El cardenal Jaime Ortega y Alamino sigue "estable" y, según publicó este lunes la publicación eclesiástica Palabra Nueva en su perfil de Facebook, el sacerdote participó en misa como ha sido costumbre a lo largo de su enfermedad.
"Después de haber evaluado clínicamente al cardenal Jaime Ortega, un equipo de especialistas considera que se encuentra estable, no habiendo sufrido de modo considerable modificaciones en su estado actual", redactó en una nota monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez, arzobispo de La Habana.
Además, informó que Ortega Alamino "ha participado en Misa y ha recibido el Cuerpo de Cristo, como ha sido habitual en todos los días de su enfermedad. El cardenal agradece las oraciones de las innumerables personas que rezan por él", concluyó el breve comunicado.
El viernes, el Arzobispado despejó rumores no confirmados sobre la muerte del arzobispo emérito de La Habana. En una nota similar García Rodríguez dijo que se encontraba "estable en el orden clínico" y que su patología de base no había sufrido "modificación alguna". "Su pronóstico es siempre reservado", añadió.
En junio pasado la parroquia San Antonio María Claret, de Santiago de Cuba, confirmó que Ortega Alamino "padece un cáncer en estado terminal". En ese momento se encontraba inconsciente.
Unos días antes, también en junio, la Iglesia Católica informó de un homenaje a Ortega en la capital en el que le fue entregada la Distinción Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, que otorga la Comisión de Cultura de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba. Fue su última aparición pública.
El cardenal Jaime Ortega, rostro de la Iglesia Católica cubana durante décadas, jugó un papel esencial en el proceso por el cual más de 100 prisioneros políticos fueron enviados al exilio en España en 2010. También fue determinante en las negociaciones para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.
Ha sido acusado por la oposición dentro y fuera de la Isla de haber tenido una visión sesgada a favor del régimen cubano.