Las memorias del líder opositor ruso Alexei Navalni, el mayor enemigo interno de Vladimir Putin en la última década, fallecido en extrañas circunstancias en febrero, serán publicadas en el libro Patriota el próximo 22 de octubre, pero la revista The New Yorker obtuvo un adelanto que evidencia el calvario de Navalni en prisión y la certeza de que sería asesinado.
"Pasaré el resto de mis días en prisión y moriré aquí. No habrá nadie a quien despedir... Todos los aniversarios se celebrarán sin mí. Nunca veré a mis nietos", escribió Navalni en marzo de 2022, en una de las citas más crudas de sus escritos. "Si finalmente se deshacen de mí, este libro será una forma de recordarme", agregó el principal opositor ruso, quien utiliza un tono sarcástico, y a la vez nostálgico, para expresar su resignación tras ser encarcelado en 2021.
Al especular sobre las consecuencias de cualquier intento de asesinarlo, Navalni dijo que sus memorias serían su monumento. "Si me matan, mi familia recibirá el anticipo y las regalías que, espero, habrá", escribió. "Seamos realistas, si un turbio intento de asesinato con un arma química, seguido de una trágica muerte en prisión, no puede vender un libro, es difícil imaginar qué lo haría", bromeó. "¿Qué más podría pedir el departamento de marketing?".
Patriota recopila los escritos de Navalni desde su proceso de recuperación tras ser envenenado en 2020, hasta enero de 2024, un mes antes de su muerte en una fría colonia penitenciaría en el ártico ruso, donde el opositor cumplía una sentencia de 19 años en prisión, acusado de "extremismo" por el Gobierno de Vladimir Putin.
"Resulta que, en Rusia, por defender el derecho a tener y no ocultar tus creencias, tienes que pagar sentándote en una celda solitaria. Por supuesto, no me gusta estar allí. Pero no renunciaré ni a mis ideas ni a mi patria", escribió en enero de 2024, un mes antes de morir. En el texto, Navalni narra su día a día en la colonia penitenciaría donde estaba recluido, los malos tratos que recibía, las actividades en las que era forzado a participar y las pocas interacciones con su familia en sus últimos días.
Asimismo, Navalni afirmó haber estado recluido por varias semanas en una celda de castigo, que describió como "un agujero negro de hormigón de dos por cinco metros, frío, aislado y en la oscuridad, donde solo tenía acceso a un colchón por las noches". El opositor también calificó la celda de aislamiento como "un lugar para la tortura".
"Está invariablemente aislada, con música a todo volumen a todas horas. En teoría es para evitar que los presos que están en las distintas celdas puedan hablar entre ellos; en la práctica, es para ahogar los gritos de quienes están siendo torturados", explicó Navalni y detalló que eran los custodios, y los propios presos en algunas ocasiones, quienes llevaban a cabo las torturas, que iban desde golpizas hasta violencia sexual.
En sus memorias, Navalni se refirió, además, a la situación actual de Rusia, y la conceptualizó como "un Estado 'putinista' que no es sostenible", además de predecir su "colapso".
"Lo único que debemos temer es entregar nuestra patria para que la saquee una banda de mentirosos, ladrones e hipócritas", escribió el político en enero de 2022 y explicó que una de las actividades diarias a las que era forzado era sentarse debajo de un cuadro de Putin durante horas.
En la última entrada del diario, fechada el 17 de enero de 2024, Navalni escribió: "No quiero renunciar a mi país ni traicionarlo. Si tus convicciones significan algo, debes estar preparado para defenderlas y hacer sacrificios si es necesario". En tal sentido, el editor de The New Yorker, David Remnick, dijo sobre el texto: "Es imposible leer el diario de prisión de Navalni sin indignarse por la tragedia de su sufrimiento y su muerte".
Eso de que lo forzaban a sentarse debajo de un cuadro de Putin por horas lo dice todo sobre el régimen totalitario ruso. Pobre hombre.