Con el tatuaje como "arma de empoderamiento", diseñadoras y activistas cubanas reivindican su derecho de hacer lo que les "dé la gana con su cuerpo" en la muestra "Grl Pwr" (Girl Power o Poder Femenino), una manera original y "muy propia" de celebrar el Día de la Mujer en la Isla, reportó EFE.
Alejada de las conmemoraciones oficiales del 8 de marzo —que en Cuba suelen basarse en elogios al Gobierno y no incluyen huelgas ni reclamaciones sociales—, esta exhibición de 15 dibujos feministas "hechos por mujeres para ser tatuados en mujeres" es la primera de su tipo en el país, aseguró a EFE la curadora Yudith Vargas.
"Me he tomado como algo personal las veces en las que me he sentido discriminada por mis tatuajes. En la calle la mayoría piensa que estar tatuada me vuelve un ser peligroso, como si fuese reflejo de una actitud desviada de lo normal y no es así", insistió.
La joven activista explicó que escogieron el Día de la Mujer "porque es el momento de reafirmarse como dueñas de ellas mismas", ya que para ella la decisión de hacerse un tatuaje es "uno de los primeros actos de empoderamiento que puede llevar a una mujer a la autodeterminación".
"Grl Power" es la primera acción del año del intercambio cultural "Bridges not walls" (Puentes, no muros) entre artistas de Cuba y EEUU, impulsado por Katherine Hurley y Jens Rosenkrantz, una pareja de creadores estadounidenses, radicados en Cincinnati (Ohio).
Vargas, coordinadora del proyecto en la Isla, resaltó el valor artístico del tatuaje como portador de un mensaje, en este caso feminista, algo que resuena con el propósito de "Bridges not walls" de dar a conocer el talento cubano y propiciar encuentros creativos entre ambos lados, sin reparar en las fluctuaciones de la política.
Liz Capote, Diana Carmenate y Ana Lyem Lara son las autoras de las ilustraciones, que estarán expuestas hasta el 8 de abril en Zenit Tattoo, el estudio de tatuajes de La Habana en el que trabaja Lara, una de las "poquísimas" mujeres que tatúan en Cuba.
La propia artista, arquitecta de profesión y tatuadora hace más de cuatro años, inauguró el jueves la iniciativa llevando uno de sus diseños a la piel de la cantante de rock Zammys, la primera de quince que se consideran afortunadas y que irán pasando a lo largo del mes por los sillones de Zenit Tattoo.
Las voluntarias escogieron entre dibujos con juegos visuales usando las frases "Lo siento si mi cuerpo te ofende", "self love" (amor propio) y a mensajes de famosas campañas feministas como "free the nipple" (libera el pezón), que denuncia la discriminación entre el cuerpo femenino y el masculino en las redes sociales.
"Hay muy pocas mujeres tatuadoras en Cuba y yo estoy orgullosa de ser una de ellas. Busco que las demás se inspiren. No es complicado ser tatuadora, solo hay que tener constancia y dedicarte al 100%. Para mí no es un hobby", subrayó Lara.
Para la joven, "tener un tatuaje es una forma de rebeldía" aunque hizo hincapié en que se refiere todo el tiempo a los diseños "que aporten algo o que tengan valor artístico".
"Ese algo te sube la autoestima, seas hombre o seas mujer", sonrió sin dejar de trabajar.
A la abogada de 27 años Claudia González le preocupan los prejuicios que aún vienen asociados a diferentes profesiones, en las que todavía no es "bien visto" que se lleven tatuajes visibles.
"Este será mi primero. Quería hacérmelo hace mucho tiempo y este me pareció el momento perfecto", comentó Fernández, que seleccionó el diseño de unas piernas con tacones rojos, que evitará mostrar en su lugar de trabajo, aunque admite que llevar el cuerpo marcado va perdiendo poco a poco el estigma.