Niños cubanos piden dinero y duermen en las calles de Holguín y La Habana

En medio de la grave crisis humanitaria que atraviesa la Isla, algunos niños se han visto en la necesidad de deambular por las calles de ciudades como Holguín o La Habana en busca de comida, ropa o limosnas para sobrevivir.

El diario independiente 14ymedio publicó el sábado un reportaje que exponía la situación de un grupo de menores de edad que vaga por Holguín en busca de su sustento. Esos niños recorren las cafeterías, los bares y los restaurantes. En el local privado Bolas Bar, por ejemplo, ubicado en el consejo popular de Pueblo Nuevo, "se mueven entre las mesas, se enciman sobre los clientes suplicando que les compartan algo del plato o, en su lugar, que les deslicen algunos billetes en sus manitos. Raro es el día en que no aparecen por la zona estos niños de cuerpos muy delgados, estatura menoscabada por la desnutrición y ropa raída".

El grupo está formado por menores de entre seis y 14 años que duermen muchas noches en la calle. "Sus padres, algunos alcohólicos, otros enfermos de VIH y todos muy pobres, los conminan a que busquen fuera de casa todo lo que pueda ayudar a subsistir en el día a día. Comida, dinero, algo de ropa arrancada de una tendedera o un bombillo robado de un portal, todo les sirve", detalló 14ymedio.

"Este es uno de los casos más críticos de Holguín y el Estado no hace nada a pesar de las advertencias que hemos hecho. El caso de estos niños lleva años en esta situación, la niña (conocida como Rosita) está pidiendo dinero en la calle desde que tenía cinco años, al principio iba con un adulto, pero ahora que tiene 11, va sola", aseguró Marcia, una trabajadora social que investigó la situación de los menores y presentó un informe sobre su vulnerabilidad.

Marcia dijo que Rosita estudia en una escuela primaria, pero en las tardes y en las noches se dedica a pedir dinero. "Muchas veces va descalza porque ni zapatos tiene. En estos días que bajaron las temperaturas estaban sin abrigos, con muy poca ropa", explicó la trabajadora social.

Según 14ymedio, varias denuncias a las autoridades locales han terminado en respuestas evasivas y burocráticas. "Una vez le pusieron una multa a la madre de Rosita, pero eso no es lo que hay que hacer. Ella también es una víctima. Lo que hace falta es ayudar a esa familia, apoyarla y sacar a esa niña y a todos los demás de las calles antes de que ocurra una tragedia", añadió Marcia.

Un vecino del barrio holguinero de Pueblo Nuevo dijo que "cada vez son más" los menores en las calles. "Ese que se ve ahí ya formó su propio grupo de niños para pedir dinero, antes pertenecía al que creó su hermano. Ese otro no es de este barrio, pero llegó y ahora duerme en los portales", explicó el vecino que no fue identificado por el citado medio.

La trabajadora social insistió en que "estos casos los conocen en Holguín desde la Dirección de Atención a Menores del Ministerio del Interior, hasta la Fiscalía. Los trabajadores sociales hemos denunciado mucho esto y tanto el Partido Comunista como el Gobierno local están enterados".

Esa situación en Holguín se une a la de otro grupo de niños que también pide dinero en La Habana. La cubana Lisbet Betancourt La O denunció en el grupo de Facebook "Madres cubanas por un mundo mejor" que se trata de cuatro menores que deambulan por una autopista de la capital.

"¿Por qué hay tantas desapariciones de niños en Cuba? Ahí está la respuesta: cuatro niños en la autopista solos. El mayor no pasaba de los diez años y una niña como de siete pidiendo dinero a los carros de turismo", detalló Betancourt.

La foto que acompaña a esta nota fue compartida por la usuaria. En ella se ve que uno de los menores está descalzo y sin camisa. El grupo está compuesto por tres niños y una niña.

Betancourt dijo que los menores estaban "rompiendo botellas a mitad del desvío para que los carros pararan". La madre concluyó diciendo: "Los niños hay que cuidarlos evitemos más pérdidas inocentes. Esto fue en el primer anillo en La Habana".

La usuaria Damary Figueredo comentó la publicación de Betancourt: "Los niños que viven en esas zonas rurales los crían cómo animalitos, y ellos en su instinto de supervivencia buscan cómo ganarse la comida. Esos niños crecen y se vuelven hombres y mujeres agresivos porque no conocieron el amor".

Aleida Fundichel, otra internauta, dijo que en otras zonas de La Habana sucede lo mismo: "Por aquí por mi casa como hay niños que se paran en la Calzada de Luyanó a pedir dinero todos los días. Y lo más duro, de noche, y las madres sentadas muy rígidas en la puerta tomando y fumando y nadie hace nada".