Los delitos de abusos sexuales contra menores, que el periódico oficial Escambray presenta como "abusos lascivos", han experimentado un incremento este año en Sancti Spíritus, según datos de la dirección de los Tribunales Populares en la provincia, citados por la edición impresa del medio.
Según recogió la sección Argos de la publicación provincial —la edición digital no se había hecho eco del asunto este lunes—, un análisis de todos los casos registrados durante los años 2018 y 2019 permitió establecer pautas sobre "causas y condiciones que facilitan estos hechos".
No obstante, el medio no publicó una cifra global de estos casos en ninguno de los dos años mencionados, como es habitual que ocurra con las estadísticas oficiales de este tipo.
El 83% de los autores de este delito de abuso sexual "no poseen antecedentes penales y son personas con buena conducta social y magníficas relaciones en sus áreas de residencia, de ahí la confianza de que gozan en las relaciones con familias vecinas".
Los datos señalaron que el 27,7% de las víctimas son hijastras de sus abusadores y el 22%, hijas de vecinos con los cuales mediaban relaciones casi de familia.
Estos factores desembocaron "fundamentalmente en el abuso a niñas y niños menores de 12 años, que representan el 72% de las víctimas".
El medio también señaló que el 66,6% de los autores eran solteros; el 50%, mayores de 50 años, aunque una proporción no despreciable se ubica entre los 30 y los 50 años de edad.
Entre los casos explicados por Escambray para ilustrar los datos, mencionó el de una niña de nueve años abusada por un joven de 31 años en un poblado espirituano.
El autor consiguió la autorización para que la pequeña, con quien compartía habitualmente información digital, lo acompañara a su domicilio con el pretexto de buscar un dinero, al calor de una fiesta familiar.
"(…) En vez de dirigirse a su hogar, pedaleó apresurado hacia un sitio apartado en las afueras de la ciudad; solo la presencia inesperada de un jinete en las cercanías evitó la violación. Durante 19 meses la niña guardó silencio, hasta que un día comenzó a llorar en su escuela y le contó lo ocurrido a su más allegada amiguita, quien informó a la maestra y esta, a su vez, a la directora. Ambas solicitaron la inmediata presencia de la madre, que denunció el hecho en la Estación Municipal de la Policía Nacional Revolucionaria, lo cual desencadenó el proceso judicial que puso fin a la impunidad", relató el periódico.
Otro hecho similar ocurrió en los primeros meses del presente año en la capital provincial. En este caso, el autor del "delito de abusos lascivos" fue un joven de 30 años de edad, chofer profesional en una empresa, aunque ese día conducía un auto particular prestado. Circulaba por la ciudad cuando divisó a una estudiante de Secundaria Básica, de 14 años de edad, que se dirigía hacia su escuela.
"Con aparente bondad, le ofreció a la menor acercarla a su destino, a lo que la muchachita accedió. Para asombro suyo, el joven enrumbó su trayecto hacia la salida de Trinidad, alegando que debía recoger primero un mandado. Minutos después detuvo el carro en un sitio muy apartado del camino de Petronila y comenzó a tocar las partes femeninas de la menor, quien acto seguido irrumpió en llanto", añadió el reporte.
Ante esa situación el hombre desistió de sus propósitos y retornó a la ciudad, y dejó a la adolescente cerca de su centro estudiantil.