Raúl Castro recibió el miércoles al último grupo de médicos cubanos procedentes de Brasil tras la suspensión de la participación de La Habana en el programa Más Médicos. La información proporcionada por la prensa oficial al respecto no dice, sin embargo, cuántos profesionales fueron recibidos en ese viaje que cerró la operación retorno, tampoco actualiza la cifra total.
El reporte contrasta con la línea seguida hasta ahora por los medios estatales, que han ofrecido datos precisos de cada de uno de los vuelos anteriores, al menos hasta el lunes pasado, cuando fue recibido un grupo de 409 "cooperantes" en medio de otro acto político presidido por altos cargos del Ministerio de Salud Pública y el Partido Comunista de Cuba (PCC).
Entonces, la oficial Agencia Cubana de Noticias (ACN) informó que el Gobierno habría recuperado a 5.853 de los profesionales de la salud que estaban en el país sudamericano.
Según pudo confirmar DIARIO DE CUBA, hasta el 3 de diciembre 850 médicos no habían embarcado de vuelta a Cuba en los vuelos programados, una cifra que podría haber aumentado en las últimas dos semanas.
A pesar del control y la presión de las autoridades, un 22% de los médicos habría optado hasta ese momento por resistir el castigo de no poder volver a la Isla ni ver a sus familiares en ocho años.
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, que asumirá el próximo 1 de enero, prometió dar asilo a los médicos de la Isla que quisieran quedarse en Brasil.
En las últimas semanas, los principales medios oficiales con edición digital se han dedicado a publicar entrevistas a los profesionales que han vuelto a la Isla sobre su experiencia en Brasil, y a atacar a Bolsonaro para justificar la salida cubana de Más Médicos.
Las autoridades de la Isla acusan al ultraderechista de atacar a los cooperantes cubanos y de pretender violar lo acordado con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Gobierno brasileño, al considerar que los médicos cubanos debían revalidar su título en el país sudamericano —como se exige a todos los profesionales— y acceder a Más Médicos a través de la contratación individual.
Bolsonaro también puso como condición que los cubanos deberían recibir íntegramente su salario y poder tener consigo a sus familiares, como los médicos de otros países participantes en el programa.
El Gobierno cubano, que se queda con el 70% de lo que paga Brasilia por el trabajo de los médicos, mientras la OPS se embolsa otro 5%, se lanzó en una carrera contrarreloj por recuperar a unos trabajadores que constituyen su principal fuente de ingresos. Testigos de la operación denunciaron haber recibido llamadas con tono amenazante por parte de los coordinadores.
