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Venezuela

La oposición democrática venezolana asume una ruta electoral sin unidad

Tras sostener que no aceptaría una elección distinta a la presidencial, la oposición encabezada por Juan Guaidó se prepara para ir a unos comicios regionales sin unificar candidaturas.

Caracas
Juan Guaidó.
Juan Guaidó. AP

Tras sostener durante dos años que no aceptaría una elección distinta a la presidencial, con el fin de desalojar a Nicolás Maduro del poder, la oposición democrática de Venezuela que encabeza Juan Guaidó se prepara para ir a unos comicios regionales sin lograr unificar candidaturas en lugares claves y teniendo un mensaje político ambiguo.

El llamado G-4, la cúpula de cuatro partidos que dio respaldo a la gestión de Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional entre 2019 y 2020, no ha logrado dar un mensaje contundente sobre la participación en las elecciones de gobernadores (provincias) y alcaldes (municipios) del venidero 21 de noviembre.

Los partidos Voluntad Popular —en el cual militan Guaidó y el líder exiliado Leopoldo López—, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, agotaron todo el mes de agosto sin ponerse de acuerdo en dos asuntos que resultan cruciales. En primer término, decidir y anunciar si asistirán, y, en segundo lugar, lograr tener candidaturas unitarias.

En la acera de enfrente, entretanto, el chavismo se prepara a toda máquina para las elecciones, en las que espera aprovechar las horas bajas de la oposición para hacerse con la mayoría de cargos. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) hizo elecciones primarias en todo el país, y aunque la dirección nacional terminó imponiendo candidaturas en algunas plazas, en general la militancia acató tales decisiones.

"Paradójicamente la oposición tendrá las mejores condiciones en más de 15 años, gracias a un nuevo Consejo Nacional Electoral, pero tal como van las cosas no logrará capitalizar el descontento que es mayoritario en Venezuela", sostiene el analista Piero Trepiccione, coordinador del Centro Gumilla, una fundación de análisis sociopolítico de la realidad venezolana.

Trepiccione coincide con otros analistas en sostener que la oposición democrática sigue atrapada en una serie de falsos dilemas, que parecen envolver a su dirigencia, y eso produce la ausencia de una estrategia clara y de largo aliento.

El exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma, exiliado en Madrid y una voz crítica del G4, considera que la oposición venezolana no puede estar "navegando entre dos aguas al mismo tiempo" porque a su juicio, "se corre el riesgo de morir ahogado".

"La ruta electoral de abajo hacia arriba, comenzando con los cargos de alcaldes y gobernadores, ha sido una hoja de ruta impuesta por la comunidad internacional. La postura común que tienen hoy EEUU, Canadá y la Unión Europea es clara en el sentido de que cualquier salida deberá ser electoral", comenta un colaborador de Guaidó, quien ha pedido no se revele su identidad.

La postura de Washington, Ottawa y Bruselas no parece colocar en discusión, en este momento, la salida de Maduro del poder. Se han enfocado los países occidentales en mejorar las condiciones electorales para que la oposición regrese a posiciones institucionales, y una vez se alcance esto suavizar las sanciones contra el chavismo.

Otra tarea asumida sin mucha convicción por Guaidó y el G-4 es el proceso de negociación en México, que tendrá una nueva ronda de reuniones entre el Gobierno de Maduro y los representantes opositores a partir del 3 de septiembre. Expertos en resolución de conflictos estiman que sería en 2022 cuando puedan verse frutos palpables de este proceso.

"Estamos en medio del desierto. Toda la actividad política luce muy árida", comenta Trepiccione.

El descontento ahora no solo está enfocado en Maduro, sino que también de forma hábil el chavismo logró desacreditar al liderazgo opositor y este tampoco ha actuado con tino.

Durante 2019 y 2020, cuando Donald Trump era el inquilino de la Casa Blanca y parecía inminente una resolución a la crisis venezolana, Guaidó insistía en que la única elección a la que se asistiría sería a unas nuevas presidenciales, dado que la reelección de Maduro en 2019 no se considera un proceso legítimo.

Para la doctora en Ciencias Sociales María Puerta la discusión sobre la legitimidad de Maduro no tiene sentido alguno en el actual contexto. El chavismo sigue, de facto, ejerciendo el poder en Venezuela y esa esa una realidad política ineludible.

Ni las amenazas de Trump, ni los intentos fallidos de sublevar a las fuerzas armadas que encabezaron Guaidó y López, ni las sanciones internacionales parecen haber hecho mella en el régimen de Maduro.

El CNE dio un plazo mayor de 48 horas para inscribir candidaturas, en un gesto que se entendió como una concesión a la plataforma opositora. Sin embargo, este 1 de septiembre se deberán inscribir las candidaturas sin mayor dilación y todo apunta a que habrá una dispersión importante de opciones que se presentarán como opositoras, con lo cual el chavismo, que sigue unificado, podrá sacar rédito político.

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7 comentarios

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Profile picture for user Plutarco Cuero

¿Cuanto hay pa' eso? Es la frase favorita de TODOS los venezolanos ...

Profile picture for user Ana J. Faya

El pa'lante y p'atrás de Guaidó ha ridiculizado a la oposición que se presta a esta farsa electoral, porque qué elecciones pueden ser legítimas bajo el régimen de Maduro.

Profile picture for user Mr. Grinch

El chavismo tiene una oposición hecha a la medida, y qué mejor con el pazguato de Guaidó a la cabeza.

Profile picture for user Weston

Las maravillas de la "democracia".

Profile picture for user László

que me dice de su antigua morada Weston, lo lograrán?

Profile picture for user Weston

László: Cualquier negocio que te proponga alguien de aquellos lares, considéralo una estafa hasta que no se demuestre lo contrario.