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Rusia

Caos y unos 20 muertos deja el segundo gran ataque terrorista en Rusia en tres meses

Aunque no hubo reivindicación de la autoría, las fuerzas del orden dijeron que los atacantes eran 'de una organización terrorista internacional'.

Moscú
Fuerzas de seguridad rusas desplegadas en Daguestán tras los ataques del domingo 23 de junio.
Fuerzas de seguridad rusas desplegadas en Daguestán tras los ataques del domingo 23 de junio. Comité Nacional Antiterrorista de Rusia vía Reuters

Rusia anunció el lunes el fin de los enfrentamientos armados en Daguestán, en el Cáucaso, donde varios ataques aparentemente coordinados ocurridos la víspera contra iglesias ortodoxas y sinagogas dejaron 20 muertos y decenas de heridos.

La operación "antiterrorista" lanzada tras los ataques concluyó el lunes por la mañana y cinco asaltantes fueron "abatidos", anunció el Comité Antiterrorista ruso, citado por AFP.

No está claro si todos los atacantes fueron abatidos o si algunos lograron escapar. Aún no han trascendido ni sus motivaciones ni sus identidades.

Los ataques tuvieron lugar en la ciudad costera de Derbent y en Majachkalá, la capital de Daguestán, una región de mayoría musulmana, vecina de Chechenia y fronteriza con Georgia y Azerbaiyán.

En la década de los 2000, Daguestán fue escenario de una insurrección islamista aplastada por las fuerzas rusas tras años de enfrentamientos, a raíz de la segunda guerra de Chechenia.

El Ministerio de Salud regional declaró el lunes que al menos 20 personas murieron y otras 26 resultaron heridas la víspera.

"De esos 26, algunos están más graves, por lo que la cifra de 20 [muertos] aún podría aumentar", indicó a la AFP un vocero del ministerio.

Las autoridades, que abrieron una investigación por "actos terroristas", afirmó que entre los fallecidos había 15 agentes de las fuerzas de seguridad.

Los atacantes tomaron como objetivo dos iglesias ortodoxas, dos sinagogas y un puesto de control policial.

La Iglesia ortodoxa rusa declaró que su arcipreste Nikolai Kotelnikov fue "brutalmente asesinado" en su iglesia de Derbent. El gran rabino de Rusia, Berl Lazar, denunció un "crimen espantoso", guiado por la voluntad de "matar el mayor número posible de inocentes".

Los ataques se produjeron tres meses después del atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la sala de conciertos Crocus City Hall, a las afueras de Moscú, el mayor de la historia reciente en Rusia.

La matanza, perpetrada el 22 de marzo, dejó más de 140 muertos y reactivó la amenaza del terrorismo islamista en el país.

Al ser preguntado si Moscú temía el regreso de una insurrección islamista en el país, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, contestó que "no" y dijo que Rusia había "cambiado".

"Creo que es peligroso subestimar una versión de la amenaza islamista", declaró Grigory Shvedov, redactor jefe del sitio web caucasianknot.info, ambos considerados por Rusia como agentes extranjeros.

Shvedov afirmó que la "disfunción de las autoridades" es "evidente", ya que en lugar de centrarse en los "terroristas locales en Daguestán", las fuerzas de seguridad se han dedicado a la "operación militar especial" en Ucrania y "a Occidente", en referencia a la invasión de Ucrania.

El jefe del Gobierno regional de Daguestán, Serguéi Melikov, escribió en Telegram: "Sabemos quién está detrás de estos atentados terroristas y qué objetivo persiguen. Tenemos que entender que la guerra también llega a nuestras casas. Lo sentíamos, pero hoy lo vivimos", añadió, en lo que puede interpretarse como una referencia al conflicto en Ucrania.

Tras el atentado en el Crocus City Hall en marzo, las autoridades rusas señalaron entre otros a Kiev, pero sin aportar pruebas. 

Más tarde el lunes, Melikov declaró que los autores procedían de Daguestán, según las agencias de noticias estatales rusas.

Además del atentado en el Crocus City Hall en marzo, varios miembros del Estado Islámico murieron el pasado fin de semana tras tomar como rehenes a dos funcionarios de prisiones en una cárcel del sur de Rusia, según las autoridades.

