 300 km, cosa a la cual también Juan Manuel se opuso".
De acuerdo con el familiar, Obana Borges le aseguró que "respondió al director del hospital que el alta o el traslado de la paciente los diera él mismo".
Tras este incidente, Daudinot Gómez comunicó la expulsión de Obana Borges, "y lo montaron en un avión con destino a Francia".
El familiar dijo que el médico también se había quejado de problemas con la jefa de la misión. "Desde que llegó, le decía que no fuera a brillar allí, que la que tenía que brillar era ella. Tuvo conflictos con esta señora, que le gritaba en medio del pasillo, y tuvo que pararla varias veces", señaló.
"Al aeropuerto de París llegó, y parece que le dio un primer infarto y perdió el avión que venía para Cuba", dijo la fuente refiriéndose a la información que había recibido la familia. "Un segundo infartó lo sorprendió y fue el definitivo. A pesar de que lo reanimaron, no pudo recuperarse".
Sin embargo, las fuentes cercanas al caso consultadas por DIARIO DE CUBA refirieron que el fallecido habló vía telefónica desde el aeropuerto de París con conocidos suyos, y en ningún momento dijo sentirse mal. No obstante, sí comentó que estaba en proceso de refugio ante las autoridades francesas.
Según esas versiones, Obana Borges "pidió asilo político en Francia. El agente de Inmigración demoró unas tres horas y, al final, lo que le dijo fue que le ofrecían solamente regresar a Cuba o irse a Rusia. Parece que Francia le negó el asilo directamente", señaló a DIARIO DE CUBA semanas atrás Emerson Moreno, quien fue compañero de estudios del fallecido y mantenía comunicación con él vía Facebook..
"Una hora más tarde lo encontraron muerto en un baño del aeropuerto y le diagnosticaron un infarto", añadió.
"Lo único que pedimos la familia es justicia para lo que sucedió. Le causaron un estrés que fue incompatible con la vida. Era un hombre fuerte, joven, de 47 años", concluyó.
La venta de servicios médicos es la principal fuente de ingresos del Gobierno cubano, que se queda con al menos un 75% de lo que pagan en salarios los países de destino.
Los profesionales en "misiones" están bajo vigilancia y con sus derechos laborales y fundamentales severamente recortados.
En 2018, La Habana mantenía más de 34.000 médicos en 66 países. Según las cifras oficiales, ese año los ingresos por ese negocio fueron de 6.400 millones de dólares.
Tremendos Hps los franceses tambien.