"Todo lo que tengo se lo debo a la revolución": cuando alguien en Cuba hoy dice eso sin estar fingiendo, o habla de la educación y la salud pública como grandes "logros de la revolución", o no se percata de que la escasez no es culpa de un Gobierno ajeno (EEUU) sino del suyo, o grita a los disidentes "¡Abajo los derechos humanos!", estamos ante una persona que ha sufrido daño antropológico.
Ese término viene de antropología, palabra formada por los vocablos griegos anthropos (ser humano) y logos (conocimiento). Es la ciencia que estudia al ser humano. Hay daño antropológico cuando, además del deterioro social, económico y cultural en un país, hay daño a la condición humana, la persona pierde la conciencia de sí misma y no es capaz de evaluar la realidad de manera razonable e independiente.
Es como la robotización del humano. El robot repite lo que dice el programa que le han instalado, y la persona con daño antropológico de hecho repite lo que le han sembrado en su cerebro. Ha sido moldeada (amaestrada) para hacer y pensar de manera dirigida. El daño antropológico va más allá y causa efectos destructores sobre la propia identidad del ser nacional como tal.
El intelectual cubano exiliado Luis Aguilar León destacaba seis tipos de daños antropológicos: el servilismo; el miedo a la represión; el miedo al cambio; la falta de voluntad política y de responsabilidad cívica; la desesperanza; el desarraigo y exilio dentro del país (insilio); y la crisis ética.
Soy de los que creen que en Cuba ese daño fue producido, y sigue siéndolo, por tres fuentes clave: 1) el sistema de educación; 2) los discursos de Fidel Castro, y luego los de otros jerarcas de la dictadura; y 3) el bombardeo incesante de propaganda y desinformación en los medios de comunicación, sobre todo en la TV.
Esos factores engendran lo que José Ortega y Gasset llamaba el "hombre masa", aquel "cuya vida carece de proyectos y va a la deriva… y por eso no construye nada". O sea, pierde la capacidad de pensar con cabeza propia. Se le oxidan las neuronas por no usarlas mucho, o se les han extraviado por caminos equivocados de consignas e idioteces propagandísticas. Eso, en fin, es un daño al cerebro.
Sin esa lesión no es posible afirmar en Cuba que todo lo que se tiene se le debe a la "revolución". Esta solo ha dado pobreza y escasez. Y si alguien ha logrado tener algo, ha sido al precio de ser esclavo de un Estado mafioso, pasar necesidades, no poder expresarse libremente ni tener derechos como ciudadano moderno.
A veces el daño cerebral es irreversible
Ese daño al ser humano es a veces irreversible. En Cuba hay jubilados que están en la miseria, pasan hambre, se quejan de la escasez, pero alaban a "nuestra revolución".
Entre las máquinas de lavado de cerebro citadas son muy importantes las escuelas y universidades. Desde que el niño aprende a leer tiene que jurar cada mañana "pioneros por el comunismo, seremos como el Che". Luego viene la grotesca tergiversación de la historia y la realidad de Cuba y del mundo.
Durante cuatro generaciones el castrismo ha sembrado en la conciencia nacional el rechazo a la cultura occidental y a la economía de mercado, a los valores democráticos basados en la separación de poderes, el sufragio universal y el respeto a los derechos humanos. Se glorifica la autocracia como forma de gobierno, y a los dictadores de izquierda, terroristas, narcotraficantes y criminales que hay en el mundo, si son "amigos de Cuba".
Por eso casi nadie se escandaliza en la Isla cuando alguien es sorprendido con la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) en el bolsillo y va a la cárcel por "propaganda enemiga". Ni tampoco porque niños y adolescentes quemen copias de la DUDH en plena vía pública, como hacían las hordas nazis, que quemaban los libros no fascistas.
El sistema de educación castrista, mientras fue financiado por Moscú, mantuvo cierto nivel académico, claro, con gran lavado de cerebro incluido. Cuando falleció el "paganini" tío Sacha, todo se derrumbó. Hoy es demasiado evidente la carga desmesurada de propaganda político-ideológica.