El EI también ha amenazado a Moscú por su apoyo al régimen sirio de Bashar al Asad.

Este sería el segundo gran atentado ocurrido en Rusia en los últimos tres meses, lo cual pone en entredicho la reputación de Vladimir Putin como líder capaz de garantizar el orden en el vasto y turbulento país.

De acuerdo con el reporte de CNN, el recrudecimiento de la violencia se debe al resurgimiento de tensiones étnicas, agravadas tanto por la necesidad de llenar las filas militares de Rusia a medida que avanza la guerra de Putin contra Ucrania, como por el conflicto en curso en Medio Oriente.

No hubo una reivindicación inmediata de la autoría de los atentados, pero las fuerzas del orden dijeron a la agencia oficial rusa TASS que los atacantes eran "adherentes de una organización terrorista internacional".

Daguestán se encuentra en la región rusa del Cáucaso, en la orilla occidental del mar Caspio. Esta república es en muchos sentidos un microcosmos de la diversidad de Rusia. La región montañosa alberga más de 30 grupos étnicos con lenguas distintas y es una región mayoritariamente musulmana que históricamente ha acogido diversas prácticas religiosas islámicas.

Cuenta con una minúscula población judía, pues el judaísmo es una de las religiones más arraigadas de Daguestán, practicada por las comunidades de los judíos de la montaña, que hablan una forma de persa, pero tras siglos de coexistencia con sus vecinos musulmanes esa población ha disminuido debido a la emigración.

El Cáucaso, en su mayor parte dominado por el Imperio ruso en el siglo XIX, ha tenido una larga historia de resentimiento hacia el dominio de Moscú, durante las épocas zarista, soviética y postsoviética.

Tras el colapso de la Unión Soviética, insurgentes de la vecina Chechenia libraron dos guerras separatistas por la independencia, que Rusia calificó de terrorismo, y a las que respondió con tácticas que dejaron en ruinas gran parte de la capital, Grozny. Putin instaló entonces en Chechenia al temido caudillo Ramzan Kadyrov, que desde entonces gobierna con mano de hierro.

Más de 200 comunidades étnicas minoritarias viven en Rusia, que abarca once husos horarios y alberga a unos 144 millones de personas.

Algunas de estas comunidades se han visto especialmente afectadas por la guerra de Putin en Ucrania, con minorías étnicas movilizadas de forma desproporcionada para enfrentarse al horror de las tácticas de olas humanas utilizadas por Moscú.

En 2022 estallaron protestas en múltiples regiones de minorías étnicas contra las órdenes de movilización de Putin, incluso en Daguestán. En un video geolocalizado por CNN en esa época, se podía ver a mujeres de la capital, Makhachkala, suplicando a la Policía a las puertas de un teatro.

"¿Por qué se llevan a nuestros hijos? ¿Quién atacó a quién? Es Rusia quien ha atacado a Ucrania", se les oía decir en el video.

La guerra de Israel contra Hamas tras los brutales atentados del 7 de octubre también ha disparado las tensiones en todo el mundo, alimentadas por las imágenes diarias de la destrucción en Gaza, incluso en el Cáucaso.

La violencia interreligiosa es algo por lo que Putin está "muy, muy preocupado", dijo la ex jefa de la oficina de CNN en Moscú, Jill Dougherty, en respuesta a los ataques del domingo en Daguestán.

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2 comentarios

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La mano de Europa está detrás de eso...

El que a hierro mata no puede morir a sombrerazos, Putler en su extemporáneo intento de restablecer el Imperio Ruso Neo soviético, se empeña en cometer errores de apreciación al ignorar olímpicamente que está en el siglo XXI, Chechenia, los Chechenos y las guerrillas nacionalistas y las molestias intestinas de las nacionalidades diferentes a la Rusa de la federación, el fallido golpe del Prigodzhin, andan como un fuego ardiendo por debajo, y fuera del radar de los servicios de seguridad interna ➕ Guerra de Ucrania que entre otras operaciones especiales de hijoeputitis que le están sirviendo en bandeja al Vladolf Putler, le están oscureciendo sus sueños de Vikingo. Como esos actos terroristas y aún peores vendrán otros así como rebeliones internas .