El cardenal Jaime Ortega Alamino, fallecido en 2019, dejó al morir una carta manuscrita donde lamenta "críticas, ataques amargos e incomprensiones de mis hermanos cubanos que viven en el exterior".
"De los fieles en Cuba he sentido cercanía, afecto, admiración, gratitud. Esto compensa los sufrimientos anteriormente dichos, pero aún así son muy tristes y duros de soportar, pues pienso en la Iglesia que se ve impugnada, aún en el Santo Padre", agrega.
"Cada visita de un papa a Cuba, ha sido ocasión para atacarlo", asegura Ortega Alamino en el documento, hecho público por la Iglesia Católica cubana a través de la revista Palabra Nueva.
El texto de 14 páginas, una especie de testamento espiritual y confesión, fue escrito por Ortega Alamino el 23 de abril de 2017, mientras permanecía en un retiro con los padres Carmelitas en el convento de San Juan de la Cruz, en Segovia, España, y mantenido bajo resguardo hasta este mes de enero por el Dr. Nelson O. Crespo Roque, secretario personal del fallecido.
Antes de su publicación, asegura Crespo Roque en la introducción del documento, sus páginas estuvieron en poder de Juan García Rodríguez, arzobispo de La Habana.
En su confesión, Ortega Alamino hace referencia en dos ocasiones, sin mencionarlas explícitamente, a su paso por las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), adonde fue enviado por el régimen de Fidel Castro, y en las que permaneció durante "ocho meses en un campo de trabajo."
"Cuando me hablan de los meses que pasé en trabajos forzados, de las penurias de alimentación, transporte y vestido, de los años difíciles de trabajo pastoral en parroquias del campo, nada de eso me parece extraordinario y me da temor que no esté ni remotamente unido a la pasión del Señor", afirma.
Ortega Alamino murió el 26 de julio de 2019 tras varias semanas en condición crítica y pronóstico reservado por un cáncer terminal.
Según precisó en esa ocasión la Ermita de la Caridad en su perfil de Facebook, "a pesar de las restricciones en Cuba, el 8 de septiembre de 1993, Jaime Ortega, junto al arzobispo de Santiago de Cuba Pedro Claro Meurice Estiú y los obispos de las distintas diócesis de Cuba redactaron el documento conocido como Carta Pastoral El Amor todo lo Espera, la cual levantó duras críticas por parte del Gobierno, así como ataques por parte de la prensa oficial, que nunca publicó dicho documento".
La pasada década, el excardenal de La Habana actuó como correo para entregar las cartas que el papa Francisco dirigió a Raúl Castro y Barack Obama, ofreciendo el amparo de la Iglesia Católica en el proceso de acercamiento diplomático entre ambos gobiernos.
Asimismo, Ortega Alamino jugó un papel esencial en el proceso por el cual más de 100 prisioneros políticos cubanos fueron enviados al exilio en España en 2010.
El sr Eustaquio no le hace honor a su segundo APELLIDO.....Ññññoooo!
Años para el olvido del accionar de la Iglesia Cubana. Cómplices del régimen, siguieron la obra de Torquemada y su Santa Inquisición. Silenciaron los casos oscuros - esos que estallaron a lo largo y ancho de toda América latina - a cambio del beneplácito del Clan Castro. Por qué la pedofilia fue un denominador común en el sub continente, pero en Cuba, nadie se enteró de nada??
Apuesto que ese libro lo venden este año en la Feria del libro de La Habana. Vivir para ver.
"En cierto modo, los religiosos creen que están al margen de las leyes de los hombres, y en Cuba más que en cualquier otro sitio. Creen que su estatus especial justifica y legitima el hecho de poder situarse en un terreno donde no rige el derecho común —me indica prudentemente Roberto Veiga.
En el episcopado cubano, también me hablan de abusos sexuales «internos» a seminaristas o sacerdotes jóvenes, perpetrados por prelados. Al parecer, algunos monsignori contrataban chicos de compañía, y abusaban de estos jóvenes a cambio de una módica suma de dinero. A menudo, y según un testimonio de primera mano, se invita a prostitutos para practicar sexo en grupo donde abundan las palabras groseras —«pinga», «friqui friqui», «maricones»—y las humillaciones. En caso de negarse a participar en estas fiestas sensuales, son denunciados a la policía, que detiene sistemáticamente a los chicos y deja en paz a los prelados."
