Una veintena de perros son entrenados en Cuba para reconocer el olor de los billetes con la asistencia de Francia. Hasta ahora los canes solo sabían detectar estupefacientes, pero la necesidad de combatir el lavado de dinero en el Caribe, corolario del tráfico de drogas, motivó esta colaboración, según un reportaje de la AFP.
Zulia olfatea un viejo auto soviético y se detiene súbitamente frente a la puerta que esconde un fajo de euros, sembrado por un experto francés.
"¡Muy bien mi perra, muy bien!", la anima el entrenador con efusividad tras el ejercicio, y la recompensa con un hueso de plástico para mascar, mientras Zulia se lanza a celebrar alegremente el éxito del hallazgo.
Son 24 perros de la Aduana, la Policía y de tropas de élite y de combate del crimen que, al igual que Zulia, se entrenan en una semana para reconocer el olor de los billetes en el Centro de Adiestramiento Canino de Boyeros, en La Habana.
Estos perros, todos de la raza Springer Spaniel (o Springer inglés), "no tenían en su memoria olfativa el olor de los billetes", explica David Berceau, experto de la Brigada de Búsqueda e Intervención (BRI, siglas en francés) de París, que dirigió hace un año un primer curso de formación en la Isla.
Para actualizar la "biblioteca olfativa" de los animales, los expertos emplean un solo método: hacerlos jugar.
"La búsqueda se basa principalmente en el juego", indica el experto. Inicialmente, el adiestrador camina alrededor de un vehículo Lada donde fueron escondidos los billetes, "de manera que el perro imagine que está escondiendo su pelota o un juguete".
En la maleta de Berceau hay euros de todas las denominaciones (5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500), algunos hechos confeti y otros cortados por la mitad. El material es suministrado por el Banco de Francia.
¿Tiene olor el dinero?
"El olor de los billetes de cinco euros es mucho más fuerte que el de los de 500 euros, por ejemplo, pero el perro debe ser capaz de encontrar todas las denominaciones, por eso usamos todas, no solo billetes de cinco euros, que sería un poco más fácil", agrega Berceau.
Y una vez entrenados en la detección de euros, los perros también pueden rastrear dólares estadounidenses y canadienses, aunque estos billetes tienen un olor ligeramente diferente.
La teniente cubana Wendy Reyes, de la brigada criminal, participó hace un año en el curso que impartió Berceau y ahora busca perfeccionar la capacidad olfativa de su perra Ingrid, de seis años y desbordante vitalidad.
Ingrid "es todo para mi" y esta semana de juegos diseñados para aprender "le encanta", comenta Reyes.
Muy rápida en el ejercicio, Ingrid rasguña el pavimento indicando que halló el dinero escondido. Otros perros reaccionan sentándose o ladrando.
En un año, Wendy ya ha visto el adelanto de Ingrid, con varias incautaciones importantes de dinero, sobre todo de dólares y euros.
"Vimos los resultados, que estaban progresando los perros, (que) no había sido en vano tanto esfuerzo y tanto trabajo", subraya.
Francia donó el viernes pasado al Gobierno de Cuba tres cachorros de Springer Spaniel, de entre tres y cuatro meses de nacidos.
Bautizados como Sniper, Search y Sniffer, los cachorrillos tendrán una misión especial. Los "vamos a utilizar como reproductores", precisa el coronel Manuel García, que dirige el centro de Boyeros.
"Tenemos alta consanguinidad" (cruce entre crías de la misma madre o padre) entre los perros especializados en detección de las fuerzas del orden en la Isla, "lo que atenta contra la efectividad de esta raza", explica García. Detalla también que se presentan casos de malformaciones.
Estos cachorros "nos posibilitarán contrarrestar los efectos de esta consanguinidad", apunta.
Para Francia, esta acción forma parte de un programa más amplio de cooperación con nueve países del Caribe, bautizado como Alcorca, para luchar contra el crimen organizado, el tráfico de drogas y el blanqueo de dinero, y los efectos negativos de estos flagelos en las islas francesas de Guadalupe y Martinica.
El dinero en Cuba huele a grajo.
Los entrenadores desistieron de que los perros detectaran los pesos cubanos (CUP y CUC). No hubo forma de que se interesaran por ellos, ni premiandolos con huesos de verdad.