"Sin papeles nadie me quería contratar", me dice un cubano que decidió solicitar asilo en Madrid, donde vive hace dos años. Mientras se tramita su caso posee una tarjeta roja (documento acreditativo de la condición de solicitante en tramitación de protección internacional) que le permite trabajar. Así consiguió empleo en el turno de noche de una panificadora. Pero la crisis desatada por el Covid-19 en España lo ha dejado sin trabajo.
Converso con él a través de WhatsApp, y me pide anonimato. Alejandro (nombre ficticio) tiene 23 años y es de Guisa, en Granma. En Cuba era estudiante y trabajaba en la carpintería de su padre. En Madrid solo tiene a su novia, cubana y de su misma edad, también sin permiso de residencia.
España es el tercer país del mundo con más casos de coronavirus (131.646 diagnosticados hasta este lunes). El sistema sanitario está a punto de colapsar. El Gobierno español decretó el estado de alarma el 14 de marzo, luego lo prologó por 15 días más, hasta el 12 de abril, y ya se ha extendido hasta el día 26. Se paró toda la actividad económica no esencial en el país, los ciudadanos tiene prohibido salir a la calle si no es para comprar en los supermercados, farmacias o sacar a los perros. Se multa e incluso detiene a quienes incumplen las medidas de confinamiento. Madrid es la comunidad más afectada, con 38.723 casos confirmados y 5.136 muertos.
La caída del empleo no ha tenido precedentes: 302.265 desempleados al finalizar marzo. En este golpe laboral, no se suman los 620.00 afectados por ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) ya procesados por los servicios públicos.
"Llevo en casa aproximadamente 20 días. En la empresa donde estaba me pidieron la baja voluntaria, me dijeron que yo no tenía derecho al paro, y yo no tengo ni idea de eso, y se la hice. Luego me dicen que sí tendría derecho al paro, pero bueno… Aquí estoy, sin poder salir, esperando que pase esto para poder volver a buscarme la vida de nuevo", me dice resignado.
Alejandro comparte piso con unos amigos cubanos en Villaverde Alto, un barrio de la periferia de Madrid. "Me paso el día en mi habitación, mirando el móvil. También los ayudo en la cocina y la limpieza de la casa. Así paso el tiempo, esperando".
"No tengo ni idea de qué voy a hacer en los próximos meses, y si no se puede salir, imagínate. De momento las personas con las que vivo me ayudan mucho, me dicen que no me preocupe, son casi como familia", me comenta, pero acota que llegó a España solo, sin nadie, el 8 de febrero de 2018.
"Me tiré, como dicen los cubanos, a ver qué pasaba. Al mes llegó mi novia de Cuba, y ella está como empleada doméstica trabajando de interna, lo que le pagan son 500 euros. Solo venía los viernes, y ahora se tiene que quedar allí, pero no le van a pagar los fines de semana". Para Alejandro la separación está siendo muy dura: "solo nos tenemos aquí el uno al otro".
Al estar sin trabajo, no tiene ingresos para pagar el alquiler, pero sus compañeros de piso han sido comprensivos. "Hablé con ellos y aceptaron a que solo pagaría una parte de los gastos ya que solo mi chica está trabajando y gana muy poco. Ellos se pusieron en nuestro lugar".
Le pregunto si ha ido al supermercado en estos días: "Como estoy sin dinero y dependiendo de estas personas, bajo al mercado porque ayudo a comprar las cosas, y las subí a casa, con la preocupación de contagiarme", señala. "La verdad a las personas no les importa mucho porque tuve que decirle a más de uno que mantuviera la distancia, y muchos andaban hasta sin protección".
Como la mayoría de los inmigrantes cubanos, Alejandro tiene familia a la que ayuda en Cuba. "Con mi madre y mi hermana me comunico a diario, gracias a Dios. Pero mi padre murió el día 5 de marzo, y ni siquiera pude ir para estar con él en sus últimos momentos", se lamenta.
