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Economía

Holguín: Ganaderos que recibieron tierras en usufructo se enfrentan al desalojo

Limpiaron los terrenos de marabú y ahora aportan leche al consumo local. Pero el Gobierno dice que quiere recuperarlos para sembrar caña.

Holguín

Campesinos holguineros que hace siete años recibieron tierras en usufructo como parte de las medidas del Gobierno para intentar aumentar la producción doméstica de alimentos, se enfrentan ahora al desalojo: las autoridades les han informado que deberán abandonarlas porque volverán a utilizarse para sembrar caña de azúcar.

"Después de haber eliminado el marabú y otras malezas, nos están dando un plazo de seis meses para salir" de los terrenos, dice Rubén Medina, quien vive en el barrio Cauto 5, del municipio Urbano Noris, y tiene alrededor de 100 reses.

"Según el funcionario que vino aquí, las tierras serán sembradas de caña de azúcar, como antiguamente estaban", añade. "Si alguien hubiera visto cómo yo cogí estas tierras se daría cuenta de que esto es un abuso".

Medina asegura que entrega "casi 100 litros de leche para los niños del barrio".

"Espero que esto lo tengan en cuenta. Yo no quiero vender mis vacas, pero si esto es definitivo tendré hacerlo. Y eso no es lo que más me entristece, sino penar que veré cómo después se vuelven a perder las tierras", lamentó.

El caso de Medina es similar al de otros campesinos que pusieron a producir las tierras o criaron ganado en ellas después de que el Estado las tuvo abandonadas durante años.

A través de sus medios de prensa locales, el Gobierno ha promocionado su decisión de recuperar áreas cañeras. Sin embargo, los campesinos de la zona señalan que las ya existentes se encuentran en malas condiciones.

"Los campos de caña que tienen están perdidos y el rendimiento de las plantaciones no promedia más de 30 toneladas por hectáreas", critica uno de los afectados por la "recuperación".

"Además, con qué fuerza de trabajo enfrentarán esta tarea si nadie quiere trabajar la agricultura por los bajos salarios y la falta de utensilios", cuestiona.

En el barrio rural La Pata, también en Urbano Noris, otro campesino que pidió no ser identificado encuentra "muy mal" la decisión, pero dice que firmo sin reclamos un documento al respecto que le trajeron las autoridades.

"Desde el inicio me dijeron que cuando quisieran disponer de las tierras las quitaban. Lo que lamento es que tendré que vender mi ganado que son alrededor de 35 vacas y tengo un promedio de entrega de leche al Combinado Lácteo de entre 7.000 y 8.000 litros al año, resultado que logro con mucho sacrificio, casi sin poder dormir", se queja.

"En esta zona no roban mucho, pero ahora mismo estamos atravesando una sequía terrible, por lo que apenas dan leche las vacas. Y otra limitación que tenemos es que solo nos dan una caballería de tierra, que es muy poco cuando va creciendo el ganado. Lo sí sé es que, de vender, tengo que mudarme de aquí, pues aquí solo se puede prosperar criando".

En similar situación se encuentra Andy Ordúñez, otro de los ganaderos de la región que cuenta con alrededor de 300 cabezas de ganado.

"También firmé el documento porque aquí las cosas o vienen por ley o son obligatorias, así que tendré que vender mis reses", dice resignado. "Por lo menos la cantidad de vacas que tengo me van a proporcionar buena suma de dinero y con eso tendré que comprar una casa en el pueblo", calcula.

Lamenta que las autoridades no tengan en cuenta el aporte de los ganaderos a la alimentación de los niños de la zona.

"Parece que ahora sale más barato comprar leche en polvo fuera del país. Ojalá no cometan otro error más y nos dejen seguir produciendo tranquilos".

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