El llamado a manifestarse el pasado 30 de junio contra la violencia policial y el racismo en Cuba logró convocar a un número significativo y diverso de actores y organizaciones de la sociedad civil. En ese sentido, resultó exitoso. Sin embargo, las fuerzas represivas lograron impedir la manifestación, dejando un saldo de al menos medio centenar de detenidos y 84 arrestos domiciliarios.
De lo sucedido pueden extraerse dos lecciones.
La primera tiene que ver con el aspecto logístico. ¿Tiene sentido anunciar una protesta de esa naturaleza públicamente, en redes sociales, en un país como Cuba? Es cierto que no hacerlo conlleva la posibilidad de conseguir una escasa asistencia. Al mismo tiempo, si se opta por la difusión, quizás deberían considerarse medidas que mitigaran el riesgo de las detenciones preventivas. Salir con antelación de las casas o no dormir en ellas la noche antes de la convocatoria (como hizo un opositor que sí llegó al Yara), o enviar a algunos activistas como señuelos ante la Policía, quizás evitaría las repetidas escenas de convocados impedidos de salir de sus domicilios o detenidos junto a sus puertas.
La segunda lección está relacionada con el mensaje de la convocatoria. Si lo que se quiere es llegar a la ciudadanía, habría que valorar qué va a movilizar a esa ciudadanía, temerosa y ocupada en la subsistencia diaria. ¿Cómo hacer para que los cubanos se sientan identificados, para que dejen de lado los problemas que los agobian y se sumen?
Muchos ciudadanos están indignados por la muerte del joven Hansel Ernesto Hernández a manos de la Policía; lamentablemente, no conocen al preso político Silverio Portal, o la suerte de los otros más de cien presos políticos cuya libertad también estuvo en el llamado a manifestarse. Haber centrado el mensaje en la exigencia de justicia por la muerte de Hansel no solo lo habría hecho más efectivo, anclando la demanda a una causa con arraigo popular, sino que habría permitido invitar a actores que alzaron su voz contra el presunto asesinato, pero que por diversas razones no se sumarían a una protesta por la libertad de los presos políticos. Perfilar mejor el mensaje lo habría hecho más incisivo.
Como en tantas otras ocasiones, los activistas que intentaron marchar demostraron una gran valentía y compromiso con los derechos humanos en el país. Acompañadas de una planificación estratégica, sus acciones serían mucho más efectivas.
A estas alturas, se sabe que el régimen cubano mantiene su naturaleza represora, enemiga de las libertades. Más allá de la denuncia de esa represión, el reto está en lograr manifestarse. Y es que la búsqueda del efectismo mediático empieza a ser insuficiente para la causa de la democracia y los derechos humanos en Cuba. Lo sucedido a raíz de la marcha contra la violencia policial en el país debería constituir una lección de cara al futuro.
Para empezar es buena la marcha. Ellos van a poner a mucho de ustedes presos pero no pueden poner a todo el mundo preso. Los esbirros del rey no tienen la fuerza que tiene el pueblo. Poco a poco van acorralando al gobierno. Y poco a poco van a ver sus sueños de libertad. Esto es un sistema que pertenece a un museo no a lo presente. Ellos quieren amedrentar los con la cárcel, y el miedo, pero siempre con la frente alta podrán derrocar esta grupo de malhechores.
Aunque no esté de acuerdo en todo, creo de gran utilidad que medios como DDC hagan este tipo de editorial evaluando a la oposición, sus proyectos y acciones de la misma forma que se hace con el partido-estado. Es un ejercicio vital para que los actores de la sociedad civil se acostumbren a la crítica, a las sugerencias, a rendir cuenta de sus discursos y actos. Ser activista no implica tener la razón en todo ni hacer siempre lo correcto. Desde hace algún tiempo demasiados activistas, principalmente los líderes de grupos y sus "patrocinadores", han confundido que tener cierta jerarquía o reconocimiento internacional, o recibir algún premio los hace poseedores de razones absolutas y, en mi opinión, la prensa puede contribuir a solucionar ese problema. Los de la resistencia hoy serán los que reconstruyan el estado y dirijan a la sociedad mañana. Por lo tanto, la prensa debe hacerles las preguntas difíciles, cuestionarlos y evaluarlos sin tapujo. Gracias por este editorial.
