Back to top
Salud

Ni píldoras anticonceptivas ni DIU para planificar los embarazos

'Nos quejamos de que las cubanas se hacen demasiados abortos', dice una doctora, pero 'yo no tengo cara para reprocharle a nadie una interrupción'.

La Habana

Cada día va siendo más difícil para las consultas de Planificación Familiar de La Habana realizar su trabajo como debería ser. Como en casi todos los aspectos de la realidad cubana, para el control de la natalidad también faltan opciones.

Años atrás, era común que los consultorios médicos de la familia contaran al menos con un surtido de dispositivos intrauterinos (DIU) que eran colocados a las pacientes por la misma enfermera, luego de contar con los resultados de los exudados vaginal y endocervical que se realizaban en los policlínicos del área de salud.

Ahora las consultas del médico de la familia no tienen ni un solo tipo de DIU y muchas consultas de Planificación Familiar tampoco.

"Aquí solo tenemos multiload", dice Blanca Rosa, enfermera de una consulta de Ginecología municipal. Se refiere al tipo de DIU que se conoce popularmente como "medusa".

"Ese tipo de anticonceptivo está indicado para mujeres que no han parido, no es efectivo para todo el mundo. Casi siempre los usamos con jovencitas. Los que sirven para mujeres que han parido, como la T, hace rato que no hay", explica la enfermera.

Las pastillas anticonceptivas, antes tan comunes, han desaparecido de las farmacias en el último ciclo de escasez de medicamentos.

"Yo las compraba para echárselas al champú, porque dicen que las hormonas fortalecen el pelo", comenta Yeney. "Ahora no puedo comprarlas ni para tomármelas, porque no hay en ninguna parte".

Las inyecciones anticonceptivas se han ido agotando en las consultas y no hay pronósticos de que se vaya a abastecer nuevamente.

"A nosotros nos quedan algunas", dice la doctora Mirtha, ginecóloga. "Pero no puedo indicarlas a nuevas pacientes, porque no me van a alcanzar para un año".

Los implantes hormonales subcutáneos "están a nivel de hospital", según explican médicos y enfermeras.

"Si vas a Maternidad de Línea o al González Coro puede ser que resuelvas", sugiere Blanca Rosa. "Aunque no te lo aseguro, porque allí también se desaparecen".

La doctora Mirtha se lamenta de que tampoco puede contar con métodos menos comunes, como las tabletas o cremas espermicidas, que no se encuentran en ninguna parte; ni los óvulos de sulfamida, que según ella muchas mujeres han utilizado para cambiar el PH vaginal y así evitar la supervivencia de los espermatozoides.

"Si yo supiera cómo era el método de la esponjita con vinagre que usaban nuestras abuelas, seguro lo indicaría", bromea. "Aunque sea menos efectivo, es mejor que nada".

El único método anticonceptivo que se encuentra regularmente es el condón, aunque también "desaparece" de vez en cuando y no pocos se quejan de haber adquirido condones vencidos en las farmacias capitalinas.

Leyanis, ginecóloga de un hospital, piensa que la situación es más complicada para las mujeres mayores de 35 años.

"Los DIU que tenemos regularmente son para adolescentes y jóvenes que no han parido, mientras que los de mujeres adultas brillan por su ausencia", confirma.

Sin embargo, para las jóvenes "yo no indicaría un DIU, sino preservativo todo el tiempo, porque las jovencitas que todavía no tienen una pareja estable o definitiva necesitan protegerse también contra las infecciones de transmisión sexual (ITS)", señala.

Las opciones hormonales también son para mujeres jóvenes. "Los implantes, las pastillas, las vacunas, son bombardeos de hormonas que no se indican a mujeres mayores de 35 años y, además, tienen efectos secundarios", explica Leyanis. "Así que las pacientes jóvenes tienen más opciones dentro de lo poco que hay, pero las mayores solo pueden recurrir al condón. La que sea alérgica al látex no sé cómo se las arreglará".

Mabel, médico de la familia bromea: "Es un complot para que todas tengamos que parir. Todo el mundo sabe que al país le hacen falta más niños".

A pesar de su sentido del humor, esta doctora analiza también las partes más escabrosas de la situación.

"La idea de la anticoncepción es escoger el método que más se ajuste a cada paciente y eso es lo que no podemos hacer aquí por la falta de opciones. Las mujeres como yo, que tengo varios hijos y un matrimonio de años, no tenemos la posibilidad de acceder a otro método que no sea el condón o correr el riesgo de salir embarazada otra vez. Después nos quejamos como médicos porque las cubanas se hacen demasiados legrados, pero esa queja era válida en años anteriores, cuando había de todo. Ahora mismo yo no tengo cara para reprocharle a nadie una interrupción".

Sobre la opción más estable, los condones, Mabel opina: "Si todo fuera para obligar a la gente a usarlos, a tono con las campañas de prevención de las ITS, estaría bien. Pero es que no funciona así. Los médicos sabemos que la gente que no quiere usar condón no lo usa y punto, aunque salgan embarazadas, aunque se enfermen".

Pero la negativa a usar condón trae otros problemas. Mabel lamenta las ocasiones en que en sus guardias tiene que firmar un análisis positivo de VIH, en muchos casos de menores de 20 años.

"Me llegó hasta una muchachita de 17 años. Pero claro, para ella hay dispositivos intrauterinos todavía, y se descuidan de las enfermedades porque ya están evitando el embarazo", dice Mabel.

"Así que la cuestión no es solo que haya anticonceptivos disponibles, sino que las mujeres tengan opciones y las sepan valorar bien a la hora de decidir. Los médicos tenemos que ayudar, que para eso estamos".

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.