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Economía

Los clientes son lo primero en menos de la mitad de los establecimientos de Palmares S.A.

Entre las violaciones más comunes está la manipulación de precios, cartas menú desactualizadas y neveras rotas.

La Habana

Funcionarios de la empresa extrahotelera estatal Palmares S.A. informaron que después de realizar casi 6.000 inspecciones en sus establecimientos, solo el 49.8% fueron reportados como aceptables, mientras que el 42% recibió un regular (2.385) y el 8.1% mal en lo que al respeto por las normas de protección a los consumidores supone.

El jefe del Grupo de Inspección de Palmares, Fidel de Jesús Castro Hernández, dijo a Radio Rebelde que entre las deficiencias más comunes está la violación de precios, pizarras informativas o cartas menú desactualizada con respecto a la existencia de productos para la venta, falta de información de los horarios de servicios y deficiencias en el estado técnico del equipamiento de refrigeración que imposibilita ofertar líquidos fríos.

Uno de los tipo de establecimientos sobre los que hizo énfasis el chequeo fueron las cafeterías DiTú de comida rápida. Según Castro Hernández, la instrucción número 23 de 2005 define el procedimiento para el control y el cambio de aceites en los DiTú.

"El cambio de aceite de las freidoras se realizará cada 200 CUC de venta por productos fritos", dijo el funcionario, y precisó que esto se verifica a través de las cajas registradoras. No obstante, a menudo se viola con el propósito de robar aceite que luego es vendido en el mercado negro. Los clientes, dijo Castro Hernández, pueden formular la queja con la administración del establecimiento cuando "vean y perciban el olor de aceite refrito".

A propósito de las quejas sobre el acaparamiento de productos en esos sitios por parte de los dueños de negocios privados, el funcionario dijo que los DiTú no están autorizados para vender de manera mayorista a esos clientes. 

En septiembre, la compra de 15.000 manzanas en el mercado habanero La Puntilla, que fuera denunciado por un bloguero oficialista e investigado por CIMEX, provocó diversas críticas a la corrupción común al minorismo cubano. 

Betsy Díaz Velázquez, ministra del Comercio Interior (MINCIN), declaró entonces que en el sector del comercio, "ocurren frecuentemente hechos como ese, con una alta participación de los trabajadores nuestros, por incumplimiento y falta de exigencia de los jefes, a todos los niveles".

Reconoció que su organismo realiza controles e inspecciones por diferentes vías, pero "no son efectivos si no logramos contener los hechos delictivos".

A raiz del propio suceso, Turey Abraham Veciano Trujillo, vicepresidente comercial de la estatal CIMEX, dijo al diario Granma que su entidad había detectado casos de trabajadores que venden productos al por mayor, por lo cual habían sido despedidos.

En el primer semestre de este año, en 2.676 "acciones de supervisión y control", se aplicaron 1.719 medidas disciplinarias a trabajadores y 101 a dirigentes; entre estos últimos, 35 fueron demociones definitivas, según un informe de CIMEX.

Las quejas recibidas por el Número Único de Atención al cliente de CIMEX (0800 00724) —que hasta agosto de 2018 llegaban a 8.635—, apuntan a maltrato a los clientes, problemas con los servicentros (horarios de atención, cambio de turno, falta de combustible en los horarios pico, falta de productos en los mercados, Cupet cerrados), venta de productos vencidos sin la debida rebaja, desabastecimiento, alteraciones en los precios de los productos... "y la lista continúa", admitió Granma.

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