Para Michael J. Bustamante, profesor asociado de Historia Latinoamericana en la Universidad Internacional de Florida (FIU), "el alcance directo" del anuncio del Gobierno de EEUU de que mantendrá suspendido durante un mes el título III de la ley Helms-Burton es "extremadamente limitado".
"Más que nada tiene un carácter simbólico y, por ende, de cuestionable utilidad", dijo, consultado por DIARIO DE CUBA.
"A no ser que existan vías por las que posibles demandantes puedan acceder a fondos cubanos congelados en los EEUU desde los años 60, cualquier juicio a favor de una demanda en cortes estadounidenses contra una compañía cubana de la llamada 'lista negra' no tendrá manera de recibir compensación. El plato fuerte de los que abogaban por la implementación del Título III no era esto. Por ahora, se quedan decepcionados", consideró.
"Esto no quiere decir que la Administración (Trump) no puede autorizar demandas a compañías extranjeras en el futuro (aunque seguramente una autorización de esa índole no será reconocida por otros países). También es notable que la extensión de la suspensión del Título III para otros tipos de demandas, otra vez, es muy corta: solamente 30 días", consideró Bustamante.
"Puede ser que nunca se autoricen las demandas bajo el Título III a compañías extranjeras con operaciones en Cuba. Pero un ciclo de cortas extensiones tendrá otro efecto indirecto 'deseado', y otra vez objetable desde mi punto de vista: crear suficiente incertidumbre en el mercado internacional para desincentivar futuras inversiones (si bien no afecta tanto a las operaciones de las compañías que ya están en Cuba). Y eso parece ser el objetivo", concluyó el también coeditor del libro La revolución desde dentro: Cuba, 1959-1980.
Otras reacciones
El anuncio del martes continuó generando reacciones este jueves. La prensa estatal lo calificó como un "nuevo ejercicio demagógico de Donald Trump, para vender su imagen de tipo duro contra el socialismo".
Para el exdiplomático e historiador oficialista Jesús Arboleya, "las nuevas medidas tienen el efecto de complicar las negociaciones respecto a las reclamaciones económicas de ambas partes, un aspecto muy importante en el proceso de normalización de relaciones entre los dos países de cara al futuro".
En un artículo publicado en Cubainformación, el también colaborador del Centro de Estudios sobre Asuntos de Seguridad Nacional afirmó que Washington suele "actuar desde la prepotencia, con escaso respeto por el derecho internacional y las relaciones con otros países, incluyendo a sus aliados".
"También porque a Trump solo le interesa las elecciones de 2020 y de esta manera pretende reforzar el voto de la derecha cubanoamericana en la Florida, un sector que se siente estimulado por la política de esta Administración contra Cuba", añadió.
Con esta visión coincidieron el politólogo cubano Arturo López-Levy y el catedrático de la Universidad Gustavus Adolphus College, de Minnesota, citados por el medio ruso Sputnik News.
"Si bien es importante duplicar los esfuerzos en el tema migratorio y ratificar la base sólida que tiene el presidente con un sector en EEUU que bordea el racismo contra el movimiento migrante latino, este grupo no garantiza la reelección de Trump. Por ello el presidente acude a la propaganda negativa del Partido Demócrata, con un regreso al macartismo de la guerra fría", dijo Adolphus.
Según López-Levy, la idea sería reevaluar el tema del título III cada 45 días y abrir un espacio para incluir nuevas compañías.
"Es decir que cada 45 días Cuba puede tener un ajuste de tuerca por esta ley o una ampliación del régimen de sanciones", avizoró.
Esto garantiza el miedo en torno a las inversiones en Cuba, no solo en la comunidad internacional en general —como opinaron economistas recientemente consultados por DIARIO DE CUBA sobre el tema— "sino también en potenciales inversionistas estadounidenses o cubanoamericanos que pudiesen establecerse en su país de origen y hacer uso de las oportunidades económicas en la Isla".
Desde Miami, la Asamblea de la Resistencia Cubana pidió al presidente de EEUU ir más allá e implementar en su totalidad todo el contenido de la Ley Helms-Burton.
"La implementación del Título III y IV de la Ley Helms-Burton contribuiría efectivamente a la liberación de Cuba y Venezuela", aseguró en un comunicado Orlando Gutiérrez-Boronat, miembro del Secretariado de la Asamblea y secretario general del Directorio Democrático Cubano.
La presidenta de MAR por Cuba, Sylvia Iriondo, dijo por su parte que la implementación íntegra de la mencionada ley cada vez es más "necesaria debido a la crisis que vive Venezuela y la presencia del régimen" en ese país.
"Esperamos que el régimen cubano afronte finalmente las consecuencias de sus ilegítimas acciones, sus crímenes y su injerencia en nuestro Hemisferio", manifestó en un comunicado Sylvia Iriondo.