Hasta la Campaña de Alfabetización en 1961, una obra positiva, fue utilizada para el lavado de cerebro. Las primeras palabras que enseñaban los brigadistas "Conrado Benítez", y la letra de la pegajosa marcha alegórica que se escuchaba en la radio eran loas a la revolución y a Fidel, y consignas contra el "imperialismo yanqui".
No sorprende que hoy la educación en Cuba sea la más deficiente, destartalada y corrupta del hemisferio. Con regalos al "profe" los alumnos son aprobados. A mil años-luz de la ética anterior al castrismo. Desde 2009 han abandonado las aulas unos 45.000 maestros y profesores. Miles de jovencitos, sin vocación ni preparación, solo para evadir el Servicio Militar Obligatorio han pasado a ser profesores.
En general, a los maestros y profesores los instruyen para dar las clases convoyadas con propaganda. Eso incluye inculcar la "moral socialista" y atacar la "moral burguesa" y la cultura occidental.
A eso hay que agregar la incapacidad y la muy deficiente educación que han recibido los profesores. Ello ha agravado el lastre más visible de la enseñanza castrista: la pérdida de valores éticos, morales, lingüísticos, cívicos, y de las buenas maneras,
Daños colaterales, pérdida de valores, degradación del habla
Una gran parte de los graduados en los distintos niveles, incluyendo las universidades cubanas, no saben expresarse coherentemente. Emplean una jerga ininteligible y tienen un vocabulario asombrosamente reducido. Articulan las palabras en forma primitiva, o mutiladas. No se les entiende bien. No leen, ni pueden escribir dos párrafos sin cometer graves faltas de ortografía.
Adolescentes, incluyendo muchachas, gritan en la calle obscenidades que antes ni un carretonero se atrevía a pronunciar. Muestran una asombrosa ignorancia en materia cultural, social, económica, histórica, ética y política. No quieren saber nada de Martí, Maceo o Céspedes, y no soportan que se les hable de la patria. Conocen del mundo lo que ven en Facebook o en el teléfono móvil.
Eso significa que los maestros, que recibieron daño antropológico, a su vez lo causan a sus alumnos. La enseñanza castrista en la práctica es un reciclaje de depauperación educacional, cultural y social.
Hoy pululan los jóvenes violentos con conductas marginales. Muchos expioneritos son carteristas o "arrebatadores". Tumban al piso a cualquier anciana para llevarle su bolsa o jaba.
Fidel Castro, quien unos pocos años antes de asaltar el poder era un gangster que baleaba por la espalda a sus rivales políticos en las calles de La Habana, fue el que sembró en la conciencia nacional la instigación a la violencia, el insulto personal, la difamación y el engaño. Instauró los mítines de repudio y la tiradera de piedras y huevos contra disidentes y quienes decidían emigrar. Fue Castro I quien, con su plan de la Escuela en el Campo, separó a millones de niños y adolescentes de sus familias y los puso a cargo del Estado para adoctrinarlos mejor.
O sea, fue el Führer cubano el principal lavador de cerebros. Fue y es aún el responsable del grave daño antropológico causado a tantos cubanos, muchos de los cuales, ya incapaces de pensar por sí mismos, tienen miedo a que grandes cambios en Cuba echen abajo los "logros de la revolución".
Ese daño al pueblo cubano, que incluye el primitivismo gutural en la forma de hablar y el "desparpajo" en la conducta social, conforman la otra cara visible del daño antropológico causado por la "revolución socialista" al país. Es uno de los grandes crímenes cometidos por la dictadura castrista. Su reparación tomará tiempo.
Todo empezó cuando tener buenos modales era sinónimo de burgués y para ser un obrero socialista ejemplar había que se un chancletero. La vestimenta es hoy día un portento de chusmeria, por nada de este mundo un hombre salia a la calle en camiseta y chancletas. Las mujeres son otras, van con sus fambecos, metidos a la cañona en esas lycras y sus baja y chupa como si vinieran de un whorehouse. Hay que entender que si la sociedad cubana fuera honorable y decente, nadie salia a tirar huevos a un vecino, ni a vigilarlo cobardemente, y si hubiera una prensa decente estos actos serian condenados. En Miami es muy fácil identificar al hombre nuevo, lo primero es la dicción y luego todos padecen tachylalia. hablan lanzando ráfagas cortas a una velocidad de vertigo. Todos van vestidos igual, jean rotos, enseñando la raja, sus pullovers de Aero Postal, sus zapatos punta estilete o tenis rojos, las cadenas y los overdimensioned watches. Todos hablando de su futura visita a "Cua"
No hay mejor descripción Padre Ignacio.
