El Gobierno de Cuba está dispuesto a mantener relaciones con el del ultraderechista Jair Bolsonaro en Brasil, que asumirá el 1 de enero de 2019, aseguró este miércoles el ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca.
Según reportó AFP, el también titular de Inversión Extranjera, tras participar en las actividades de la Feria Internacional de La Habana, dijo a periodistas: "No tenemos problemas en tener relaciones con quienes piensan distinto que nosotros. Eso sería ser intolerante".
Brasil es un importante proveedor de alimentos a la Isla y tiene contratados a miles de profesionales de la salud enviados por el Gobierno cubano para su programa Más Médicos, conveniado desde la época del Gobierno de Dilma Rousseff (2011-2016).
El programa de servicios médicos le significa al régimen a nivel global ingresos por 11.000 millones de dólares.
"No tenemos dificultad en mantener esos programas. Ese programa se lleva a cabo a través de la Organización Panamericana de la Salud. No es un programa bilateral. De nuestra parte no hay dificultades. Si las hubiera no será por nuestra parte. ¿Tenemos temor? No tenemos temor", agregó Malmierca.
El ultraderechista Bolsonaro, ganador de las elecciones presidenciales del último domingo en Brasil, ha marcado distancia con los gobiernos de izquierda.
"No tenemos ninguna dificultad en las relaciones. ¿Qué va a pasar? Hay que preguntar a Bolsonaro", dijo Malmierca.
El ministro explicó que, pese al bloqueo que aplica Washington contra La Habana, el Gobierno mantiene "relaciones con todo el mundo, incluso con Estados Unidos".
Hace unos días una misión brasileña estuvo en Cuba para negociar la salida a un atraso en el pago de una deuda con ese país, que a fines de 2018 alcanzará los 100 millones de dólares.
"Oí que estuvo por aquí,, no tengo detalles. Escuché que estuvo una delegación del Banco Nacional de Desarrollo (BNDES)" comentó Malmierca sobre el particular.
Según reveló la diplomacia brasileña, Cuba ha pedido reprogramar los pagos de sus cuotas del 2018 y del 2019.
Tras su elección, Bolsonaro declaró, en abierta alusión a Cuba y Venezuela: "Dejaremos de alabar dictaduras asesinas y de despreciar o incluso atacar democracias importantes como la de Estados Unidos, Israel e Italia. No haremos más acuerdos comerciales espumosos o entregaremos el patrimonio del pueblo brasileño a dictadores internacionales".
Bolsonaro, quien en reiteradas oportunidades ha resaltado su intención de impulsar el libre comercio con otras naciones y promover la inversión extranjera para disminuir el desempleo, señaló que su política exterior acabará con las "tendencias ideológicas", acercará a Brasil a los países más desarrollados y recuperará el "respeto internacional".