La Casa Blanca reconoce por primera vez la ocurrencia de incidentes semejantes al 'Síndrome de La Habana' en EEUU

Los misteriosos incidentes que han afectado a decenas de miembros del personal estadounidense en varios países del mundo, conocidos como el "Síndrome de La Habana", también se han producido dentro del territorio de Estados Unidos, confirmó este viernes por primera vez la Casa Blanca.

Aunque se desconoce el origen de las enfermedades, hay una creciente presión del Congreso para averiguar qué ha afectado a tantos diplomáticos, espías y otros funcionarios estadounidenses, y quién o qué está detrás de los hechos, informó el medio ABC News.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que no se conoce la causa de los incidentes, "que son de naturaleza limitada y la gran mayoría de los cuales han sido reportados en el extranjero".

El Gobierno de Biden ordenó una revisión de los servicios de inteligencia estadounidenses para determinar si hay otros casos no denunciados anteriormente y si existe un "patrón más amplio", confirmó a ABC News un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.

Fuentes del Congreso afirmaron a ABC News que en el mes de abril funcionarios de defensa estadounidenses informaron a los legisladores de los Comités de Servicios Armados del Senado y de la Cámara de Representantes sobre varios incidentes no denunciados anteriormente de personal estadounidense que cayó enfermo.

Decenas de estadounidenses han sido diagnosticados con una serie de síntomas, incluyendo lesiones cerebrales traumáticas, y varios describen experiencias extrañas como ruidos y sensaciones extrañas.

El Gobierno de EEUU ha confirmado casos en Cuba, China, Uzbekistán y Rusia, pero los medios de comunicación han revelado la presencia de estos sucesos en otros países.

El tema ha marcado la relación de EEUU y Cuba desde 2016, cuando se reportaron los primeros casos en la Embajada de La Habana.

Aunque todavía no hay una respuesta definitiva, las Academias Nacionales de Ciencias publicaron en diciembre un informe, encargado por el Departamento de Estado, que concluyó que la fuente más probable es la "energía de radiofrecuencia dirigida y pulsada".

Entre los posibles nuevos casos la revista GQ y CNN informaron de al menos dos incidentes en el área de Washington, que no han sido confirmados por las autoridades de EEUU.

La semana pasada los demócratas y republicanos del Comité de Inteligencia del Senado, Mark Warner y Marco Rubio, afirmaron en un comunicado que este tipo de ataques parece ir en aumento.

Warner y Rubio también elogiaron al director de la CIA del presidente Joe Biden, Bill Burns, por su "renovada atención a estos ataques", mientras otros legisladores se han exasperado públicamente con la respuesta del poder ejecutivo.

Entre las críticas a la gestión gubernamental se encuentra la senadora Jeanne Shaheen, quien cuestionó que la comunidad de inteligencia de EEUU "reprima la información que está a disposición del Congreso, que está a disposición del público".

"No está claro si la información que estamos recibiendo es correcta o incorrecta", dijo a la Directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines. "El caballo está fuera del establo en esto. La información ya está ahí fuera, y creo que nos corresponde a todos intentar asegurarnos de que la información que se difunde es correcta y de que la gente entiende lo que está pasando".

Además de Cuba, el Departamento de Estado ha reconocido previamente incidentes en China, Uzbekistán y un país redactado en un informe interno que fue desclasificado y publicado en febrero. Ese país desconocido es probablemente Rusia, donde un exfuncionario de la CIA dijo que fue atacado.