Sodoma .Poder y escándalo en el Vaticano.
Frédéric Martel
"Lo que es seguro, en cualquier caso, es que los escándalos sexuales dentro de la Iglesia se han multiplicado en Cuba desde hace varias décadas, tanto en la archidiócesis y en el episcopado, como en muchas diócesis del país. Surge con frecuencia un nombre: el de monseñor Carlos Manuel de Céspedes, un cura de la parroquia de San Agustín, exvicario general de la archidiócesis de La Habana y persona cercana a Ortega. Aunque le atribuían el título de «monseñor», Céspedes nunca fue consagrado obispo, tal vez a causa de su doble vida: su homosexualidad y su aventurismo sexual están bien documentados; su relación con la policía política cubana también (se decía que le gustaba «bendecir el pene de los muchachos», me comenta un célebre teólogo)."
"Hace unos años, el testimonio en la televisión de un excoronel de las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas, Roberto Ortega también fue noticia en los medios cubanos. Desde su exilio en Estados Unidos, dio a entender que el arzobispo Jaime Ortega llevaría una doble vida: habría tenido relaciones íntimas con un agente del servicio secreto cubano, descrito como un «negro macizo de seis pies de altura» (1,83 metros). Según este excoronel, el gobierno cubano tendría vídeos y pruebas concretas sobre Jaime Ortega. Estos elementos eran útiles como medios de presión o de chantaje al cardenal, a fin de garantizar su pleno apoyo al régimen de Castro. Aunque esta entrevista de televisión dio pie a muchos artículos de prensa, que se pueden encontrar en línea, y no fue desmentida por el propio cardenal Ortega, no proporciona ninguna evidencia concreta."
"¿Fue obligado a «cantar» Ortega, como sugieren algunos? ¿Era él, o su entorno, tan vulnerable que no tenía ningún margen de maniobra para criticar al régimen? Uno de los mejores especialistas anglosajones en cuestiones de inteligencia cubana me dice, durante un almuerzo en París, que el cardenal Ortega y su entorno fueron vigilados directamente por Alejandro Castro Espín, hijo del expresidente Raúl Castro. Incluso se dice que el jefe oficioso de todos los servicios secretos cubanos elaboró con los años, gracias a una tecnología de vigilancia muy sofisticada, un dosier completo sobre los líderes de la Iglesia católica en Cuba, y sobre Jaime Ortega en particular. En otras palabras, Ortega es «atendido» («protegido»), a muy alto nivel. Alejandro Castro Espín, personaje en la sombra, es el coordinador del Consejo de defensa y seguridad nacional, que reúne a todos los servicios de inteligencia y contrainteligencia cubanos: él mismo sería el oficial de enlace del cardenal Ortega."
"Es cierto, como me sugieren varios contactos entrevistados en La Habana, que el régimen conocía perfectamente las relaciones, los encuentros, los viajes, la vida privada y las costumbres de Jaime Ortega, fueran las que fueran. Dado su nivel jerárquico y sus frecuentes conexiones con el Vaticano, está claro que el cardenal era vigilado las 24 horas del día por la policía política cubana. Una de las especialidades de esta policía es precisamente comprometer a personalidades destacadas filmándolas en sus aventuras sexuales, en su domicilio o en hoteles."
"Esta especie de hacienda urbana, que posee un claustro con un hermoso patio, fue durante mucho tiempo el cuartel general de los jesuitas, luego sede de la diócesis, y convertido hoy en el Centro Cultural Félix Varela.
En este edificio, la Iglesia cubana imparte cursos de idiomas y concede diplomas de enseñanza general reconocidos por el Vaticano, pero no por el gobierno cubano. Pasé varios días en la biblioteca, abierta a los investigadores, antes de descubrir, disimulado en el ala derecha, un ascensor privado que sube al tercer piso. En una puerta intermedia, se lee: «No pase. Privado», sin más indicaciones."