Totalmente de acuerdo en lo que plantea usted
Ya el regimen que dispone que dispone de vidas y haciendas le cojio el tumbao a la marea popular inconforme cuando la explosión es espontánea como las que enumera el artículo ellos enfrían la protesta prometiendo cumplir las demandas que la motivaron para enfriar ,desmovilizar y romper el tumulto ,cuando la guerra es avizada le facilitan el trabajo por que para mantenerse en el poder los recursos materiales y humanos son ilimitados para neutralizar cualquier posible tormenta los tankes pensantes malévolos tienen planes de contención de la A a la Z y de alpha a Zita en el alfabeto griego para no extenderme en su dinamica sin escrúpulos de las cosas que son capaces de hacer ,poder de fuego implacable y real del que la ciudadanía de esa isla no tiene es lo que lo que los va a sacar con los pies por delante.
// Lo que hay que conquistar NO ES LA CALLE //
Es las casas y las mentes de las personas.
La actividad principal y mayor tiene que ser en privado, comunicando ideas, proyectos y labores a ejecutar. Desarrollando la consciencia social de las personas. Las que entonces *están convencidas y preparadas* para interactuar con los conciudadanos conque tienen contacto, en el trabajo, en un comercio, en un transporte público, **en las universidades**, etc.
(SIGUE)
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Si los proyectos y los dirigentes son buenos, el conocimiento de ambos va expandiéndose en la sociedad. Entonces, cuando alguien del régimen trata de obtener algo de una persona, ésta puede decir "no, la Cuba que estamos desarrollando es sin nada de eso, conmigo no cuente, es más, ¡incorpórese a nuestra actividad o se quedará fuera de todo!". Entonces, cuando alguien se va a jugar la vida escapando de Cuba muy probablemente habrá alguien informado y confiado en el futuro que se está desarrollando y ¡le dirá y explicará que no tiene sentido correr riesgos, porque vamos a tener una Cuba excelente! O cuando algún profesional va a dejarse explotar en el extranjero se le explica que no hay razones para hacerlo, que Cuba lo necesita.
Leccion # 4:
Los opositores deberian buscar mas quorum y no quedarse solos y aislados, facilitandoles las cosas a la policia. Deberia haber una labor proselitista mas certera, sumar gente a su causa, buscar compromiso y apoyo previo a cualquier acto publico.
Leccion # 5
Cada vez que vemos a los opositores son grupitos aislados y la gente los ve como bichos raros. Hay que diseminar informacion, dar a conocer las cosas no por internet buscando likes, sino poniendo carteles en lugares visibles, soltando volantes desde un decimo piso en centro habana, transmitiendo una señal de radio desde un equipo movil... darse a conocer, educando y conduciendo todo el potencial explosivo del periodo coyuntural.
Leccion # 6
No descarten, como bien dice el articulo, acciones contundentes. Un policia violador que amanezca colgado de una mata, un chivato amarrado con la lengua clavada en un poste van quitando bloques al muro del miedo. Como alguien dijo mas abajo, los comunistas se instalaron a sangre _>
-> y fuego, fusilando a miles. No se van a ir porque agiten cartelitos en una marcha. Y ademas, han repartido sangre y dolor por toda america.
Ver el edificio de detras de la raspadura ardiendo, el punto cero arrasado y vandalizado y alguna que otra cabeza en una pica solo seria un karma atrasado de sesenta años.
Hallo bien las observaciones y sugerencias del DDC sobre las abortadas protestas del 30-6.
Hi Pam___ De acuerdo 100%. A eso también se le llama „violencia revolucionaria“, pero al revés. Ese país necesita candela por lo cuatro costados.
Puede haber una lección TRES... aunque esta sea la que a nadie gusta.
La dictadura llegó matando a hierro, y no va a morir a sombrerazos. Desaparecerá el día en que veamos el Palacio de la Revolución arder como el de La Moneda lo hizo en su día.
Saludos, Pam Landy