Las encuestas en Brasil no solo fallaron para captar el apoyo real que tenía en las urnas el presidente conservador Jair Bolsonaro, en busca de la reelección. Los sondeos y analistas tampoco lograron prever la reconfiguración política que arrojó la votación de este 2 de octubre en el país más poblado de América Latina: la fuerza política que ha logrado el "bolsonarismo".
El balotaje en Brasil tendrá lugar el venidero 30 de octubre. Se pronostican cuatro semanas de conflictividad política al máximo en Brasil. El dos veces presidente Luiz Inácio Lula da Silva le sacó un 5% de ventaja a Bolsonaro, no los 12 o 15 puntos de diferencia que señalaron las encuestadoras más respetadas hasta el viernes antes de la primera vuelta, celebrada el 2 de octubre.
De pronóstico reservado calificó Michael Penfold, investigador del Woodrow Wilson Center, la contienda electoral brasileña. "La segunda vuelta en Brasil será la elección más polarizante que hayamos visto en toda la región", aseveró Penfold a DIARIO DE CUBA.
Aunque Lula da Silva ganó, su triunfo tuvo sabor a derrota entre sus seguidores y líderes del Partido de los Trabajadores (PT), ya que se esperaba que el septuagenario referente de izquierdas obtuviera la presidencia en esa primera vuelta. "El triunfalismo que envolvió al comando de campaña del PT en las últimas semanas le hizo daño a Lula da Silva", apunta una experta alemana vinculada a una fundación política europea, quien trabaja en Río de Janeiro.
Bolsonaro quedó en segundo lugar, pero además de su propio volumen de votos, este 2 de octubre quedó claro que se ha configurado un nuevo polo político conservador en torno al actual mandatario, quien fue electo en 2018 de forma más bien sorpresiva ya que para entonces era un poco conocido legislador y ex militar.
Este 2 de octubre también hubo votaciones para el Congreso y ocurrió la elección de gobernadores en Brasil. De los 15 gobernadores que se definieron sin necesidad de segunda vuelta, nueve de ellos están apoyados públicamente por Bolsonaro.
Un candidato del Partido Liberal (PL) de Bolsonaro, Nikolas Ferreira, fue el diputado más votado del país, con más de 1,4 millones de votos. El bolsonarismo es la primera fuerza en la Cámara de Diputados y consiguió la mayoría de los escaños en disputa en el Senado.
Claudio Castro, también del PL de Bolsonaro, fue reelegido como gobernador en primera vuelta en el estado (provincia) de Río de Janeiro, que es el tercer mayor colegio electoral del país. Sin embargo, la mayor sorpresa en materia de gobernaciones la dio el ex ministro de Bolsonaro, Tarcisio Gomes de Freitas, quien resultó ser el más votado como candidato a gobernador del estado de São Paulo (42,32 %).
Tal como ocurrió con Bolsonaro, las encuestas le dieron un 10% por debajo, en promedio, a Castro y a Gomes de Freitas del resultado exitoso que en realidad obtuvieron. Les afectó también lo que ha venido a catalogarse el voto oculto del bolsonarismo. El presidente fustigó duramente a las encuestadoras durante su campaña.
Gomes de Freitas, un público adlátere de Bolsonaro, tendrá un balotaje para definir el Gobierno regional del estado más poblado y rico de Brasil contra Fernando Haddad (35,70 %), el delfín de Lula da Silva y quien fue candidato presidencial del PT en 2018, cuando el ex presidente estaba en prisión y no pudo enfrentarse con el actual mandatario.
"En 2018 pensábamos que Bolsonaro no podía ganar las elecciones. Las ganó. Nos equivocamos. En 2022 pensábamos que el bolsonarismo se había debilitado. Volvió fuerte y resistente. Nos equivocamos de nuevo. El hecho es que no queremos entender una realidad que se empeña en imponerse: el bolsonarismo ha echado raíces en Brasil", escribió la académica Esther Solano, al reflexionar sobre la constitución de un polo conservador en torno al mandatario en Brasil.
Si Lula da Silva se impone en el balotaje del 30 de octubre tendrá ante sí una dura realidad: las fuerzas de Izquierda, con su PT a la cabeza, apenas controlan el 25% de los votos en la Cámara de Senadores y el 17% en el Senado.
Si Lula da Silva regresa al Palacio de Planalto, deberá hacer —necesariamente— un Gobierno de centro para poder garantizar gobernabilidad, dado que las fuerzas conservadoras tienen mayoría: el 53% tanto de diputados como de senadores son legisladores afiliados a los partidos conservadores, y en buena medida alineados con Bolsonaro.
En esta semana, posterior a la primera vuelta, además del rápido inicio de la campaña de cara al balotaje dentro de escasas semanas, se avivó una discusión pública sobre el rol de las encuestas y los estudios de opinión, por el margen importante que no pudieron detectar de preferencias a favor de Bolsonaro y sus figuras aliadas.
