Daniel Ortega ordenó la ruptura de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede unas horas después de publicarse declaraciones del papa Francisco, quien calificó como una "dictadura grosera" al Gobierno de Nicaragua, publicó el diario Confidencial.
Fuentes diplomáticas en Roma confirmaron al medio que la representante del Gobierno sandinista ante la Santa Sede, Yara Suhyén Pérez Calero, comunicó "verbalmente" la ruptura de relaciones en la Secretaría de Estado del Vaticano, en Roma, refiriéndose a las palabras de Francisco, quien por primera vez habló de forma contundente de los ataques del régimen de Ortega contra la Iglesia Católica.
Nicaragua no cuenta con un embajador ante la Sede Apostólica desde el 21 de septiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayor. Pérez Calero funge como ministra consejera.
Ortega y Murillo pone fin a un vínculo diplomático de al menos 115 años. La convivencia entre los sandinistas y la Iglesia Católica de Nicaragua ha estado marcada por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.
Nicaragua ingresará además a un reducido grupo de 13 países que no mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, cuatro de ellos tienen Gobiernos comunistas —Vietnam, Corea del Norte, China y Laos— y ocho son musulmanes —Somalia, Omán, Mauritania, Maldivas, Islas Comores, Brunéi, Afganistán y Arabia Saudí—, el otro es Bután, un reino budista en el sur de Asia.
Según la fuente diplomática en Roma, "al representante de la Nunciatura en Managua le dieron una semana para irse del país".
Monseñor Mbaye Diouf, secretario de la Nunciatura, está al frente de la misión diplomática vaticana —en calidad de encargado de negocios— desde inicios de marzo del año pasado, luego que la dictadura expulsó de facto al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, precisó Confidencial.
El régimen de Ortega y Murillo le notificó de forma verbal al nuncio apostólico su expulsión de Nicaragua. El sábado 5 de marzo de 2022, la viceministra de Relaciones Exteriores, Arlette Marenco, le notificó al representante papal que tenía diez días para dejar el país; sin embargo, tras consultas con la Santa Sede, monseñor Sommertag abandonó su misión diplomática al día siguiente por la noche —el domingo 6 de marzo—, sin despedirse de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) o del cuerpo diplomático acreditado en el país.
"La Santa Sede nunca se va. La echan"
Con la expulsión del nuncio en 2022, se arreció un periodo de hostilidad, persecución y acoso contra la Iglesia Católica en Nicaragua. El Gobierno —a través de su maquinaria represiva, encabezada por la Policía Nacional— ha cerrado emisoras católicas, profanado iglesias, expulsado monjas de la orden Misioneras de la Caridad, prohibido procesiones, encarcelado y condenado a un obispo, desterrado y declarado "apátridas" a ocho sacerdotes, recordó el diario.
Ortega ha llamado "terroristas" y "golpistas" a los obispos nicaragüenses, a quienes también ha acusado —sin pruebas— de ser cómplices de fuerzas internas y de grupos internacionales que, a su juicio, "actúan en Nicaragua para derrocarlo".
Un caso al que se refirió el papa Francisco es el de monseñor Rolando José Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, que está confinado a una celda de máxima seguridad en el sistema penitenciario de La Modelo, en Managua, y fue condenado a 26 años y cuatro meses de cárcel por supuestos delitos considerados "traición a la patria", tras negarse a ser desterrado.
Monseñor rechazó subirse a un avión que lo llevaría, junto con otros 222 excarcelados políticos nicaragüenses, todos opositores, hacia Estados Unidos, lo que provocó la furia de Ortega. El dictador tachó al prelado de "soberbio", "desquiciado" y "energúmeno".
Pese a los incesantes ataques del régimen contra la Iglesia y los sacerdotes, el sumo pontífice ha llamado constantemente al diálogo. "La Santa Sede nunca se va. La echan. Siempre trata de salvar las relaciones diplomáticas y salvar lo que se pueda salvar con la paciencia y el diálogo", dijo el papa en diciembre pasado en una entrevista con el diario español ABC.
Ya la izquierda ha intentado lavarse las manos del asqueroso Ortega con el cuento de que no es un hombre de izquierda sino un "fascista." El asunto es no asumir responsabilidad por tal sujeto.
Llamar al régimen de Managua como dictadura Hitleriana califica a este usurpador de Roma (desde que falleció el Papa Benedicto la verdadera iglesia está sin Papa). El gobierno de Nicaragua no es fascista, es comunista. El fascismo fue lo que fue, y aunque en muchas cosas se parezca al comunismo, lo de este ser se llama comunismo. Al llamarlo fascismo automáticamente se le trata como algo no sólo fuera del comunismo, si no también fuera de la izquierda en general y se le sitúa a la derecha de la derecha. Y no, no es así: es comunismo, y el comunismo es violencia, es imposición, es manipulación, es dictadura y es izquierda. Así que llamelo por su nombre, comunismo, leninismo, estalinismo o marxismo. Bergolio quiere blanquear el comunismo al llamarlo fascismo.
oSOBob: No cabe dudas que usted es un one-SOB-obtuso.
Su inmenso odio es inversamente proporcional a su comprensión del mensaje de Jesucristo.
Para combatir el comunismo hay, entre otras cosas, que salir de las causas que lo alimentan: gentes como usted.
–------------------------ESTO ES ----
-----COMUNISMO:---------------------- Cárcel
Opresión
Muerte
Usurpación
Narcotráfico
Inhumanidad
Saqueo
Miseria
Odio
Una batalla entre comunistas. No piensen que existe un desacuerdo ideologico entre el Papa y Ortega. Solo que el nicaraguense ha ido un poco lejos apresando prelados y cerrando iglesias, entonces el argentino no tiene margen para encubrirlo.
Ahora mismo comenzará a echar a curas y monjas como sucedió en Cuba, aunque al menos allá nunca se rompieron las relaciones con el Vaticano lo que no impedía que todos los que eran católicos estuvieran observados bajo lupa.
Dos buenas piezas ... El Tubérculo Vaticano y el aprendiz de Hitler ...
Y a ti.... que de comunista ateo pasaste a anticomunista ateo,¿ qué te importa lo que sea el Papa ni la Iglesia, ni Jesucristo?