El periodista oficialista Humberto López dedicó su último espacio en el noticiero de la televisión a desacreditar a la curadora de arte Anamely Ramos, a quien inscribió en una "farsa circense" junto al artista Manuel Otero Alcántara y la acusó de ser financiada por EEUU para provocar la "desestabilización" en Cuba.
En medio de la "revelación" de documentos que López presentó como "pruebas" del "mercenarismo" de Ramos, el vocero del régimen calificó a la exprofesora de "provocadora persistente, con un lenguaje frecuentemente grosero".
"A pesar de su autocacareado activismo, marchó de Cuba para estudiar en México", añadió en el programa televisivo.
Humberto López calificó a Ramos de "contrarrevolucionaria pagada que trata de reinventarse para justificar la nómina".
Tras el ataque a la joven, Ramos y otros activistas cubanos salieron en su defensa.
"Humber, no te he visto. Yo soy tu trabajo, pero tú no eres el mío, a Dios gracias. Mi trabajo es respetado. Sigan pataleando, se hunden con cada zarpazo", respondió la propia Ramos en su perfil de Facebook.
La artista Camila Lobón escribió también en Facebook: "Humberto, aquí los verdaderos contrarrevolucionarios, contra todo lo que signifique vida, sentido común y bienestar, son ustedes".
Para Lobón, "Anamely Ramos es una perra curadora de arte y magnífica profesora".
"Pregunta a los alumnos a los que dio clases diez años en el Instituto Superior de Arte (ISA), a los que dio clases en Angola y a las decenas de artistas que han trabajado con ella. Se sabe bien por qué no haces mención alguna a ese recorrido por la institución, ni a su injusta expulsión", añadió.
"La dignidad de ese curriculum ni en 100 emisiones podrías dañarla. Ustedes apelan a desinformar a millones, pero no han calculado bien las cifras de los que concientizan cada vez más sobre su inescrupulosidad", zanjó.
Gretell Salermo también dio su apoyo a Anamely Ramos. "Estoy recordando ahora la primera imagen que tengo clara de Anamely Ramos. Me dio admiración, miedo, ternura, orgullo, no sé explicar. Fue cuando las ancianas comunistas intentaron impedirle salir a la calle", escribió.
"Me hago dos preguntas. ¿Cómo estarán comiendo esas señoras luego del ordenamiento? Humberto López ¿Tendrías ese mismo valor, dignidad, educación y entereza cuando te vayan a buscar a ti?", se preguntó.
López continuó el lunes cuestionando la autenticidad de la huelga de hambre de Luis Manuel Otero Alcántara en medio de reclamos de activistas por conocer la situación real del líder del Movimiento San Isidro y de rumores sobre su muerte.
En un comentario al programa oficial de López en el canal de YouTube de Canal Caribe, un lector se preguntó: "Si está tan sano y saludable como dices, porque no lo sueltan, lo arrestan o lo acusan de difamación por fingir y engañar. ¿Por qué en vez de eso lo tienen en una sala de terapia intensiva y su familia ni se puede acercar al hospital?
SÍ, ha sido víctima de real represión de los esbirros de la tiranía criminal y totalitaria. ANAMELY NO ES UNA MERCENARIA. Desde el ISA ha sido un hueso duro de roer... ¡Solidaridad contigo! ¡Cuídate!
Mike____ No te hagas Mickey, no te hagas …??? que ya te conocemos.
Hay una realidad que se hace evidente: al régimen estos acontecimientos los ha pillado de sorpresa y en el descocierto. Que envíen al Gerardo el Mago de Oz de las regaderas al Parque Trillo, o a Umberto The Evil a responderle a Anamelys, ya nos está diciendo que las cosas se la toman en serio.
En medio de un nuevo Período Especial de „Ordenamiento“, el régimen se encuentra en una situación como en la escena del camarote de los Hermanos Marx, en el caos y la falta de un plan B. El pueblo les va resultando respondón y el miedo se va perdiendo; el hambre aprieta y la miseria crece y hay una generación de jóvenes cubanos con acceso a las redes sociales dispuestos a protestar. La combinación es incendiaria.
Que un vocero del régimen como ese, miembro además del CC, dedique una de sus diatribas a Anamely Ramos indica que el activismo de Anamely les molesta sobremanera. Ese esbirro no debate, sino denigra, hace uso del asesinato de reputación, porque la represión que Anamely denuncia es real, palpable.