La cosecha de cacao en Baracoa, la capital del chocolate en Cuba, cayó "dramáticamente" en 2017, cuando se lograron solo 200 toneladas del fruto, el peor resultado en más de 70 años, tras los destrozos dejados en esa zona por los poderosos huracanes Matthew e Irma, reconoció el diario oficial Granma.
Las cifras actuales contrastan con las 1.600 toneladas recogidas hace dos años, cuando se alcanzó un pico histórico, interrumpido por Matthew, el huracán que asoló en octubre de 2016 a esa porción del oriente cubano y dañó las 3.635 hectáreas dedicadas a ese cultivo, precisa EFE.
El huracán se ensañó con la vegetación de la zona, en la que desaparecieron los árboles que daban sombra a los cacaoteros, un requisito para el desarrollo óptimo de esas plantas.
Los cultivos de cacao en Baracoa comenzaban a recuperarse lentamente con la ayuda de colectivos agrícolas de otros territorios, cuando llegó el pasado septiembre el ciclón Irma y "dio el tiro de gracia" a la cosecha de 2017.
Sin embargo, el Gobierno dice que espera alcanzar este año las 800 toneladas del fruto y recuperar para 2020 el nivel productivo previo a los huracanes.
Baracoa, conocida como la capital chocolatera de Cuba, cultiva el 85% del cacao que se consume a nivel nacional y alberga la única fábrica de chocolate que existe en la Isla.
El huracán Matthew, el tercer ciclón más devastador que ha pasado por la Isla, azotó ese territorio oriental el 4 de octubre de 2016 y causó daños por valor de 97,2 millones de dólares, sobre todo en la agricultura.
Casi un año después, en septiembre de 2017, el huracán Irma dejó diez muertos y cuantiosos destrozos a su paso por la costa norte del país dejando afectaciones en la agricultura en 338.000 hectáreas de cañas y 95.000 hectáreas de cultivo.
El Gobierno suele achacar la reducción de la producción de alimentos a fenómenos naturales y a otros factores externos, sin considerar que las técnicas obsoletas o la falta de tecnología, así como sus políticas erradas son también causantes de la disminución de las producciones.
La estatal Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI) informó en noviembre que la producción cubana de alimentos se estancó en el primer semestre de 2017 y podría declinar este año debido a los daños ocasionados por el ciclón.
El Gobierno cubano, según datos oficiales, gasta unos 2.500 millones de dólares al año en importar comida.