Cuán cierto todo eso, Padre Ignacio. Hay algo torcido o retorcido en el fuste de ese país. A veces me despierto pensando que el sistema es la gente, que el castrismo es la savia natural que corre por las venas de esa desgraciada nación zumbí o nzumbi.
Roberto, muy acertado su artículo, pero yo no dejaría por fuera la educación en el hogar y el nuevo cine cubano, causantes también de todo este daño.
Cuando yo era adolescente jamas ni yo ni ninguno de mis amigos deciamos una palabrota delante de una muchacha. Ahora son ellas las que las gritan mas alto. Tampoco escuché nunca eso de : !Qué bolá, asere!"
Soy Profesor, aunque soy parte de esos 45 000 que se largaron a trabajar en la calle, inventando dinero de donde sea, desde levantar una pared de bloques a instalar una tubería de agua. Se aprende sobre la marcha.
Aquí les dejo algunas de las pifias más comunes que escriben los jóvenes (desde la primaria hasta universitarios):
“Lla boi para tu casa”, “embiame eso por la ret “, “cuar es tu invento?”, “no lo buerbas a ser (hacer)”, “yale ché comida ar puerco”.
No estoy exagerando, y repito: algunas de estas cosas las escribieron universitarios. Para que hablarles de la cultura general. Y de que arreglar este entuerto llevará muchos años, nadie lo dude.
Yo me quede en shock con situaciones que presencie en un pueblo de Galicia donde vivían muchos cubanos. La Asistencia Social y Caritas estaban a una cuadra donde yo vivía. Los cubanos que no estaba tan necesitados usaban Caritas como si fuera el supermercado. Una vez una me dijo que la ayudara con los mandados. .Le conteste: "Mira, déjalo en mi casa y dile a tu hijo que es musico y tiene MAQUINA que los recoja".
La Asistencia Social quedaba debajo de la Biblioteca. En una ocasión veo entrar a muchos cubanos y bajo a ver que pasaba. Era día en "que daban". Se formo tremenda discusion cuando el empleado dijo que no habría para todo el mundo esta vez. "¡A mi hay que darme!" decían. "¡A mi hay que darme! ¡Yo soy ciudadana española!", decía otra, esta ultima afro-descendiente. Se formó tremendo "echao pa'lante: "A Juana le dan y ella cuida niños". Otra: "A Berta le dan y ella trabaja como criada ". El chico español casi apenado les dijo: "Señoras, la gente tiene que defenderse"
Un buen ejemplo de daño antropológico. En Cuba el régimen logró hacer creer a muchos que la “revolución” haría de Cuba el Paraíso en la Tierra que menciona el himno comunista de “La Internacional”. En Alemania, Hitler y demás líderes fascistas convencieron a millones de alemanes de que eran el pueblo superior predestinado a dominar el mundo.
El daño antropologico causado por el CASTRISMO a los cubanos es muy parecido al que causó el NAZISMO a los alemanes. Y de cierta manera recuerda el causado por Perón a los argentinos.
Magistral este artículo del señor Quiñones. Desde ya lo estoy enviando para Cuba, hay que difundirlo, es tan excepcional que da un golpe en la mesa sin manos.
Bueno, es lógico que los bots de las "organizaciones de masas" estén en contra de los Derechos Humanos. Juan Cabeza de Tuerca, coordinador de los CDR, tiene un corazón Aurika, un cerebro Robotrón, cuello de ventilador Órbita, manos de alikate ruso, alma de cántaro chino, sus ojos son bombillos fundidos de 60 watts, y se desplaza sobre una llanta de Moskovitch que se oxida de tantas goteras en casa. Pero estas mismas rendijas le ayudan en su trabajo de vigilancia. De esta forma puede conseguir a fin de mes un poco más de "aceite de caja", para su propia infrasubsistencia.