Para la politóloga Mayra Goulart, de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, existe un "apagón de información en Brasil", debido al atraso de dos años del censo demográfico, que fue postergado de 2020 para 2022 por la pandemia. Esto afecta la precisión de la muestra, especialmente en segmentos como el evangélico, que representa un 30% de los brasileños y es "un sector popular capaz de dar votos a la extrema derecha", apunta Goulart.
De hecho, en las semanas previas al 2 de octubre, Bolsonaro enfatizó su mensaje al sector evangélico. Una vez conocido los resultados, este mismo 4 de octubre, Lula da Silva emitió mensajes en redes sociales que eran un guiño al evangelismo conservador de Brasil.
Entretanto, en Brasil comenzaron a tejerse nuevas alianzas, que no eran factibles antes de la primera vuelta. El Partido Democrático Laborista, del centrista Ciro Gomes, quien quedó en cuarto lugar con un 3%, anunció que decidió sumarse a la candidatura de Lula da Silva.
Bolsonaro se ha apuntado un apoyo estratégico al conseguir el respaldo del gobernador de Minas Gerais, el empresario Romeu Zema, del partido liberal Novo. Zema se mantuvo neutral en la disputa presidencial, pero fue reelegido este 2 de octubre como gobernador de Minas Gerais, el tercer estado más importante de Brasil.
Para analistas y estudiosos de los procesos electorales, Minas Gerais resulta crucial. De forma tradicional, quien gana en ese territorio obtiene la presidencia.
Los medios, por lo general izquierdistas, adulteran el resultado de las encuestas. Bolsonaro, el mejor presidente brasileño de los últimos tiempos, ganará esta elección Dios mediante.
Que Bolsonaro tenga un gran respaldo popular no es noticia, lo increible es que Lula, un delincuente que robo millones a esos pobres que dice defender aun tenga tarados que voten por el.
Pero donde el articulista batea el jonron de la ingenuidad es cuando afirma: "Si Lula da Silva regresa al Palacio de Planalto, deberá hacer —necesariamente— un Gobierno de centro para poder garantizar gobernabilidad"
Estos intelectuales en forma de periodistas y escritores aun no entienden la naturaleza del socialismo/comunismo y sus representantes. Tampoco son capaces de mirar atras a la historia. Por ejemplo, Nicaragua con la segunda llegada de Ortega.
¿Que le importa a un líder comunista en el poder si tiene la mitad o el 90% de la poblacion en su contra? Ahora mas que nunca Lula y sus compinches cambiaran la constitucion, borraran toda division de poderes, se aliaran a los narco estados de la region y perseguiran a los opositores.
El sindicalero millonario sabe que es ahora o nunca...
Estimado JCAleman,
El hecho de que el PT estuvo en el poder 16 años y no pudo convertir Brasil en Venezuela es porque el Congreso siempre ha estado muy fragmentado y por lo tanto ni pudieron cambiar la constitucion ni pasar leyes "bolivarianas". No quiere decir que no hicieran muchisimo daño.
SI el congreso es mucho mas de derechas ahora como parece que va a pasar es una garantia contra las malas ideas de la izquierda.
Igualmente, los estados del sudeste (Sao Paulo, Rio y Minas Gerais) son importantisimos y tambien ejerceran de muro de contencion contra el PT.
Estimado Eduardo,
Tiempo al tiempo y veremos quién tenía razón, aunque preferiría que fuera usted.
El sindicalero millonario y sus compinches tienen ahora un contexto mucho más favorable en la región, donde el 95% de los países está en manos de líderes proletarios, algunos como narco estados, y en EEUU una administración sin prestigio y dominada por el ala comunista del partido demócrata se esfuerza y se enorgullece en sus alianzas ideológicas.
Esta vez el bandido de PT no va a cometer los mismos errores y si alguien piensa que existe un país en este planeta inmune al marxismo-leninismo de Gramsci es porque estaba en otro planeta.
Los medios masivos de difusión en Brasil están en manos de la izquierda ,de ahí , que las encuestadoras respondían a magnificar el triunfo" de el ladrón Lula , para crear estados de opinión favorables a este malandrín de Lula. Parece que el voto oculto dio un giro inesperado a las elecciones brasileñas y ahora, Bolsonaro debe estar alerta a los movimientos traicioneros , como siempre , de la izq, latinoamericana y si no falla, suya será la victoria para bien del pueblo brasileño!
Bolsonarismo ... es como Trumpismo ... que mal caen las ideas conservadoras en este diario ...
En las segundas vueltas, jamás triunfa la aritmética. Pienso sume Bolsonaro votos ajenos, en tanto Lula conserve. Va a ser una elección muy reñida. Hay una cuestión importante: la prensa brasileña va por Lula. Y eso tal vez haya propugnado el "voto silencioso" para Bolsonaro. La pregunta es si le alcanzará para la reelección. Un mes es mucho en términos electorales. La respuesta de los mercado fue positiva cuando se enteró del balotaje.
Hay mucho dinero apostado a Lula, especialmente de los Castro. Van a hacer todo lo que puedan para que Lula gane. Bolsonaro que se ande a cuatro ojos que se la van a colar.
Me sorprenderia que Bolsonaro gane, por mas que quiera su victoria.