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Emigración

Migración, repatriación y proyectos de vida se discuten en la revista 'Temas'

El público criticó la falta de oportunidades para los cubanos que quieren invertir en la Isla, y el panel insistió en que la migración cubana no es política, sino económica.

La Habana

Vuelve a ser polémico el espacio Último Jueves que cada mes convoca la revista Temas y su director, el politólogo Rafael Hernández. La periodista Cristina Escobar se encargó esta vez de la conducción de un debate que reunió a más de un centenar de personas.

El panel estuvo integrado por el profesor Pablo Rodríguez, investigador del Instituto Nacional de Antropología; la doctora Ileana Soraya, socióloga y profesora de la Universidad de La Habana; y Martha Deus, joven empresaria cubana, graduada de Administración de Empresas en Madrid, en su condición de repatriada por voluntad personal para instalar su negocio privado en la Isla.

Durante dos horas el panel respondió preguntas relacionadas con el patrón migratorio cubano, cómo cambiar las condiciones desfavorables en que se desarrolla y de qué manera funciona según los intereses de los cubanos en el actual contexto de crisis. Asimismo, cuáles son las motivaciones fundamentales de la migración y su papel histórico en la formación de la nacionalidad y la cultura cubanas.

En este sentido, el profesor Rodríguez realizó un exhaustivo recuento del fenómeno desde la etapa colonial hasta el presente, acentuando sus reflexiones luego de 1959. Para el analista las primeras olas migratorias surgieron con el proceso de cambio que vivió el país durante el cambio de moneda en 1962, con sus efectos negativos para la burguesía interna cubana, motivadas por el desacuerdo político.

Recordó los actos de repudio que generaron estos procesos, algunos no exentos de excesos, con el propósito de "castigar" a quienes decidían emigrar principalmente a EUU; la crisis del Mariel en los 80, los balseros en los 90 y, más reciente, los motivados a raíz de las reformas migratorias implementadas en 2013.

Para Rodríguez, la esencia del fenómeno migratorio cubano tiene un basamento económico: se trata de personas que deciden apostar por un nuevo proyecto de vida que, como contrapartida, afecta al desarrollo social y económico del país con el flujo de profesionales que cada año abandonan Cuba.

Ileana Soraya insistió en la comprensión del concepto "patrón migratorio" y sus características en el contexto internacional. Explicó que hasta 2013 existió una política nacional enfocada en la repatriación selectiva de esos migrantes que, luego de las reformas implementadas ese año, experimentó un proceso de apertura que ya no constituye un problema para el que decide abandonar el país. Sin embargo, no mencionó el caso específico de los profesionales que abandonan sus labores de misión en el extranjero o aquellos que, al cumplirlas, deciden no regresar al país.

Ileana Soraya definió que la emigración cubana, hoy día, no es un fenómeno esencialmente político, y muchos de los que optan por esta opción son cubanos nacidos después del triunfo de la revolución. Por lo regular, se trata de grupos poblacionales jóvenes, con aspiraciones legítimas de superación material y espiritual, y muchos deciden también, regresar al país, como el caso de Martha Deus. De eso se habla muy poco en los medios nacionales y escasamente constituye un motivo de estudio en las actuales investigaciones sociológicas, enfatizó.

Los analistas indicaron que solo en EEUU existe una comunidad de casi dos millones de cubanos, por lo que el tema migratorio sigue teniendo para el Estado cubano una dimensión esencialmente política y un carácter de seguridad nacional.

Rodríguez recalcó que en la actual situación de desequilibrio social, el flujo de profesionales hacia el extranjero puede constituir una debacle para el Estado a corto o mediano plazo.

Ileana Soraya, por su parte, criticó la ausencia de una visión estatal en relación a una política migratoria que beneficie al país en sus aspiraciones económicas, y esto tiene que ver, según ella, con la falta de voluntad en los propósitos de reinsertar a los migrantes en el proyecto económico que aspira mejorar la situación de los cubanos.

El país carece de datos estadísticos fiables que permitan conocer la "trasnacionalidad" de la migración, y persisten las trabas para muchos cubanos que deciden invertir en la Isla, como Martha Deus, quienes sufren discriminación en su inserción en la sociedad. Esto genera descontento popular.

El manejo de la política migratoria requiere de una perspectiva dinámica, diferente a la que se hace hoy, que estimule o contenga el flujo migratorio y revalore el problema como un sistema que conciba el fenómeno, desde el Gobierno, como un modelo de gestión migratoria, aclaró Ileana Soraya. Este modelo, desde esa óptica, puede revertirse en oportunidades.

Entre el público resaltó la figura del escritor Yoss, conocido por sus populares novelas de ciencia ficción, quien criticó la incapacidad del Estado de resolver el problema y de darle oportunidades a los cubanos que retornan para invertir en la Isla. Proceso, señaló, que está dividiendo a la sociedad cubana en clases, que denominó cubanos de primera y de segunda. Esto motivó una reprimenda de la periodista Cristina Escobar, para quien en Cuba, dijo, "todos los cubanos somos iguales".

El próximo Último Jueves estará dedicado a discutir la gestión inmobiliaria y los problemas de vivienda en la Isla.

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