Mira si te pones a pensar en Cuba es donde más caro es ir a un medico , porque digo esto, yo vivi en Cuba nunca gané en mi trabajo 200 pesos mas o menos lo mas que gane fueron 150, pesos cubanos, estoy hablando del dinero cubano no el CUC trabaje en day care los famosos círculos infantiles, trabaje en una escuela ,donde había 600, alumnos cuando me retiraron con 90 pesos cubanos eso es por el valor del CUC 3, pesos 50 centavos, ya yo pague el medico de todos los que vivían en mi casa , la educación de mi nieto , todo es una mentira , en Cuba nada es de gratis pura fantasía creada por los Castros,
Mucha excelencia hace falta. Moral y civismo.
Que vuelvan a leerse a José Ingenieros.
Y prosperidad sobre todas las cosas. Alguien que conocemos muy bien, explicaba que para ser bueno, se necesitaba ser próspero.
Un pueblo de mendigos y necesitados de todo, difícilmente entenderá de moral y entereza.
// La conducta humana es dependiente en gran medida de SUS CIRCUNSTANCIAS //
Démosle al cubano de la Isla la posibilidad de trabajar, producir y ser dueño del fruto de su trabajo y TRABAJARÁ DECENTE Y SOBRADAMENTEMENTE (y ni tendrá que pensar en robar para sobrevivir, además de que el sistema correccional se encargará mayormente de encarrilar a los pocos que sí lo hagan).
Démosle al cubano de la Isla políticos, gobernantes, sistema de gobierno buenos (DE VERDAD, no otro "juego democrático" con chanchullos y corrupción) y ese cubano entenderá que *la sociedad es asunto de todos*, que a todos nos conviene y que podemos actuar para que SIGA BIEN Y HASTA MEJORE INCESANTEMENTE.
Gobierno y organización social que incluirían sistema legislativo, leyes y justicia que empujarían en contra de, por ejemplo, la tenencia irresponsable de descendientes; un sistema de salud pagado por un seguro único nacional obligatorio, que comience a velar por la buena salud del indivíduo desde que se registra un embarazo deseado y deseable (que también comenzaría a costar a sus gestantes x sus seguros); y MUCHAS OTRAS IDEAS AVANZADAS PARA TENER SOCIEDAD BUENA DE VERDAD Y MODERNA.
Démosle al cubano de la Isla buenos maestros en escuelas y universidades y hasta las deformaciones "aprendidas" en el hogar van a ser en gran parte corregidas. ¡Cómo hay que aprender, y se puede, con buenas clases de *educación cívica*!
Démosle a todos los cubanos medios de difusión masivos, tradicionales y de nuevas tecnologías, con contenidos que promuevan la cultura y el comportamiento elevados y enriquecedores de la condición humana, sin personajes grotescos ni chabacanos, que embrutecen y corrompen.
El cubano, y los de cualquier nacionalidad, con CIRCUNSTANCIAS como esas tan resumidas arriba, en gran parte LLEGAN A SER TODO LO BUENO QUE UN SER HUMANO PUEDE SER. No importan mucho las experiencias pasadas en el castrismo.
Caer en la mentalidad simplista de que todo está perdido, DE QUE EL CUBANO Y LA NACIONALIDAD CUBA ESTÁN MAYORMENTE PERDIDOS, es facilitar que el secuestro nacional por el castrismo que seguimos padeciendo PERSISTA.
Sí, hay que TRABAJAR, PENSAR Y TRABAJAR MUCHO, para encauzar nuestra nación. Pero ES PERFECTAMENTE POSIBLE, ni siquiera es terriblemente difícil. Ver LOS PASOS DESDE AHORA HACIA LO ANTERIOR propuestos en mi comentario en https://diariodecuba.com/cu…
Concluyendo: " Abajo la Involución Cubana" Y que el Sepulto en Jefe arda eternamente en el Infierno más Infernal!
Quizás el DAÑO ANTROPOLÓGICO sea el peor mal sembrado por décadas en el cerebro de los cubanos. Fue una macabra movida del difundo hijo de puta en jefe. Sus daños se reflejarán aún en generaciones venideras pero irá, con el pasar del tiempo , desapareciendo.