"Lo que más me preocupa es estar sin trabajo, porque no puedo ayudar a mi familia, ya que soy el sustento tanto allá como aquí, me preocupo por ellos más que por mí, aquí como, malo o bueno, pero ellos allá no tienen las facilidades que tengo yo", dice y acota que desde que empezó el avance de la pandemia en España no ha podido enviarles dinero: "y lo peor es que no sé cuando pueda volver a enviar".
Alejandro no recibe ayudas como solicitante de asilo. En esta situación de crisis ha intentado comunicarse con autoridades de la oficina de asilo y representantes de ONG de ayuda a refugiados, pero no ha tenido éxito. "He intentado llamar millones de veces, pero no me cogen el teléfono, así que imagínate. Me toca esperar, como siempre lo he hecho".
De la vida antes de la pandemia extraña su rutina de madrugar para ir a trabajar: "Lo que más extraño es levantarme a las 3AM, como de costumbre, llegar a las 6 de la mañana del trabajo y sentarme a tomar un café en una terraza. Aprecio mucho mi soledad, me gusta tener tiempo para pensar".
"Todo esto que ha pasado me ha dado mucho tiempo para pensar en que quiero reorganizar mi vida, quiero encontrar un buen trabajo", me dice.
Este joven cubano pasa los días a la espera de que la situación en España mejore para volver a buscar otra oportunidad que le ayude a salir adelante. Mientras, se entretiene como puede: "Lo único que puedo hacer es mirar Netflix, pero sin abusar, ya que no quiero que piensen que estoy viviendo de ellos, por eso me la paso sacudiendo o simplemente limpio la casa".
Que mande dinero pa cuba pa comprar celulares y pasarla bien!!!!!!!!!!
Le deseo a este compatriota toda la suerte del mundo, somos muchos quienes estamos siendo afectados por el Coronavirus, me incluyo...Ahora, sus preocupaciones con respecto a Cuba son económicas y sólo económicas, habiendo solicitado refugio político, alguna vez estuvo perseguido en Cuba por las razones que sean? Tiene alguna inquietud por la situación de la ausencia de derechos de los cubanos en Cuba, de las represiones y persecuciones por motivos políticos? Si no tiene ninguna, no entiendo cómo obtedrá el privilegio de obtener los papeles a través del refugio...
Aconsejaría al chaval, mirar a fondo sus opciones por pocas que sean, ONG, Administración etc..., creo que como a todos por diferentes circunstancias se le complicara y mucho la existencia debido a la pandemia, debería priorizarse por muy jodido que puedan estar sus familiares pues como reconoce de su ayuda dependen. Es bueno leer que a pesar de lo complicado del panorama sus paisanos le tiran una mano, no como el mierda del comentario de abajo que solo teclea para ofender.
Bueno, Guarapo, Arnaldo tienes algo de razón. Aquí en la US todos los cubanos estaban bendecido con la ley de ajuste ., residencia permanente al año automáticamente. Pero, como dijo Churchill siempre hay un pero, pero un senador de la Florida llamado Marco Rubio se puso a indagar el porqué se escapaban de la cárcel prisión y todos decían lo mismo, "por problema económico". Ves, el senador creías que se escapaban de la cárcel prisión (él lo sabia) no, ellos todos decían que tenían hambre y su familiares en Cuba también. En ningún momento mencionaban el causante de la hambruna. Calladito se veían más bonito para así poder regresar a la cárcel prisión.
Pero no dice que pidio asilo por problemas politico o para ayudar a su familia en cuba por problemas economico, asi son casi todos de estupidos a ver si el juez le cree, de que los hay los hay.
Primero infórmese así además de habla mierda también dejara detrás la ignorancia, en España la condición de protección internacional (asilo o refugio) no la otorga juez alguno es competencia del Ministro del interior.
Además de motivos politicos se incluye el temor fundado a ser perseguidas en su país por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual para solicitarlo.