El activista y periodista oficialista Francisco Rodríguez Cruz considera que la nueva propuesta sobre el matrimonio dada a conocer por la Asamblea Nacional del Poder Popular este martes es "un paso al lado" con respecto a la definición inicial que centró el debate dentro de las "consultas populares" del proyecto de Constitución de Cuba.
La comisión que elabora el borrador de la nueva Carta Magna eliminó el artículo (68) que abría la puerta al matrimonio homosexual, tras la oposición a este asunto detectada durante las "asambleas populares".
En un tuit que Mariela Castro describió como desafortunado, la Asamblea Nacional del Poder Popular señaló: "La Comisión propone diferir el concepto del matrimonio, es decir, que salga del Proyecto de la Constitución, como forma de respetar todas las opiniones. El matrimonio es una institución social y jurídica. La ley definirá el resto de elementos".
"Lo primero que me vino a la mente es que la nueva propuesta sería más bien 'un paso al lado'. Ni tan hacia atrás como dirán las personas más críticas, ni tan adelante como ya lo acariciábamos desde el activismo por los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI)", declara Rodríguez Cruz desde su blog Paquito el de Cuba.
"La próxima Constitución definitivamente no dirá de modo taxativo y discriminatorio que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer(…) Un triunfo que nadie nos puede escamotear ni disminuir, con una gran significación simbólica y práctica. Una puerta abierta hacia ese futuro matrimonio igualitario que queremos conseguir", escribe.
Sin embargo, sí considera un "retroceso" que la futura Ley de leyes ya no definirá al matrimonio como la unión entre dos personas, "un concepto muy revolucionario".
"Las personas LGBTI, sin embargo, también necesitamos que la nueva Constitución reciba el respaldo de la inmensa mayoría de nuestro pueblo. Seríamos demasiado egoístas quizás si pretendiéramos anteponer nuestros derechos a otros muchos aspectos positivos de este proyecto", señala.
"Si resulta posible desplazar el diferendo hacia la discusión de la ley, y garantizar mayor unidad en el voto del referendo constitucional, con una salida que nos permite avanzar, pues yo estoy de acuerdo", sostiene.
Para el activista, "el único y mayor riesgo en tal sentido sería que si por tratar de quedar bien con todo el mundo, ninguna de las dos posturas básicas, a favor o en contra del matrimonio igualitario, sintiera sus reclamos satisfechos, pues también podría haber un perjuicio en el momento de acudir a las urnas".
En opinión de Rodríguez Cruz, mucho se puede hacer "a partir del actual artículo 82 que consagra al matrimonio como una institución social y jurídica, y una de las formas de organización de la familia, no la única, que además utiliza el término neutro de cónyuges", donde también caben todas las personas.
Celebra que el nuevo concepto de matrimonio "está ahora en un capítulo totalmente nuevo que aborda a las familias en plural, que reconoce sus más diversas formas, incluyendo las nuestras".
Como destacó ya Mariela Castro Espín, Rodríguez Cruz subraya el hecho de que "habría un reconocimiento también a las uniones consensuales en esta nueva Constitución, y eso deberá incluir tanto a las parejas heterosexuales como a las homosexuales".
El bloguero ve como una oportunidad para el activismo los dos años de vigencia de la Constitución en el que se debe iniciar "el proceso de consulta popular y referendo del proyecto del Código de Familia, en el que debe figurar la forma de constituir el matrimonio".
"Será esa concepción, estudio y discusión de la ley otro proceso que nos permitirá mantener el tema de los derechos de las personas LGBTI en el centro del debate ciudadano, y continuar en la conquista de espacios de comunicación social que nos permitan afianzar el respeto a la diversidad sexual como un valor definitivo de nuestra sociedad socialista", señala.
"No va a ser fácil, por supuesto. Las mismas fuerzas retrógradas que nos atacaron en esta ocasión lo harán otra vez, quizás incluso con más fuerza y organización. Pero el activismo también aprendió la lección —y esperamos que también el Partido y el Estado—, por lo que tendremos ocasión de impulsar todavía más los liderazgos políticos en este terreno", zanja.
Más reacciones
El activista y periodista independiente Maykel González Vivero señala que "los redactores de la Constitución, y en última instancia el Partido Comunista de Cuba (PCC), dejan a Cuba sin matrimonio para todos".
"La futura Constitución de Cuba no definirá el matrimonio. Solo aludirá, como de pasada, a la competencia del Estado en la conceptualización del matrimonio. Eso, en el artículo 82. Del 68 no quedan rastros. Según Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado, 'para respetar las opiniones de todos'", declara González Vivero en otro mensaje en Facebook.
Para el activista, las declaraciones de Mariela Castro que describen la eliminación del artículo 68 como un avance contradicen a Homero Acosta, "quien atribuye la eliminación del matrimonio igualitario a la voluntad de la ciudadanía expresada en los 'debates populares'".
Luis Alberto García Novoa se pregunta en su perfil de Facebook. "¿Quitaron del borrador del proyecto de Constitución el párrafo relacionado con el matrimonio entre dos personas? ¿Y? ¿Finalmente ganaron los de las familias originales? ¿Son más votos los de ellos? ¿Esto se trata de votos o de justicia?"
Para Carlos Davier Caballeros, que se modifique la palabra "personas" por "cónyuges" es "una estrategia inteligente para quedar bien con todos".
"Lo que sí es claro es que será una votación histórica la nueva Constitución, con mucha oposición", añade.
Ante la eliminación del artículo 68 como estaba visto, otra activista, Juana Mora Cedeño, asegura: "Sí nos sentimos traicionados, fue sacado del texto constitucional, fue más fuerte ante el Estado los deseos de los fundamentalistas religiosos".
Isbel Díaz Torres, sin embargo, dice no sentirse traicionado: "Nunca he colocado mis esperanzas en el Estado", aclara.
En una declaración emitida este miércoles, la Fundación Cubana por los Derechos LGBTI "repudia que un tema tan importante solo ha sido utilizado para desviar la atención de los debates y temas espinosos para el régimen cubano".
"Que no se modifique el artículo 68 de la Constitución nos refleja que estamos en presencia de la misma Cuba de los años 60 y desmonta el discurso retrógrado de la igualdad de los cubanos", apunta.
La organización exhorta al Gobierno cubano a garantizar los derechos de las personas LGBTI y a legislar a favor de una comunidad con la que tiene "una deuda histórica de vulneración de derechos y atropellos".