"A semejanza de Rouco Varela en Madrid y de Tarcisio Bertone y Angelo Sodano en el Vaticano, Ortega se apropió de los dos últimos pisos de una especie de palacio colonial espléndido, asomado a la bahía de La Habana, y lo convirtió en su residencia privada. El lugar es magnífico, entre flores exóticas, palmeras e higueras, con una ubicación ideal en la calle Tacón, en la ciudad vieja, justo detrás de la catedral barroca y relativamente cerca de la sede del episcopado cubano."
Sodoma .Poder y escándalo en el Vaticano.
Frédéric Martel
Me leí el llamado testamento espiritual de Jaime Ortega. Me lo leí buscando alguna referencia, no ya a su internamiento en la UMAP --que acertadamente Ortega llama "trabajos forzados" y solo califica como una especie de sacrificio personal necesario (!!)--, sino al papel de la Iglesia bajo el régimen de Fidel Castro, y por ende, a la labor que Ortega pudo o no haber desplegado para sacarla del tiempo en que el régimen persiguió, desterró, e hizo escarnio de sacerdotes católicos, de simples creyentes también. Nada, no encontré nada. Ni siquiera una mención sobre esa realidad que vivieron los católicos y creyentes en general, nada. Esperaba que una persona como él, que era consciente y evidenció su papel como dignatario de la Iglesia en Cuba, se refiriera al menos a esa inquisición de Fidel Castro. Pienso que a esa confesión espiritual le falta dejar de mirarse el ombligo y mirar hacia el todo de su entorno, aunque va y mi criterio está condicionado porque no entiendo de esas cosas.
Ana J. Faya___ Al parecer el señor Prats Sariol tiene otra visión distinta del cardenal , o tal vez era un amigo de la infancia; de los amigos nunca se haba mal.
Este tenía más de cardenal Richeliu que de santo. No está claro si varias de sus "buenas" acciones fueron genuinas o un performance en sintonía con la máquinaria represiva castrista. Conductas deplorables mostró en más de una ocasión.
Halloween está lejos ... ¿ quien resucitó este esperpento ?
Para empezar no somos hermanos , no me considero familia de nadie que piense y actuè como Ud actuaba, descanse lleno de remordimientos y que el Diablo lo tenga a buen querer
Debe juzgarse con mucha calma una labor tan engorrosa y compleja como la reinserción de la Iglesia Católica en la vida pública cubana, que realizó el cardenal Jaime Ortega. Muchos confunden hechos con opiniones, signo inequívoco de torpeza, fanatismo, imbecilidad. Faltan por revelarse muchos documentos y testimonios para precipitarse en un juicio contra su labor.
Don Sariol ____ La llamada “reinserción de la iglesia en la vida pública cubana“, no es un mérito de Ortega, sino del régimen que supo ver (siempre tarde) la ventaja estratégica de sumar a una parte de la población creyente con la colaboración de la curia cubana, donde Ortega era una figura relevante y que ni corto ni perezoso se prestó a servir a los intereses de la dictadura, por conveniencia, por extorsión o porque sencillamente lo sentía así, da igual.
No se trata de confundir “hechos con opiniones“, ni calificar de torpes, fanáticos o imbéciles a los que tengan una opinión contraria a la suya, es una cuestión de objetividad y hechos.
Muy bien expresado ... La corporación de la fe en Cuba, siempre calcula sus intereses corporativos sobre los intereses de su plantilla ...
Para que dejaste esa Carta, Hubieras dejado que la Gente Olvidara que eras un Blandengue y que si serviste de Correo entre El Papa Francisco , Barac Obama y Raul Castro, pudieras haberlo sido de Stalin o Lenin, Cooperaste mas con quienes odiaban la Iglesia, que con quienes amabana a Dios, Para mi Estando Vivo, Muerto o si Resucitaras, seguiras siendo el mismo Traidor!!! Descansa en el Infierno, hasta que te llegue el Turno, para Revisar tus deudas y de paso asmele espacio a Bergolio, El Rojo Bergolio otro que bien Baila con la Charanga de los Nangaras de La Habana!!!
Detrás del amor al “Señor” solo puedo ver a un cobarde. Como voz de muchos pobres y marginados, solo pudo temerle al diablo de Castro y callar. Me apena que sus palabras más allá de transmitir amor, solo muestren cobardía y resignación
Así es sr cobardía y resignación