El Gobierno procedió este martes al traslado de los restos de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales para acercarlos a la tumba de Fidel Castro dentro del cementerio de Santa Ifigenia, durante un acto político y ceremonia militar que presidieron Raúl Castro y otras altas figuras de la cúpula del régimen, recogió el diario oficial Juventud Rebelde.
El general, que apenas ha salido de la capital desde que pasara el devastador huracán Irma, viajó a Santiago de Cuba y depositó flores a Céspedes, Grajales y también en el mausoleo de los caídos el 26 de julio de 1956.
Eusebio Leal, a cargo de las palabras iniciales, describió el acto como una "oportunidad única que se da pocas veces en la vida". En la ceremonia militar fueron disparadas 21 salvas en honor a Céspedes y Grajales.
"Para poder comprender la magnitud del acto, tendríamos que explicar que el cementerio ha sufrido una hermosa restauración", dijo, y también defendió la ubicación dada a los héroes como "un lugar preferencial".
"El culto a los hombres y mujeres de culto es el oficio y deber del Estado, y de nosotros, como ciudadanos de un país libre", añadió.
Leal realizó una reseña sobre la vida, obra y pensamiento de Carlos Manuel de Céspedes y lo recordó como el abogado revolucionario que inició las guerras por la independencia en Cuba contra el régimen colonial de España, para lo cual se levantó en armas y liberó a sus esclavos.
También rememoró la actuación de Mariana Grajales, madre de los 14 hermanos Maceo, nacida en Santiago de Cuba, Oriente, el 12 de julio de 1815, de padres dominicanos.
El historiador también habló en su discurso de Fidel Castro, a cuya tumba han acercado los restos de los héroes.
La piedra de granito donde descansan los restos del dictador "representa la voluntad del pueblo (...) es la continuidad de la única revolución en la que hemos vivido, la iniciada por Céspedes el 10 de octubre de 1868", consideró.
"Para que en lo adelante el pueblo cubano y visitantes extranjeros puedan rendirle tributo a ambos de forma expedita, junto al que le brindan al Héroe Nacional José Martí y (…) a Fidel Castro, tanto el monumento funerario de Céspedes como la tumba de Mariana fueron trasladados cuidadosamente al área patrimonial central del cementerio".
El Mausoleo donde reposan los restos de José Martí está conformado por un conjunto arquitectónico de 26 metros de altura y 86 de largo, incluidos la cámara funeraria y áreas exteriores. En él reposan los restos del Apóstol. Fue inaugurado el 30 de junio de 1951.
El anterior monumento funerario de Céspedes se había inaugurado el 7 de diciembre de 1910 en su tercer enterramiento y los restos de Grajales habían sido traídos desde Jamaica y depositados en Santa Ifigenia el 23 de abril de 1923, según Juventud Rebelde.
En el centro del cementerio santiaguero está ubicada la piedra que guarda los restos de Fidel Castro, que se ha convertido en uno de los sitios de peregrinación del régimen y su propaganda.
A principios de enero, las autoridades aseguraron que unas 70.000 personas de la Isla y el mundo habían ido en un solo mes a visitarla. Más tarde, auguraron que antes del verano llegaría al millón.
La piedra de granito gris se ha vuelto además un sitio donde se coleccionan rarezas como la bufanda de un príncipe de Arabia Saudita, que había prometido no cortarse la barba hasta visitar la tumba.
Aunque después de la muerte del dictador el Gobierno limitó por ley el uso de su nombre e imagen, la figura de Fidel Castro no ha dejado de utilizarse y ensalzarse.
Cuando vivía, Fidel Castro decía oponerse al culto a la personalidad, aunque permitió que los carteles con su imagen y sus frases inundaran la Isla. El culto y la lealtad al gobernante se convirtieron en uno de los principales sostenes ideológicos del régimen.
La semana pasada la Universidad de Oriente creó la primera cátedra en honor al gobernante. El Consejo Asesor lo integran figuras históricas del régimen como Asela de los Santos, José Ramón Fernández y Eusebio Leal, entre otros.