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Brasil

Bolsonaro recupera el chance de ser reelecto y los votos echan por tierra las proyecciones previas

En la segunda vuelta electoral, Bolsonaro deberá expandir su crecimiento recién mostrado, mientras que Lula da Silva deberá mostrar que no alcanzó su techo.

Brasilia
Votantes de Jair Bolsonaro en las calles.
Votantes de Jair Bolsonaro en las calles. Perfil

Los festejos que tenían preparados en el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), en Brasil, quedarán para otra ocasión. El fundador del partido y dos veces presidente, Luiz Inácio Lula da Silva no logró ser electo en la primera vuelta como venían proyectando las encuestas; en las urnas los brasileños le dieron un amplio y sorpresivo respaldo al mandatario Jair Bolsonaro.

Brasil amanece este lunes sin presidente electo aún, que se definirá en balotaje el 30 de octubre. Bolsonaro tiene razones para celebrar. Las encuestas más respetadas y creíbles daban una diferencia a favor de Lula da Silva de entre 12 y 15%. En las urnas, en tanto, el resultado fue una diferencia del 5%. El ex presidente tampoco logró imponerse en primera vuelta como se esperaba en su comando de campaña y entre los líderes del PT.

"En la campaña se habló mucho del voto oculto, pero generalmente se le asociaba con la vergüenza de mostrarse a favor del PT, tras los sonados y diversos casos de corrupción que empañaron su imagen pública. En realidad, sí hubo un voto oculto que las encuestas no lograron detectar, pero este era a favor de Bolsonaro", explica a DIARIO DE CUBA una experta alemana vinculada a una fundación política europea.

"La clase media urbana, que en 2018 catapultó a Bolsonaro, asqueada por la corrupción en el PT, posiblemente en esta ocasión sentía vergüenza de anunciar su apoyo al mandatario por las posiciones controversiales del presidente en temas como vacunación anti Covid-19 o denuncias de no sustentadas de fraude electoral", precisa esta observadora de política brasileña, radicada en Rio de Janeiro.

Tras largos meses de una tensa campaña, que ha estado polarizada entre Lula da Silva y Bolsonaro, con acusaciones de diverso calibre, se espera ahora una encarnizada carrera de cuatro semanas entre los dos candidatos. Bolsonaro exhibe un crecimiento que deberá expandir, mientras que Lula da Silva deberá mostrar que no alcanzó su techo.

El septuagenario fundador del PT dice que si Bolsonaro es reelecto este acabará con la institucionalidad democrática, mientras que el presidente sostiene que el comunismo acecha si el dos veces mandatario entre 2003-2011 regresa al Palacio de Planalto, sede del Poder Ejecutivo brasileño.

Ninguna encuestadora le había otorgado a Bolsonaro más del 40% de preferencias en el último año, y más bien mostraban su candidatura estacada o con algún crecimiento, pero muy ligero. Lula da Silva, en tanto, según los sondeos, parecía una locomotora que se dirigía a toda máquina a sellar este 2 de octubre su regreso al poder. Necesitaba sacar el 50% de los votos más un sufragio.

La masa de votos de Lula da Silva fue importante, coloca de nuevo al PT como gran referente de la política de Brasil, tras los años en que su imagen estuvo empañada por los casos de corrupción, pero entre los dirigentes y militantes se recibió el resultado con sabor a derrota. Nadie esperaba que Bolsonaro quedara tan cerca del ex presidente.

Un vocero del PT admitió que hubo un "voto silencioso" a favor del presidente Bolsonaro que no detectaron las encuestas. Los sondeos de la última semana de septiembre, que fueron los últimos antes de la jornada electoral, le daban a Lula da Silva entre el 50 y 51% de los votos.

El Tribunal Supremo Electoral reportó que, con el 99% de los votos escrutados, Lula da Silva había obtenido el 48,2% y Bolsonaro el 43,4%.

El mapa de Brasil, con unos 120 millones de votos, muestra una clara división geográfica según las preferencias. El nordeste y los estados (provincias) más pobres se inclinaron mayoritariamente por Lula da Silva, mientras que el sur votó en mayor medida por Bolsonaro.

La gran sorpresa, además del crecimiento de preferencias a favor de Bolsonaro que no detectaron las encuestas, ha sido el sólido 4,2% de la senadora centrista Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB). Esta figura emergente de la política brasileña rondaba a duras penas el 1% de preferencias según los sondeos.

Tebet durante la campaña insistió en marcar distancia tanto de Lula da Silva como de Bolsonaro, por lo que es una gran interrogante saber si se inclinará hacia alguno de ellos en la segunda vuelta. La senadora podría definir sin duda las elecciones del 30 de octubre.

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3 comentarios

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Pues no les faltaba razón a Bolsonaro y sus seguidores. Las encuestas de intención de voto eran falsas. O se equivocaban o, lo más probable, mentían intencionalmente. Pronosticaban una diferencia de 10 a 15 puntos a favor de Lula, y resultó un insuficiente 5%, para un 48% vs. 43%. Un parto de los montes, cuando no una victoria pírrica. En los últimos días, la izquierda trapacera de Brasil y Latinoamérica apostaba a que Luladrón ganaría tan holgadamente a la primera que no haría falta un balotaje. Pues a segunda vuelta van y a la una mi mula. Bien se conoce que los sondeos, en un sentido o en otro, pueden influir en la participación y predisponer al votante. Solo que los partidarios de Bolsonaro no le hicieron mucho caso a las encuestas amañadas y se guiaron por su tan demonizado líder. ¿No sabéis que cada partido o candidato lleva a cabo sus propias encuestas por si las moscas y los moscones? Ya todo está inventado, amigo, lo mismo el veneno que su antídoto.

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Hallo más sensata esta crónica de don Ignacio. Más equilibrada. Menos parcializada. Paso por alto afirmaciones rotundas desafortunadas, como esta: "Brasil amanece este lunes sin presidente aún", cuando Bolsonaro sigue siendo presidente hasta la toma de posesión del próximo, que podría ser él mismo. El autor querría decir que amanece sin presidente electo, pero no lo dice, y tal parecería que se trata de un país acéfalo, sin gobierno central o nacional. De todos modos eso es apenas una peccata minuta y no demerita en nada su trabajo. Lo de que Simone Tebet será decisiva en el balotaje es una opinión sustentable, pero nadie sabe con certeza. Lo mismo podría afirmarse del candidato de centroizquierda, Ciro Gómez, quien obtuvo un 3%. Todo dependerá del rumbo que tomen sus votantes, no de los excandidatos mismos. Por lo pronto, ya yo no creo en encuestas brasileñas. Menos aún las de Datafolha.

Parece que los encuestadores son de la izquierda "revuelta y brutal" que manipula las encuesta para crear estados de opinión favorables, en este caso , a el ladrón Lula y se cogieron el "cu...o con la puerta". Así pasa en prácticamente casi todos los países del planeta como España y aun , los propios EEUU. Esperemos que gane Bolsonaro para bien de Brasil y Latinoamérica !