Las autoridades de Rusia pusieron esta semana en vigor un nuevo conjunto de leyes migratorias que facilitarán la expulsión impune de migrantes y que activistas y defensores de derechos humanos han calificado como "muy peligrosas".
Los últimos cambios legales tienen como objetivo agilizar aún más el procedimiento de deportación de inmigrantes "ilegales", según dijo el presidente de la Duma Estatal, Vyacheslav Volodin. No obstante, activistas que hablaron con el medio independiente The Moscow Times advirtieron que también podrían usarse para atacar indiscriminadamente a los migrantes, particularmente a los de Asia Central.
"[Esta ley] es muy peligrosa", dijo un activista de los derechos de los migrantes de Tayikistán bajo condición de anonimato, por razones de seguridad. "Significa que cualquier policía puede cogerte y expulsarte... incluso si hay evidencia de violaciones por parte del oficial".
Aunque la economía rusa depende de aproximadamente 10,5 millones de trabajadores migrantes procedentes principalmente de Asia Central, los prejuicios étnicos y raciales siguen persistiendo en todo el país. Los funcionarios rusos también han dejado de abstenerse de hacer declaraciones antiinmigrantes para mantenerse al día con el estado de ánimo público.
El mortífero ataque terrorista del año pasado en la sala de conciertos Crocus City Hall, en las afueras de Moscú, y el posterior arresto de ciudadanos tayikos sospechosos de llevar a cabo el ataque, llevaron esta xenofobia a un punto álgido, con amplias redadas policiales en comunidades de migrantes en todo el país que vieron a decenas de miles de migrantes detenidos.
Rusia deportó a la fuerza a más de 80.000 extranjeros en 2024, casi el doble que el año anterior, según estadísticas del Servicio Federal de Alguaciles citadas por la agencia de noticias estatal TASS.
Anteriormente, un tribunal tenía que aprobar cada deportación, lo que desencadenaba un proceso de expulsión forzosa que podía durar hasta 90 días, durante los cuales el migrante era retenido en un centro carcelario.
Según la nueva ley de migración, "quieren deportar a una persona en un plazo de 48 horas, lo cual no es realista", dijo el activista de Tayikistán. "Sabemos que puede tomar hasta seis meses para que las personas obtengan un documento que confirme su ciudadanía de un país en particular", recordó.
La nueva ley también otorga a la Policía la autoridad para agregar el nombre de un trabajador migrante al llamado "registro de personas controladas", que enumera a los candidatos a ser deportados.
Las personas inscritas en el registro tienen prohibido conducir, casarse y viajar dentro de Rusia, así como abrir una cuenta bancaria o gastar más de 30.000 rublos (351 dólares) al mes, lo que en la práctica impide enviar remesas a sus países de origen.
"Incluso si tienen todos sus documentos, pero algún oficial de policía o funcionario tomó esa decisión, el [migrante] no puede trabajar", dijo la activista. "El nuevo régimen de deportación llevará a la Policía a ganar dinero con esto: sobornos".
En julio de 2024, el Ministerio del Interior de Rusia también propuso duplicar la lista de delitos castigados con la deportación. Los nuevos delitos incluirían desobedecer a un oficial de policía, participar en una reunión masiva y vandalismo menor, el último de los cuales, según la abogada de inmigración Valentina Chupik, es el cargo utilizado para retener al 80% de los migrantes detenidos.
Las personas que hacen cola fuera de los centros de migración serán particularmente vulnerables a estos cargos, según Chupik.
"Las multitudes allí son increíbles... no porque a la gente le guste reunirse en multitudes, sino porque solo dos de las 20 cajas están abiertas", dijo a The Moscow Times. "Todas estas personas podrían ser deportadas en cualquier momento. Y eso, desafortunadamente, sería legal".
La economía rusa tiene una necesidad urgente de hombres en edad de trabajar. Un estudio realizado el año pasado por el Instituto de Economía de la Academia Rusa de Ciencias reveló un déficit de 4,8 millones de trabajadores, una deficiencia que los trabajadores migrantes podrían compensar.
Pero el Gobierno ruso también ha apostado cada vez más por los migrantes para compensar su escasez de mano de obra militar en Ucrania. Al menos 10.000 trabajadores migrantes naturalizados han sido enviados a "cavar trincheras y construir fortificaciones" en el frente en Ucrania, dijo el jefe del Comité de Investigación ruso, Alexander Bastrykin, en junio de 2024.
"Desde un punto de vista práctico, [el Gobierno ruso] no está interesado en deportar a todos los migrantes, los necesitan", dijo la abogada kirguisa de derechos humanos Leila Nazgül Seiitbek. "Necesitan algún tipo de motivación para intimidarlos y unirse a las Fuerzas Armadas".
A medida que empeora el trato a los centroasiáticos en el país, el abogado Chupik predijo que un número cada vez mayor de "migrantes respetuosos de la ley comenzarán a salir de Rusia".
A pesar de que los migrantes tienen muchas más oportunidades de ganar dinero en Rusia que en sus países de origen, pocos "están dispuestos a cumplir con todos los requisitos propuestos en aras de las ganancias promedio en el mercado ruso", dijo el periodista tayiko Mirzo Salimpur al sitio web de noticias independiente Novaya Gazeta Europe.
Sin embargo, dado que las remesas representan una gran parte del PIB de los estados de Asia Central —con el 51% del PIB de Tayikistán proveniente únicamente de esos envíos—, las interrupciones de esta afluencia podrían golpear a las economías de la región.
"¿Qué pasará en Tayikistán si 800.000 personas regresan en un par de meses? Sería un caos, sin trabajo, sin comida", advirtió Chupik.
Lo cubanos, que aprovechan la exención de visado vigente para viajar a Rusia, han estado entre los extranjeros deportados por violar el periodo de estancia establecido, de hasta 90 días. Mas, a raíz de la aplicación de las nuevas normas, la incertidumbre se dispara entre ellos.
En el grupo de Facebook "Rusia para cubanos", por ejemplo, una usuaria preocupada aseguró: "Tengo a mi esposo detenido hace una semana en Rusia para ser deportado. ¿Alguien sabe cuánto demora ese proceso? Estoy desesperada sin saber nada".
A ello, Leandro Pérez indicó que "tengo unos amigos que duraron 90 días aquí en San Petersburgo detenidos, y es que aquí es más difícil los vuelos, porque no hay directos, pero si es en Moscú, puede que sea más rápido".
Ni las autoridades rusas ni las cubanas han ofrecido cifras acerca del número de cubanos en situación irregular o expulsados de la nación euroasiática. También impera la opacidad en torno a los cientos de hombres de la Isla reclutados como mercenarios para participar en la invasión de Ucrania, un tema sobre el que tanto La Habana como Moscú guardan silencio.